Midnight Talks Do Make You Fall In Love♛j.g.

38

Tocó tres veces a la puerta. Una canción de rock alcanzaba a sonar desde afuera, el humo salía por el diminuto espacio debajo de la puerta y Anna Beth no pudo evitar pensar que Jack también estaba bebiendo.

La canción dejó de sonar y la puerta se abrió. Jack Gilinsky estaba sin camisa y en ropa interior, no era la primera vez que Anna Beth lo veía así. Aún era raro.

"Pasa." Pronunció con delicadeza. Anna Beth entró en la habitación, Jack recogió unos shorts que se encontraban en el piso tapizado por muchas otras prendas de ropa. En sí la habitación estaba hecha un tremendo desorden y olía muy varonil.

Ella se sentó en la cama y Jack la siguió. Sorprendentemente él fue el primero en hablar.

"Si Catherine y yo no hubiésemos terminado, ¿qué crees que sería diferente ahora?"

"No lo sé, Jack. Es algo imposible. Te besas con alguien nuevo cada fin de semana y te olvidas de ella como te olvidas de ir a la universidad. Tú eres así."

"Te recuerdo que Catherine me lastimó."

Anna Beth se puso furiosa: ¿cómo es que él si quiera se atrevía a hablar de un corazón roto cuando él dañaba a Anna Beth a diario?

"Pues entonces es mejor que hayan terminado."

"¿Lo dices en serio o porque me quieres sólo para ti?"

El egoísmo de Anna Beth sí era así de grande, pero esta no era la ocasión.

"Lo digo porque me importas y porque quiero lo mejor para ti."

"¿Lo mejor para mí o para ti, Anna Beth?"

Ella rodó los ojos y se rió con ironía.

"Ya ni siquiera quiero intentarlo contigo. Estoy con Preston."

"¿No quieres nada? ¿Y por qué me mientes? Tú no eres una fanática de las mentiras ¿o sí?"

"Tú me mientes todo el tiempo." Gritó ella sin pensarlo.

"Preston terminó contigo, Anna."

"Cállate, cállate, cállate, Jack."

"¿Y si no?" Ahora él gritaba. "Acéptalo, siempre me has querido a mí y eso trajo sus consecuencias."

Ella lo miró con odio. Estaba siendo engreído y no parecía tener algún límite. Quizás había sido así todo este tiempo y sólo ahora se daba cuenta. Quizás no. Pero sin duda la sacaba de quicio.

"Basta, Jack. Quería arreglar las cosas contigo pero tú lo haces imposible."

"Bésame."

Ella se quedó estática. ¿Es que había escuchado bien? Jack Gilinsky le había pedido que la besara. Todo lo que había ansiado por años se estaba cumpliendo en este preciso momento.

"¿Qué?" Preguntó ella, sólo para estar segura que no había escuchado mal.

"Bésame." Repitió. No, Anna Beth no estaba loca. De hecho, al que parecía faltarle una tuerca era a Jack.

Anna Beth lo necesitaba. Esta precisa etapa de su vida era una mierda y de verdad quería eso. Lo deseaba. Era de alguna forma patético, o a lo mejor la palabra correcta para describir el amor que Anna Beth sentía por Jack era: enfermizo.

Porque ella soportaba toda la mierda de Jack. Y no decía nada. Al contrario, ella pedía disculpas por los errores de él. Entonces él estaba acostumbrado al trato impecable que ella le daba.

Así que Anna Beth lo cumplió. Lo besó y no tardó en sentarse en su regazo. Las manos de Jack viajaron por debajo de su vestido y ella no se quejó. Jack también quería esto, pero parecía que admitirlo le dolía.

Ella no pensaba con claridad pero vamos, ¿por qué regresaría con Preston si Jack por fin le daba un poco de su atención? 

Es suficiente con decir que mientras ella desnudaba a Jack, Preston ni siquiera se le cruzó por la cabeza.

Él fue gentil dentro de lo que pudo, la cargó hacia la cama y ella sola se quitó el vestido. Sus inseguridades no existían más: Jack la encontraba lo suficientemente atractiva como para llevarla a la cama.

Poco a poco sucedió. No hablaron, ni se miraron a los ojos y a ninguno de los dos se les escapó la palabra con t—aquella que arruina cualquier primera cita—.

Y cuando terminaron, se quedaron mirando al techo de la habitación; estaba lleno de posters de bandas que Jack amaba y Anna Beth desconocía por completo. La mancha de ceniza en la esquina de la alfombra de pronto se volvió muy interesante para los dos cuando no tuvieron nada que decir.

Las cosas iban a cambiar, Anna Beth no estaba segura si iban a ser mejores o peores. Pero por supuesto que iban a cambiar.