Todos sabían que Zafiro no era una sirena cualquiera y ella poco podía hacer contra todas esas personas que no se acostumbraban a verla. Cuando su padre confeso su misión, fue la gota que colmó el vaso que nunca se llenó, pues vivían en el mar.
Zafi...
El mes de marzo ha estado lleno de muchos trabajos universitarios. Y aunque intente publicar el capitulo antes, no tenia motivación para escribirlo. Ahora estoy solo un poco mas relajada y creo que ha salido un capitulo bastante revelador. Así que eso es mejor para ustedes jajajaja. Espero que lo disfruten. Gracias por estar ahí, por sus votos y comentarios. Por recomendar la novela si les gusto. De ahora en adelante espero centrarme un poco mas y organizarme para no dejarles por tantos días sin capítulos. Mis planes son acabar la novela a finales de mayo y espero cumplirlos.
No olviden sus votos y comentarios en modo de apoyo. Espero que les guste este capitulo.
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Estaba confirmado... era una cobarde.
Zafiro llevaba varias semanas evitando a Allan. Al principio pensó que él se estaba convirtiendo en una pequeña distracción. Comenzaba a pasar más tiempo con él y olvidaba que tenía dos propósitos que cumplir. Evitar que Ece hiciera más daño a los suyos y evitar que su padre continuara la misión. Olvidando que su propósito inicial siempre fue encontrar el significado de su dolor. Ahora eso era lo de menos cuando había más cosas importantes que resolver.
Luego descubrió que su primera excusa había sido demasiado barata. Ella lo comenzó a evitar porque no quería enfrentarlo. No estaba segura si iba a lograr ocultar que sabía la verdad. Siempre había sido buena fingiendo, pero con Allan cerca había descubierto que su cola temblaba y que los nervios aparecían de la nada. Vaya tontería pensó un día mientras miraba al pequeño grupo de peces pasar cerca de la ventana de su cuarto. Lo cierto es que también descubrió que la idea de imaginarlo con una pareja y que encima a él le gustaba otra, no le agradaba para nada.
La hacía sentir molesta, perdida y sin respuesta.
¿Por qué? Es lo que no dejaba de preguntarse. Quería obtener alguna respuesta clara ante esos nuevos pensamientos que la invadían. Para completar, esa misma semana Lino apareció con la noticia de que Ece había matado otro de los suyos. ¿Qué mierda le pasaba a esa mujer? ¿Por qué quería acabar con su propia raza? Lino no le dio más explicaciones. Le pregunto cómo se sentía y luego de ella de contestar con una fría respuesta Lino se fue.
Ahora se odiaba por tratar mal a alguien que se encontraba ayudándola y encima comenzaba a ser un amigo. Todo por culpa del distanciamiento que tenía con Allan. Y lo peor de todo es que el mismísimo Allan no lo sabía. Demasiadas veces lo había visto acercarse con una sonrisa y ella actuaba como si no lo hubiera visto y desaparecía. Se encargaba de siempre dejarle saber a Simur su paradero para que este no se preocupara. Lo cierto es que ella sabía que se estaba comportando como una tonta. ¡No tenía por qué sentirse así!
Ellos solamente eran amigos. No había porque sentirse extraña por saber que él estaba con otra persona. Pero entonces a su mente llegaba las tontas cursilerías de las atenciones que Allan le había dado y todo en ella volvía otra vez a cambiar. Se llevó una mano a la frente y se la masajeo.
