-Me mentiste? De qué hablas? -
-Es que... - No podía decirle lo de la institución, no aún- sí te quiero - me besó en aquel segundo, me sentía aún más culpable - b-basta -
-Por qué lloras? Estás temblando, tal vez debamos darte una ducha, una caliente - salió de debajo parándose, me arrastró de los pies y me cargó -
-Lo siento - musité cuando salimos de su despacho -
-No fue tu culpa salir corriendo de esa manera, estabas asustada, pero ni si te ocurra volver a hacerlo, porque yo estaba pensando que tal vez estabas fuera, que habías huido y... Sabes qué es raro?, Sebastian se quedó parado en silencio unos segundos y dijo, está en su despacho debajo de la mesa, pero en un primer momento no le creí ya que yo había estado allí hace un rato... Es... Extraño, como si tú también tuvieras una marca - asentí -
Llegamos a la habitación, me bajé para abrir la puerta y correr hacia la cama, pero no llegué a mi destino, me tomó de la cintura y me puso en su hombro.
-¡Ciel, solo quiero dormir! -
-Dormirás luego, nunca te has bañado en la bañera? Ya sabes, la grande que tenemos -
-N-no, no sabía que teníamos una bañera -
-Está detrás de la puerta esa que siempre te he dicho que habían cosas de limpieza -
-E-esa? - me bajó enfrente de la puerta, la cual se hallaba al lado del tocador -
-Se supone que lo uso solo yo, pero serás mi esposa y quiero que nos bañemos juntos - sonrió, negué pero no pude irme debido a su mano persistente en mi muñeca - es solo un baño - abrió la puerta -
Al entrar, la cerró con la llave dejándola en el mismo lugar.
Era... Del tamaño de otro baño solo que, cuando entrabas, del lado izquierdo habían una fila de espejos, con unos colgantes en medio, supongo que para colgar la ropa, del lado derecho, muchos estantes, con toallas diferentes, Jabones, para limpiar el cabello, etc. Todo bien ordenado.
Enfrente, era la bañera que decía él, era grande, podrían entrar seis personas y moverse libremente.
-Lizzy no sabe esto? -
-Por qué le diría? - prendió la ducha, el agua caliente comenzó a salir, luego lo vi prender las velas del lugar, lo ayudé viendo su propósito, cerró las ventanas de arriba de los estantes, con el simple jaleo de una cuerda, el sol apenas visible se colaba, iba apagándose por la hora - son velas aromáticas - explicó y me tomó de la mano - vengo aquí para relajarme, Elizabeth era demasiado para mi, me cansaba, así que... Ordené a Sebastian que hiciese este lugar. Una vez, ella tuvo que quedarse por dos semanas, me bañe aquí cada noche por aquellas dos semanas - se quitó la camisa quedando desnudo del torso para arriba -
-Conmigo... Cuantas veces...
-Hoy, solo hoy, y es para tranquilizarte solo a ti, y porque, quiero verte vulnerable para mi - admitió dándome vuelta, quitó mi cabello poniéndolo encima de mi hombro, bajó la cremallera lentamente e hizo un impulso pequeño del vestido para adelante, el vestido rojo oscuro, cayó al suelo- relájate cariño - lo escuché decir, fue hacia una caja de madera que había en uno de los estantes, sacó una bola color azul y blanca que manchó un poco sus manos - ésto te encantará- dijo dejando la caja y pasandome la bola - debes de tirarla al agua - pestañee un par de veces, la tiré y al poco rato comenzó a burbujear, a hacer espuma del color azul aquel - Bien, Suki, ven anda - me acercó y comenzó a desabrochar mi sostén, a lo que negué sosteniendolo - Hey, vamos... Bien, como quieras - lo vi bajarse los pantalones, me cubrí los ojos - no es tan malo - dijo y sentí como bajó mis pantis de un tirón - Shhhh - me cargó para sentarme en el borde con los pies tocando esa agua caliente, lo vi meterse y zambullir la cabeza, sacarla y limpiarsela con el agua que caía de la ducha, la apagó y sonrió hacia mi - Anda, vamos - me tomó de la mano y me senté junto a él - no vas a sacartelo? - señaló el sostén - negué - tienes una araña detrás - lancé un gritillo y sin querer me senté encima de sus piernas tratando de evitarla y mi sostén fue quitado de forma rápida, fue tirada por algún sitio sin previo aviso - no hay ninguna, tranquila, quédate donde estas -
-Es incómodo -
-Qué cosa? - preguntó abrazándome por la cintura y apoyando su cabeza en mi cuello, mis pechos no se veían por la espuma, la cual, olía muy bien, tan vez podrían haber sido las velas, pero me relajaba el estar así -
-Es que... Es grande - le susurré, lo que lo hizo reír -
-El primer cumplido que me haces, lo sabías? O al menos, directamente - besó mi cuello - Por qué eres tan hermosa? -
-Por qué piensas que lo soy, yo me considero algo... Más -
-Nunca serás algo más -
Estuvimos allí un rato hasta que tuvimos que quitarnos la espuma.
-Bien, y.... Ya - sacó el tapón y el agua fue yéndose lentamente.
-Puedes taparte los ojos? - le pedí, pero negó parándose, me tendió la mano, la acepté, tapando mis pechos con un brazo, lo que al parecer no le agradaba -
-Su, quita los brazos - suspiró al prender la ducha - tienes cosquillas? - negué - segura? - asentí - Bien, lo probaremos luego, no quiero que te resbales y... Qué es eso - se agachó y vio la marca que había hecho Sebastian en mi cadera - Así que con esto el desgraciado sabía donde te escondías - respiró y se sacó la espuma rápidamente, salió de la tina para ponerse una toalla en la cintura - Cariño, límpiate la espuma, tranquila sí? Cuando estés lista, quiero que apagues la ducha y si puedes las velas, si no quieres, no importa, luego vístete y eso, ya vuelvo, no salgas de la habitación -
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Velas y ducha apagadas, salí del baño cerrando la puerta.
Fui a vestirme con un pijama como la anterior vez, me sequé el cabello y fui a acostarme aún con una vela prendida.
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-No lo entiende Señor es...
-No me importa! Se lo sacas, ella me dará las escusas! - sentí como alguien me jalaba de la pijama para arriba -
-C-Ciel? -
-Shhhh - me contestó -
Sebastian pasó dos dedos por mi cadera.
-Vete, no quiero verte hasta mañana por la mañana -
-Como ordene, Señorita, debería decírselo -
-Decirme qué? - me cubrí con la manta - Decirme qué?! -
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You're crazy, but, I love you (Ciel Y Tú) (temporada 1)
Teen FictionCiel, ya cansado de buscar una prometida, con sus 16 años, pensaba en casarse con Elizabeth, pero un flechazo inesperado por Godrik Crown hacia aquella chica la hizo querer cambiar de opinión. Ahora Ciel, debe encontrar a alguien. Así que, decide...