Hope & Faith - LARRY (AU)

Cap. 9

Louis no sabía con exactitud cuánto tiempo estaba en casa del rizado, nunca veía la fecha pero si no se equivocaba llevaba casi dos meses en la casa del terror como solía llamarla, desde hace dos semanas Harry lo había obligado a compartir habitación con él, el hecho de que durmieran juntos no evitaba que el rizado abusara de él o lo maltratara de hecho los golpes eran más constantes por cualquier situación, a veces el rizado llegaba enojado y desquitaba su rabia con el ojiazul que no hacía nada más que llorar y suplicar que parara, pero el rizado nunca tenía piedad de él, siempre lo golpeaba en el cuerpo ya que si lo hacía en el rostro Nancy se daría cuenta y enseguida notaría algo extraño, cuando lo golpeaba en el rostro Louis usaba un poco de maquillaje que le pidió a una de las chicas de limpieza, Mery si ese era el nombre de la chica.
Ya no se quedaba encerrado Harry le permitía salir claro que con un guardaespaldas no sería tan estúpido como para dejar salir solo al castaño ya que este podría escapar, no solía salir mucho ya que no sabía que hacer pero siempre que salía iba a un café cerca de la casa, el hombre asignado por Harry era muy serio, él había intentado llevarse con él para que pueda ayudarlo a escapar pero ni siquiera le dijo su nombre y tampoco dejaba que se quedara mucho tiempo afuera como máximo treinta minutos así que nada podía hacer, de igual manera hace tres semanas había conseguido que Harry le permitiera ir a visitar a su amigo más toda ilusión quedo por el suelo cuando llegó a la que era su casa y la encontró totalmente vacía, encontró a un muchacho que vivía con él y le contó que Patrick se había ido a los dos días después de que él se fue con el rizado y como no había nada que comer cada uno había tomado un camino diferente, de Niall no sabía nada pues no había regresado a la casa, ese día llego a la casa con lágrimas y no le importó todo lo que el rizado le hizo pues más le dolió perder a su único amigo y no saber qué pasó con él, si estaba bien y si estaba comiendo.

"Aún estás despierto" la voz del rizado lo sacó de sus pensamientos.

"Lo siento, es que no tengo sueño"

"Duérmete de una maldita vez, no quiero que mañana te veas demacrado" dijo el rizado con tono hostil, acababa de llegar de la oficina.

"Y-yo no quiero hacerlo" murmuró.

"Ya te dije que me importa una mierda si quieres o no" dijo esto y entró al baño porque de seguro tomaría una larga ducha.

Louis no quería que llegue el día de mañana, pues al día siguiente condenará su vida para siempre, mañana se casaría con el rizado, se acostó en la enorme cama llorando silenciosamente y se quedó dormido.

Sábado llego y la casa era un caos total gente por aquí, gente por allá, todos arreglando el enorme jardín que poseía el rizado, ahí se celebraría la boda, Harry le había advertido que debía cuidar sus movimientos porque si no se iba a arrepentir, ahora ya no tenía a donde ir si escapaba así que no le quedaba de otra más que aceptar lo inevitable.

Harry le había contado todo a Anne desde como encontró a Louis, a su madre le molestó el hecho de que el que se casaría con su hijo era un muerto de hambre le reclamó y le ordenó acabar con esa tontería y que se consiga a alguien de su altura, más no podía hacer nada ya que Des se daría cuenta de que todo fue planeado y las cosas se arruinarían para ambos, no le quedo aceptar la estupidez de que su hijo se casara con Louis aunque nunca perdía la oportunidad de humillarlo, ya encontraría ella la manera de luego separarlos, aunque pensándolo bien eso sería fácil ya que su hijo no quería ni un poco al muerto de hambre.

Y ahí estaba frente a todos esos desconocidos a los únicos que podía saludar era a Des, Gemma y Zayn que ellos siempre se portaban bien con él, ellos nunca lo hicieron sentir mal pues no sabían la situación verdadera de esos dos, el padre decía todas las palabras que siempre se repetían en las bodas, le dolía el alma, estar en esa situación lo destrozaba pero ahí estaba el fingiendo estar feliz como si eso fuese cierto y el cinismo de Harry mirándolo como si lo amara de verdad, mirándolo con esos enormes ojos verdes que parecían dos esmeraldas, aquellas que en ese momento reflejaban amor, uno fingido claro, pero luego de toda esa farsa lo que los orbes verdes reflejarían sería maldad, ahora venía la parte en la se joderia la vida para siempre.