Cap 2: El castigo de Viktor

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El aire fresco de la noche fue lo que lo despertó. La brisa que pasaba por la ventana junto a la suavidad de la cama logró hacer que volviera en sí. Poco a poco abrió los ojos y se dio cuenta de que estaba con el torso desnudo, lo único que lo cubría era su pantalón y su ropa interior. Trató de levantarse, pero sus piernas estaban encadenadas al pie de la cama con esposas, igual que sus manos detrás suyo, encadenadas de la misma forma a la cabecera, dejándolo completamente inmovilizado.

- Oh, ya despertaste.

Yuuri salió de la oscuridad del pasillo vistiendo solo una camisa de Viktor que le quedaba grande y su bóxer. Venía con un vaso de agua y unas galletas. Cerró la ventana y se recostó al lado de Viktor, acariciando su mejilla con el dedo pulgar mientras que el ruso acunaba su cara en la mano de él.

- ¿Yuuri...?

- Perdón, no me di cuenta de que la ventana estaba abierta. ¿Tienes mucho frío?

- No... Pero... - Viktor alzó la mirada y encontró su rostro sereno - ¿Por qué estoy así?

- Es parte de tu castigo Viktor.

Yuuri se acomodó hasta quedar boca abajo sobre el colchón. Reposo su rostro sobre ambas manos y sonreía tranquilamente mientras miraba a Viktor con curiosidad.

Viktor estaba embelesado con la vista, pero se repetía a sí mismo que lo mejor era saber que tan grave era su situación.

- ¿Por qué me castigas Yuuri? – Viktor trataba de ignorar las piernas largas de Yuuri que se balanceaban en el aire, y la piel desnuda que se veía por la abertura del cuello, con voz sería y un tanto serena - ¿Hice algo malo?

- Sí, hiciste algo muy malo Viktor.

Yuuri acarició el torso desnudo de Viktor con el dedo índice, causando unos leves movimientos en su entrenador, que trataba de mantener la compostura para poder seguir preguntando.

- ¿Qué fue lo que hice Yuuri? ¿Es porque no lave los platos la semana pasada? ¿O tal vez fue de esa vez que llene la entrada con nieve al entrar con Makachin? ¿Quizás cuando quemé tu corbata azul sin decirte nada? Recuerdo haberte comprado otra más bonita y un par de patines nuevos.

Yuuri se rió ante los intentos de Viktor por adivinar mientras negaba con la cabeza. Se puso de rodillas y pasó un brazo sobre su amado, quedando apoyado sobre el mismo, dando una mejor vista de sus piernas.

- Viktor ha tratado de mentirme descaradamente en la cara – infló sus mejillas haciendo un adorable puchero mientras desviaba la vista – Se supone que entre nosotros no debe haber secretos, ¿no fuiste tú el que lo dijo?, y vienes a mentirme con que vas a encontrarte con unos amigos cuando en realidad te vas a buscar alguna chica para pasar la noche. Si me hubieras dicho la verdad en un principio, no estarías encadenado ahora.

- ¿De qué hablas? – Viktor comenzó a reír nervioso, buscando alguna manera de encubrir la verdad que salía de labios de Yuuri – Yo de verdad iba a encontrarme con unos amigos.

- Sí como no. Revisé tu teléfono y le pregunté a los otros, Viktor. Ni siquiera tienes amigos de la secundaria con los que tengas contacto o que siquiera tengan el valor de hablarte.

Viktor se ruborizó al sentirse descubierto ante Yuuri. Él sabía la verdad, sabía que era un hombre con malos pensamientos. Sabía que ya no podría controlar sus bajos instintos y que las noches que podía, buscaba un sustituto de la fuente de su deseo. La pregunta era, ¿desde cuándo él lo sabía? ¿Y cuánto sabía en verdad?

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