DÉCIMO TERCER CAPITULO

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Llegó la noche y Camila estaba muy ajetreada en la cocina con lo de la cena, parecía una hormiguita de aquí para allá, picando, horneando, estaba tan concentrada que no sé dio cuenta que Lauren había entrado y la observaba en silencio cuando la saco de su abstracción:

Lauren: Hey – cuando consiguió su atención – cuidado, la bebé ¿quieres que te ayude en algo?

Camila: No te preocupes, y si, podrías cortar estos tomates, por favor.

Lauren: Si, como los quieres

Camila: En cuadritos pequeños

Lauren: Bueno

Y empezó Lauren a picar con poca destreza, pues a la cocina no iba ni por accidente, sólo quería estar cerca, sentirla, pero por estar distraída se cortó, el dolor la hizo salir de sus pensamientos

Lauren: ¡Auch, mierda cómo duele!

Camila: A ver, muéstrame - Lauren se negaba - muestra para ver, hay que desinfectarla.

Lauren: No seas exagerada, no fue nada.

Camila: Eso lo decido yo, la mano - dijo visiblemente enojada y Lauren se percató de ello.

Lauren: Ya, toma es una cortada sin importancia mira - señalándole el dedo,

Camila: Estás sangrando, tienes botiquín

Lauren: Si, esta allá.

Mientras iba por el, le decía a Lauren:

Camila: Se nota que nunca cocinas, ¡Qué torpe eres!

Lauren: Ves, eso me gano por amable.

Camila: No me malinterpretes, te agradezco la ayuda, pero no quiero que te lastimes, ven te va arder un poco – le decía mientras pasa el algodón con alcohol

Lauren: Arde – intentando librarse – Camz, no seas cruel

Camila: Cobarde

Lauren casi llorando, pues le dolía: - No te ayudo más.

Camila: No llores, mira ya termine - el dedo tenía una bandita con carita feliz - si quieres, sólo me acompañas en la cocina y no te acercas a los cuchillos, vamos, no pongas esa cara de niña regañada - Camila pensaba para sí, que linda se ve - pero Lauren estaba a punto de llorar, Camila intento consolarla acercándose a ella, más de lo conveniente y le decía:

Camila: Qué puedo hacer para verte sonreír – con su frente en la de ella- dime

Lauren un poco nerviosa por su cercanía, dejé de llorar, alzó la mirada desde su perspectiva, sus labios se veían provocativos, deseaba besarlos, pero se aguantó, no quería echar a perder el momento con un impulso, así que sólo atino a decir

Lauren: Más te vale que tu cena sea sabrosa.

Camila por su parte tenía que reconocer que la cercanía de Lauren le era perturbadora.

Camila: Está bien, ¿Y qué más?

Lauren se lanzó con una petición extraña, pero de verdad lo deseaba: - un beso aquí – señalando la herida en el dedo.

Camila: Está bien - le tomó el dedo y lo besó - ya contenta

Lauren: Si, aunque eso no quita el dolor que me has causado

Camila: ja jajajaja dramática, siéntate, la cena ya está casi lista.

Así que Lauren, se sentó a esperar como niña pequeña la cena. No pasó más de media hora cuando Camila le dice:

Camila: Lolo ¿sabes poner la mesa o eso tampoco se te da?

Lauren: Chistosa, tampoco soy una inútil, si la sé poner.

Camila: Ponla para dos, ya está la cena.

Lauren: Por fin, muero de hambre.

Pusó la mesa y se dispusieron a cenar. Camila le sirvió primero y después a ella, esperando que Lauren empezará a comer después de dar gracias, se la quedo observando mientras comía para ver su reacción, tenía la necesidad de su aprobación, que le gustará, espero un largo tiempo, ambas comieron en silencio y al final Lauren le dijo:

Lauren: Debo reconocer que eres una cocinera fantástica, valió la pena, tanto dolor, cocinas mejor que cualquier chef de esta ciudad y del mundo entero ¡te quedó delicioso!

Camila dibujó una sonrisa de oreja a oreja y le dijo: - Gracias, me alegra que te haya gustado.

Lauren: Gustado es poco, delicioso, manjar exquisito, mataría por comer otra vez uno de tus platos.

Camila: Exagerada, sólo son canelones.

Lauren: Creo que a ti, hasta el agua hervida te queda bien.

Camila: jajajaja Si que eres aduladora.

Lauren: No, digo la verdad, no miento ¿cuándo cocinas de nuevo?

Camila: Cuándo quieras, ahora hay que lavar los platos.

Lauren: Déjalo, yo lo hago es lo menos que puedo hacer después de tan fantástica cena, ve a dormir, te ves cansada.

Camila: Estás segura, bueno, hasta mañana

Lauren: Espera y me despido de Clari - se acercó, dejó al descubierto la barriga y le plantó un beso - Hasta mañana nena, que duermas bien, hasta mañana Camz.

Camila el contacto de sus labios le erizó la piel, se fue adormir cansada y a la vez satisfecha, pensando en el beso de Lauren....

MatrimonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora