-12 💬 Ven, Conmigo -

3.4K 269 84
                                    

-Te llamabas Sukii? - le pregunté luego de un silencio corto -

-S-si... No me digas Sorella, por favor, lo odio - me decia mientras jugaba con sus dedos -

-Si me mirases... Vamos - la animé, no la culpo, hace unos minutos su madre le dió una bofetada, que, además no se merecía, quería verle la cara, hasta ahora, todo bien, aunque parezca mal -

-No quiero, creo que quedará marca, tenía un anillo - la escuché decir-

Narra Sukii

-Bien, me presentaré, Ciel Phantomhive, soy de la compañía Funtom - abrí los ojos -

-La de juguetes? - le pregunté mirándolo un poco mejor, asintió - Podrías conseguirme un muñeco? - inclinó la cabeza -

-S-si, por qué? - sonreí -

-Nunca tuve uno, quisiera ver y tocar uno, dicen que son muy suaves - sonrió-

-Te conseguiré uno, lo prometo - suspiró - bien, háblame de ti, supongo que...

-No me gusta... Hablar de mi - apretó los labios -

-Bien, Suki, dime, sabes idiomas diferentes al tuyo? - asentí -

-Esto parece una entrevista- asintió -

-Lo lamento, eres la última - sonrió - No sabes lo que he pasado -

-De qué hablas? -

-Quieres escuchar una historia? - asentí -

🍪☕🗝️

Reímos un buen rato, parecía simpático.

Me contó sus experiencias, bastante ridículas, sobre su búsqueda.

Por así decirlo.

La vez que tuvo que usar un vestido, cosa que no pude dejar de reír por un buen rato.

Luego, le conté un poco de mi vida, se veía interesado.

Estuvo contándome muchas otras cosas sobre él.

Sin embargo, la puerta se abrió, interrumpiendo.

-Señor, Señorita - me sonrió - me disculpan, pero, el Señor Hushina quiere hablar con usted, mi Señor -

El chico se paró algo disgustado, lo vi tomarlo de la corbata, acercarle, y susurrarle algo en el oído, el mayordomo sonrió.

Cuando Ciel se fue, Sebastian se acercó unos pasos, dió una reverencia.

-Mi Señorita, Sebastian Michaelis, a su servicio, seré su mayordomo en futuro, déjeme darle una buena impresión - me tomó de la mano para besarla -

-A futuro? - asintió - Por qué?

-El Señorito fue a pedirle a sus padres entre... Comillas - tragué en seco, lo sabía - Que la deje irse a nuestra mansión -

-Q-qué?... P-para qué? -

-Pues, quiere tener a su novia para él - sonrió - Preguntas? - me levanté, pero antes de que pudiese salir, la puerta se abrió mostrando a mis "padres" -

-Felicidades cariño! Ya tienes esposo! - me abrazó mi madre - y yo que pensaba que como eras tan testaruda no conseguirías a nadie - frunci el ceño y la separé -

-Yo no me casaré con nadie, de quién hablan? -

Ciel entró a la habitación con las manos en los bolsillos, me tendió la mano.

-Nos reímos bastante, te agradé, verdad Suki? - al menos él me decía así-

-S-si... Pero...

-Pues ya está! - sonrió mi padre y tomó mi mano - serás su esposa  -

-No lo seré - negué retrocediendo, el mayordomo me tomó por detrás, de los hombros -

-Señorita, la tratemos como a una princesa, qué le parece? -

-No, Cállate -

-Sorella! - reprochó mi madre algo enojada y entrando un poco más a la habitación al igual que mi padre y Ciel-

-Me llamo Suki! No me digas Sorella, no sé ni de dónde sacaste eso - me crucé de brazos - y no... No me casaré contigo Ciel, lo lamento - suspiró -

-Yo, quiero que me conozcas un poco más, y, luego, si quieres decides - me decía entre pausas mientras se acercaba, retrocedi un poco -

-No quiero - susurré -

-Saori, como hacemos que se vaya?- susurró mi padre al oído de mi madre -

-Bien, me iré, pero quiero que sepas... - apreté mis labios sin saber qué decir- que Ciel, sabe Japonés y los escuchó en todo momento - al salir de allí corrí escaleras abajo seguida por Ciel -

-Su! Ven! - Su? Qué soy? Su novia? -

Salí de mi mansión, mia ? Bueno... Eso.

Y corrí, sabía donde estaba los comercios más cercanos, había visto un mapa de mi padre, pero me iba deteniendo poco a poco al llegar a aquellos lugares.

Era hermoso, gente, había gente, niños, caminaban, algunos corrían, se reían y cantaban.

Jamás había salido de aquella casa.

Y ahora que lo había hecho, no quería volver.

El viento era fresco, pero me encantaba.

Los colores inundaban.

Corrí hacia una de las jugueterias, era más grande que algunas que había visto por allí.

Me acerqué a la vidriera. Habían unos conejos de peluche, con unas cintas azules.

Senti a alguien entrar a la tienda, era Ciel, sin embargo, él no me miró, al querer irme, Sebastian me tomó por los hombros.

-Señorita, por favor - negué tratando de soltarme, pero cuando la puerta de aquella tienda se abrió, sentí algo suave a mi lado -

You're crazy, but, I love you (Ciel Y Tú) (temporada 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora