PRIMER CAPITILO

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Cuando ellas se conocieron, no hubo chispas, ni mariposas, nada, eran totalmente distintas, perseguían objetivos distintos, lo único que las unía era Harry el único amigo en común que tenían.

Lauren era una mujer muy atractiva, inteligente, bastante bonita, graduada en comercio internacional y futura heredera de uno de los emporios comerciales más grande de De toda la costa Este.

Por el contrario, Camila era de origen humilde, huérfana de padre y madre, hija única, lo único que le dejaron sus padres fue la casa donde vivía con una tía, todo lo que había conseguido fue a base de esfuerzo y dedicación, se graduó en administración de empresas gracias a una beca que consiguió en una de las universidades más prestigiosas del país, lo que la obligo por así decirlo, a refinarse, podía pasar perfectamente por una señorita de sociedad.

Fue allí donde conoció a Lauren y Harry, con Lauren no eran buenas amigas, simplemente conocidas, pero si quería mucho a Harry.

Lauren era caprichosa, acostumbrada a tener lo mejor, abiertamente gay y mujeriega. No tenía relaciones estables ni le gustaba el compromiso.

Camila sin embargo, era una romántica empedernida, idealista creía firmemente en el matrimonio, en el príncipe azul que llegara y la rescatara de su lucha diaria, eso siempre la llevo a que los hombres se aprovecharan de ella, que la utilizaran a pesar de ser tan exitosa profesionalmente, era muy crédula y excesivamente ingenua en lo personal.

Sin saberlo el destino de estas dos mujeres se cruzaría inesperadamente y sin duda ninguna podía predecir lo que les esperaba.

Los hilos de sus destinos ya se estaban entretejiendo y sería Harry, el causante de todo.

Debido a la ingenuidad de Camila, ella se enamoro por así decirlo, de su jefe, estaba convencida de que él, la amaba, así que cuando quedo embarazada fue de verdad una alegría inmensa, estaba dichosa, pero

cuanta no sería su desilusión, cuando el "hombre de su vida" le dijo que abortara, que no quería tener más hijos pues el tipo le salió casado y con hijos, se sintió morir, no lo podía creer, una vez más había sido burlada, ahora su futuro inmediato lo veía negro y sin salida con un hijo por venir y sin saber qué hacer, pero la cadena de infortunios no paraba ahí, debido a que el tipo era su jefe le perjudico enormemente su reputación, le invento falsos tanto así que fue despedida por según incumplir con sus deberes y el tipo no paro allí donde Camila quería trabajar, las referencias de él no eran las mejores, en fin, sin trabajo, embarazada y con su reputación hecha añicos no sabía qué hacer, a donde ir, todo se le había juntado. Su vida de repente se había convertido en un infierno.

Por otro lado Lauren no la estaba pasando muy bien que digamos, su vida licenciosa le estaba trayendo problemas con su padre, cansado y a la vez, preocupado por su patrimonio, le dio un ultimátum no estaba dispuesto a que la empresa que había luchado por años se viniera abajo por la falta de compromiso de Lauren, así que la cito en casa y le puso las cartas sobre la mesa

Papá: Hija, estoy preocupado por la vida que llevas

Lauren: Pero papá no te preocupes, no he descuidado tus negocios

Papá: Eso lo sé, pero lo que me preocupa es que cuando yo muera mis empresas queden a la deriva. Tú si bien eres una excelente profesional, tu vida personal entorpece que nuestros socios e inversionistas te vean con buenos ojos y me temo que no permitirán que asumas la presidencia después de mi muerte

Lauren: Papá ¿qué me quieres decir?

Papá: Lauren desafortunadamente para ti, estoy a punto de retirarme y la junta no te quiere como mi reemplazo. Y para eso a puesto ciertas condiciones que por lo que veo, tú no estás dispuesta a cumplir

Lauren: ¡Pero soy tu hija! ¡No me pueden hacer eso¡

Papá: Si pueden y yo lo permito, tu vida personal es un desastre y no me refiero a que seas lesbiana,

me refiero a que en la compañía saben de tus múltiples conquistas, tu promiscuidad, tu falta de compromiso, bien sabes, que para nosotros, la familia es primero y la junta a puesto como condición que para asumir la presidencia debes estar casada.

Lauren: ¿¡Qué!? Casada papá pero... - su padre la interrumpió siguió diciéndole los condicionamientos de la junta.

Papá: Si casada y no solo eso, que deberás como mínimo permanecer casada tres años.

Lauren: Papá la junta no puede hacerme esto, tú tampoco, no pueden obligarme a esto. Papá la junta sabe que soy gay ¿qué esperan?

Papá: Te lo dije, esperan que muestres estabilidad y compromiso y solo casada, podrás demostrarlo y que seas gay o no, no les importa lo gays también se casan, Así que hija tú decides.

Lauren: No me parece justo, no pueden condicionar mi vida de esta manera, no me casaré, no nací para tener compromisos de esa índole. Y se dispuso a marcharse cuando su padre le dijo – lo siento, pero es así y tienes tres meses para decidir qué hacer, pues ese es el tiempo que me queda para retirarme, si quieres asumir la presidencia, tendrás que casarte sino la junta nombrara a un presidente interino.

Se fue hecha una furia, no podía creer que su padre le hiciera esto. La sola idea de casarse la trastornaba, no quería unir su vida a otra persona, le gustaba su libertad, pero también su vida profesional. No quería que las empresas de su padre pasaran a manos de un desconocido, el trabajo de su vida, adoraba a su padre y entendía del porque lo hacía, pero casarse, sería cambiar por completo su estilo de vida y además con quien...

MatrimonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora