Me encontraba parada en la puerta con varios pares de ojos fijos en mí y no sabía qué decir. Ni siquiera sabía por qué había vuelto de esa forma tan impulsiva.
-Has olvidado tu chaqueta- La voz de mi mejor amiga y su frase fueron el sonido más dulce que pude haber escuchado. Todavía muy desorientada respondí un "Sí, gracias" apenas audible y salí nuevamente. Caminando hacia mi casa, los pensamientos eran tan punzantes y repentinos como las mismas gotas de lluvia. ¿Qué me había pasado? Claro que no recordaba la chaqueta... ¿Por qué había sentido esa necesidad imperiosa de volver, tan imperiosa que mis piernas actuaron por sí solas? Tenía que calmarme, no podía seguir actuando de esa manera. Primero, el bloqueo cerebral al escuchar su nombre junto al mío, la inercia tenaz que me impedía mover el más mínimo músculo al intentar acercarme y después... La indómita rebeldía con la que habían actuado mis piernas cuando intentaba alejarme. Me sentía un títere sin voluntad propia, doblegada y manipulada por los hilos de quién sabe qué fuerza... Y bajo la creciente tormenta lloré, me permití llorar porque las gotas de lluvia arrastraban las lágrimas sin dejar ningún rastro, liberándome de esa sensación de asfixia repentina.
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El Proyecto
RomanceUn Proyecto intrascendente. Una pareja de trabajo. Un amor oculto e imposible. ¿Pero qué tan imposible...? Prohibida la reproducción total o parcial de esta obra.