13/01/2020
Arthur Hopes 19 años Noche 0
Jessica Adams estaba sentada sobre las piernas de Arthur en el asiento de atrás del viejo coche blanco de su padre. Las manos oscuras del chico reposaban sobre su cintura y las pálidas de ella levantaban su camiseta ajustada. Su silueta brillaba bajo la luz de las farolas y Arthur se tomo un momento para deleitarse con la visión de su generoso busto, sus provocativas curvas y los rizos dorados y despeinados cayendo por su espalda. Si su padre supiese que estaba utilizando el coche y su tarjeta de crédito para tirarse a una blanca le molería a palos con su viejo bate de béisbol. A su padre no le gustaban las blancas, decía que eran feas, pálidas, sosas y delicadas. Arthur no compartía opinión con el, le gustaban de todo tipo, negras, blancas, chinas, indias...
Nunca hubiese imaginado que podría conseguir estar con Jessica sobre sus rodillas con el pecho desnudo y los labios húmedos.
La chica rubia paso las manos de uñas afiladas sobre el torso de Arthur, repasando sus abdominales con los dedos como si leyese braile. Se mordió el labio inferior y el pudo leer en sus ojos el deseo.-Verónica me dijo que estuvo contigo el viernes pasado.-Susurró para a continuación comenzar a besar el cuello del muchacho.
-Parece que Verónica y tu os lo contáis todo-El cosquilleo de su cuello apenas le dejaba pensar.
-Si... También me contó algo muy interesante sobre algo que tienes ahí abajo...
Las manos de la rubia resbalaron de su pecho al botón del pantalón. Arthur soltó una risa ronca y se alegró de que el mito sobre el miembro de los negros estuviese a su favor.
Le gustaban las chicas difíciles de conseguir, y Jessica no había sido precisamente fácil. Habían hecho falta semanas y acostarse con su mejor amiga para conseguirlo.
Arthur le había prometido llevarla al cine, pero no habían llegado. A las 11:30 de la noche la película había terminado hacía rato y ellos iban a empezar su propio show.Arthur era, desde luego, uno de esos chicos que levantan miradas y provocan sudores. Miembro del equipo de baloncesto de su instituto y con la mayoría de edad recién cumplida, era alto, de músculos marcados y piel oscura. Unas rastas cortas reposaban sobre sus hombros y su cara había ido añadiendo con los años una interesante colección de piercings: Uno redondo y planeado bajo el labio interior, uno sobre la ceja derecha, dos en la parte superior de la oreja y dilataciones. También tenia tatuajes, uno en el brazo izquierdo; una mantis religiosa con cabeza de tigre, y otro en la parte baja de la espalda, un simple "29".
Era un alma libre, quizá porque le daba miedo comprometerse o tal vez porque no quería hacerlo. El caso es que a Arthur no le gustaban las relaciones serias, a el le gustaba la parte previa a todo eso, esa parte que todo el mundo quiere pasar deprisa: El coqueteo, los piropos, el tonteo... era como resolver un cubo de rubik con premio al final. Normalmente le resultaba sencillo, solo recordaba a una persona que se lo había puesto difícil: Thomas Wills, seis meses atrás. El muchacho aun no había salido del armario y no tenia intención de hacerlo, sin embargo Arthur no pudo resistirse...Ella trazó un camino de besos empezando por su cuello, caminando por su mentón y acabando sobre sus labios. Jessica tenia experiencia, casi tanto como él, la única diferencia entre los dos era que ella no era para nada discreta en cuanto a sus relaciones, y responsable tampoco. Todo el mundo sabia que le gustaba sin protección, todo el mundo se enteraba de con quien se había acostado en las fiestas, y todo el mundo sabia que venéreas había cogido. Jessica no lo escondía porque imponía respeto, nadie la decía nada, al menos no a la cara...
El beso se fue intensificando y la ropa comenzó a arderles sobre la piel. Arthur se deshizo de sus pantalones y Jessica se encargó de su propia falda.
No era la primera vez que se acostaban juntos, Jessica se había llevado su virginidad a una edad prematura, doce años, demasiado jóvenes. Por aquel entonces Arthur no pensaba más que en el deporte y sin embargo ella ya era conocida por todos por hacer "trabajos" en los baños de la escuela. Él era inocente y Jessica demasiado espabilada:
Habían quedado para hacer un trabajo en casa de ella, sus padres no estaban y se había puesto una falda corta, muy corta. Arthur ni siquiera se había llegado a fijar, no solía prestar especial atención a las chicas.
-¿Quieres que te enseñe algo divertido?-Fue lo primero y lo ultimo que le dijo ella.Seis años después, era él quien había encontrado divertido cobrarse una venganza. Jessica era una zorra, el no se acostaba con chicas así, y menos con chicas que le hubiesen ridiculizado ante todo el instituto justo después de follar. Solo tenia doce años y aun no le había cambiado la voz. ¿Que se esperaba?¿Una anaconda?
Jessica estaba ya desnuda cuando de repente Arthur la apartó de golpe y la tiró al asiento de al lado. Al principio ella lo interpretó como un gesto juguetón, pero no tardo en darse cuenta de que no era así cuando Arthur salió del coche tranquilamente abrochandose los pantalones y se encendió un cigarrillo.
-¿Se puede saber que coño haces?-Se gritó ella furiosa mientras empezaba a vestirse apresuradamente. Arthur se acercó a la ventanilla del coche y le sopló el humo en la cara.
-Ya me he cansado de jugar Jess. Me parece que no vas a poder comprobar si lo que decía tu amiga era cierto.
-¿Pero cual es tu puto problema?-Le chilló ella abrochándose la camisa de nuevo. Arthur le dio un par de golpecitos a la chapa del coche.
-Fuera de mi coche guapa, hemos acabado.
-¡¿Vas a dejarme aquí tirada?! ¡Mi casa esta en otra punta de la ciudad!
-Ese no es mi problema.-Abrió la puerta sin esperar a que Jessica se acabase de colocar la falda. Salio del coche montada en los tacones de aguja plateados agarrando con fuerza su bolso. Un coche azul marino pasó junto a ellos a toda velocidad, eran las 11:45 de la noche.
-Eres un puto gilipollas Arthur. Voy a hundirte la puta vida ¿Me has oído?
Jessica cayó al suelo con la elegancia de un escarabajo al ser repentinamente envestida por alguien a su espalda. La masa de pelo rubio de Jess se mezclo con los cabellos azul eléctrico de la desconocida que había caído sobre ella. No se disculpó, no habló, solo se levantó y salió corriendo calle abajo detrás del coche oscuro. Arthur se quedo mirándola hasta verla desaparecer, entonces cayo en la cuenta de que Jessica había parado de gritar.
Cuando la miró pudo verla arrodillada en el suelo con los ojos desorbitados. Sus manos, su blusa, su cara... estaban manchadas de sangre, sangre caliente salida del costado de la chica peli azul. Entonces si, Jessica gritó tan fuerte que Arthur pudo sentir como los cristales del escaparate de su espalda vibraban.
Agarró el teléfono mientras trataba de tranquilizarla.Pip... Pip...Pip...
-¡Policia! Acabo de ver una chica...
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Quien mató a Kaila
Mystery / ThrillerTras la misteriosa muerte de Kaila, una joven estudiante de periodismo; Adam, Lorena y Arthur, tres desconocidos y unicos testigos del crimen, cruzaran sus caminos para encontrar a su asesino. Guiados por la invisible presencia de la difunta, los t...