¿Por qué si el único nombre de las seis opciones que yo deseaba escuchar junto al mío lo había escuchado y ahora era una realidad me sentía de esa manera? ¿Por qué me asustaba esta cercanía ineludible si tanto la había deseado? Intenté recurrir a mi tan amada lógica para ordenar mis pensamientos. Era necesario tranquilizarme. No había ninguna fuerza extraña dominándome, el azar no existe y lo que había ocurrido no fue más que una mera casualidad, sólo había seis opciones, era totalmente posible. Sólo vamos a compartir algunas charlas, propondremos ideas para el proyecto y ese será el fin.
Pensado así parecía ridículo mi estado de ánimo. El resto del día fue apacible pero con cierta inquietud acechando en un rincón de mi pecho.
No logré conciliar el sueño en toda la noche por lo que decidí levantarme antes que el sol. Al mirarme al espejo fue difícil reconocerme. Llevaba el cabello demasiado liso, las ojeras delatoras de mi insomnio y la tez más pálida de lo normal, lo que acrecentaba el efecto tétrico de las ojeras bajo mis ojos. Ingresé a la ducha y me entregué a una reconfortante ducha matinal, me até el cabello y con una taza de café me senté delante de lo que la noche anterior había sido un fuego enérgico y reconfortante.
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El Proyecto
RomanceUn Proyecto intrascendente. Una pareja de trabajo. Un amor oculto e imposible. ¿Pero qué tan imposible...? Prohibida la reproducción total o parcial de esta obra.