TERCER CAPITULO

18K 1K 25
                                    


Llego el día de la petición de mano. Lauren escogió un restaurante bonito, acogedor y discreto. Llegaron ella y su padre primero, mientras esperaban, su padre le pregunto de por qué tanta formalidad y elegancia, pues ella estaba regia. Elegante y distinguida no pasaba desapercibida. -Ya lo sabrás - contesto

No pasó mucho tiempo cuando apareció Camila y su tía, que estaba muy intrigada con el asunto, se sentó a la mesa. Lauren pudo notar que Camila estaba preciosa no se iba a casar con una mujer poco agraciada. Lauren comenzó:

Lauren: Papá te presento a Camila Cabello, mi novia

Papá: - Mucho gusto señorita, debes ser importante para mi hija, pues nunca me había presentado a una de sus novias - dijo el padre de Lauren mientras estrechaba su mano. Camila hizo gala de su educación e hizo lo propio con su tía

Camila: Tía te presento a Lauren Jauregui, mi novia - la tía quedo sorprendida y sólo atino a decir - Mucho gusto, señorita.

Comenzaron a cenar, cuando llego la hora Lauren se dirigió a la tía de Camila y su padre:

Lauren: Papa, señora, los invite a cenar aquí para pedirle la mano de su sobrina, ya que he decidido hacer caso a mi padre y sentar cabeza.

Dicho esto, saco un anillo precioso con una incrustación de esmeralda con oro blanco, era de verdad lindo, prosiguió y esta vez se dirigió a Camila:

Lauren: Camz, aquí delante de las personas que más queremos ¿te quieres casar conmigo? Ya que eres la única mujer con quien me quiero casar - y esto no lo decía por compromiso, de verdad, sólo se iba casar una vez así, que decidió que sería con todas la de la ley, pues no repetiría la experiencia.

Por su parte Camila le parecía increíble lo que estaba pasando siempre soñó con algo así, sonreía pues era exactamente así, sin más, una petición de mano tan simple, pero a la vez, tan profunda. Salió de sus pensamientos y contesto:

Camila: Si, acepto, siempre soñé con esto - no mentía, era cierto

El padre y la tía estaban muy sorprendidos, pero a la vez, contentos, a la tía le parecía extraño, pero lo prefería, a ver a su sobrina sufriendo, el padre de Lauren pudo menos que decir:

Papá: Me sorprende, pero estoy feliz - y dirigiéndose Camila - no sé cómo lograste que dejará su soltería y te lo agradezco, puedo retirarme en paz y a ti, hija mía se nota que tu futura esposa es muy inteligente, así que buena elección.

Ambas respiraron tranquilas, habían conseguido engañarlos, así que anunciaron la fecha y empezaron los preparativos.

Todo lo referente a la boda se encargó Camila, planeó su boda como siempre había querido, cuidó cada detalle, los invitados, las flores, dónde sería. Ella y Lauren habían quedado que el lugar fuese un cabaña a las afueras, frente a un lago, ambas tenían eso en común, le gustaba mucho el campo y el sitio era de ensueño. Camila le pidió a Harry que la entregará, a lo que él acepto gustoso y aprovecho de paso para indagar más sobre el acuerdo entre ambas:

Harry: Cuéntame más acerca de su sociedad

Camila: Acordamos dormir en cuartos separados, de puertas para afuera, las esposas más amorosas que pueda haber con besos, mimos, todo y de puertas para dentro, nada. Acordamos también que nuestra vida íntima sería muy privada y reservada, si ella quiere tener novia que lo deberá hacer discretamente y yo haré lo mismo, sólo vamos estar casadas tres años, después de eso, inventaremos algo para justificar nuestra separación, también acordamos que ella estaría siempre en la vida del niño, participaría en su educación y en la toma de decisiones importantes, el acuerdo también establece que tendrá después de la separación derecho a ver al niño o niña todos los fines de semana y le pasará una pensión a él y a mi de por vida.

Harry: Vaya que meticulosas, me he dado cuenta que están muy metidas en esto de la boda.

Camila: Si, es cierto, acordamos que si nos íbamos a casar fueran las condiciones que fueran, lo íbamos hacer cómo se debe. Lauren me dijo que sólo se iba a casar una vez y quería recordar con cariño la única vez que sentó cabeza.

Después de esto, se despidió, tenía aún muchas cosas que hacer, el tiempo corría y la boda sería en menos de 15 días, tenía muchas cosas pendientes, tan metida estaba en el asunto, que olvido la recomendación del doctor y tuvo que ir al médico pues estaba sangrado. El mismo le volvió a advertir - tendrá que guardar reposo, o perderá a su hijo, su embarazo es de cuidado, si no quiere perder a su hijo bájele a su ritmo.

Salió preocupada, así que llamo a Lauren y quedaron de verse. Cuando la vio, la notó demacrada, podían decir lo que fuera, pero nunca que era una indolente o desconsiderada, si algo tenía era esa facultad para darse cuenta de las cosas sin que se las dijeran:

Lauren: Hola ¿Qué Pasa? ¿Cuál es la urgencia?

Camila: Mira sé que esto es precipitado, pero no voy a seguir los preparativos de la boda, encárgate tu.

Lauren: ¿Por qué? Tú estabas llevando todo de maravilla

Camila: No puedo - lo dijo casi llorando - el médico me dijo que debía guardar reposo, que si no iba a perder a mi hijo y yo no quiero eso, quiero estar quieta Y tranquila hasta el matrimonio, por favor hazte cargo.

Lauren: Esta bien, dime que hace falta y guarda reposo, yo tampoco quiero que pierdas al niño, se cuán importante es para ti, Harry me ha contado que a pesar de que su padre te pidió que abortaras, tu no quisiste y eso lo admiro en una persona capaz de afrontar las consecuencias de sus actos, así que no te preocupes, yo termino con los preparativos.

Camila no se esperaba tanta consideración por parte de Lauren, la verdad, era que nadie le había dicho que la admiraba, se dio cuenta que quizá la imagen que se había formado de ella estaba un tanto equivocada. Le dio los pormenores de lo que hacía falta y se marchó a su casa.

MatrimonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora