Serena
Conocía a Ash desde hace 3 años, tal vez y no tuvimos un buen comienzo, pero poco a poco nuestra amistad fue creciendo y siendo mas cercana. Algo que realmente nos unió, fue que durante un transcurso de dos años, intenté ayudarlo con la chica la cual él estaba terriblemente enamorado, aunque no sirvió de mucho, ya que ella nunca lo notó y Ash terminó muy lastimado. Y sí, tal vez eso unió mas nuestra amistad, pero partió en dos mi corazón. Aunque él no me notara, siempre intenté estar ahí para él, quería que regresara el Ash que siempre sonreía, inocente y optimista, el Ash del cual me había enamorado. Desde que pasó eso Ash creo una barrera entre él y el amor, dejó de sentir cariño por la gente. El decía que no se podía enamorar.
Obviamente eso nunca fue un impedimento para seguir amándolo, al contrario, me hacia amarlo más. Yo quería salvar a Ash de su sufrimiento.
Durante años intenté que Ash me dedicara esas sonrisas que le dedica a Lillie en este momento, y ella sólo llega, se mete entre nosotros, ¿Y ya Ash le coquetea? ¿Así de fácil?.
-Serena...- Llamó Clemont inseguro de lado de mi. No se cuanto tiempo habré estado así, ya que cuando volteé con él, la mayoría de las personas que se encontraban ahí ya no estaban, el gran bulto de gente se había disipado y lo mas importante. Ash ya no estaba, ni Lillie. -El timbre sonó hace varios minutos, Ash se despidió de ti, pero como no contestabas, se fue con, ¿Lillie? creo.- Dijo Clemont mientras quitaba mi mochila y la ponía sobre su hombro.
-¿Estas bien? ¿Ocupas ir a enfermería?- Preguntó Clemont preocupado. Negué levemente con la cabeza.
-¿Podemos ir a nuestro salón? No quiero llegar tarde- Me excusé con una sonrisa. Lo que necesitaba era sentarme y esconderme en algún lugar, no pensar en nada, cada vez que lo hacia sentía una punzada en mi cabeza, como si me doliera pensar en Ash.
-Claro que sí pequeña, vamos, es en el segundo piso- Dijo Clemont con una pequeña sonrisa, intentando darme confianza, el de seguro sabe lo que estoy pensando, me conoce demasiado bien.
Comenzamos a caminar hacia nuestro salón, o mejor dicho comencé a seguir a Clemont, ya que no tenía ni idea de donde estaba dicho salón. Llegamos a lo que parece ser nuestro edificio, el primer aula era el grupo A, y teníamos que pasar por ahí para poder llegar a las escaleras.
-No mires hacia el salón, tu vista al frente- Dijo Clemont mientras tomaba mi mano. Cada paso nos llevaba hacia el aula de Ash, cada paso hacia que mis piernas se sintieran cada vez mas pesadas, como si estas no quisieran caminar.
No mires hacia el salón. No mires hacia el salón. No mires hacia el salón. No mires hacia el salón.
Me repetía mil veces. En cuanto pasamos por la primera ventana del grupo A, mi cerebro me traicionó completamente y cuando me di cuenta mi mirada estaba dentro del salón. Mi mirada encontró inmediatamente a Ash, que estaba hablando demasiado animado con Lillie y una muchacha de cabello corto color azul. En ese momento Lillie me vio, y con una gran sonrisa tomó la mano de Ash y la entrelazó con la suya. Ash aceptó ese gesto gustoso. Mi vista se empezó a nublar debido a las lágrimas que se acumulaban dentro de ellos.
Yo nunca he tomado su mano, él nunca me ha dejado, y a ella sí. Yo debería de tomar su mano, no ella.
Cada reacción, cada movimiento suyo hacia que mi corazón se quebrantara más y más. Mi respiración se empezó a agitar en el momento en el que Ash dirigió su mirada hacia la ventana. Primero miró a Clemont y le dirigió una sonrisa, en cuanto mis ojos se encontraron con los suyos, su sonrisa desapareció y fue cambiada por una cara de preocupación.Estaba a punto de levantarse de su lugar cuando salí corriendo tomada de la mano de Clemont. Él era muy lento corriendo, pero la distancia a las escaleras no era muy corta, así que llegamos rápidamente. Solté la mano de Clemont y dejé que recuperara el aliento. Yo no dejaba de ver el pasillo por el cual hace unos instantes estábamos corriendo. Sentía mis pestañas húmedas, sentía una presión en mi pecho que lastimaba, tenía un nudo en la garganta que me impedía respirar con tranquilidad. No podía aguantar, pero tenía que hacerlo, no podía llorar por algo tan simple.
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Él que eras tú (Amourshipping)
FanfictionSiempre he dicho que te he amado y te amaré a pesar de todo, pero con el paso del tiempo ya no sé si sigo enamorada de ti o del que eras tú Este fanfic esta fuera del contexto de pokemon, sólo estoy usando a los personajes ya que me encanta este shi...