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Una semana después Jack Gilinsky estaba en la puerta de la casa de Anna Beth. Él le prometió que si se despertaba en ese momento, tendrían el mejor viaje en auto de su vida. Rentó una cabaña y festejarían el cumpleaños de Catherine.

A Anna Beth no le fascinaba mucho la idea, especialmente porque vería a Jack mirando a Catherine como a ella le gustaría ser mirada.

Pero las ganas de pasar un fin de semana con Jack eran mayores que el disgusto que le tenía a Catherine. Así que aceptó. El viaje no podría ser tan mierda, Jack Johnson asistiría y quizá Anna Beth se animaba a intentar algo con él. Si Jack estaba con Catherine, ¿por qué ella no con Jack Johnson?

( . . . )

"Y...¿Anna? ¿Qué ha sido de tu primo...Andy? ¿Así era su nombre?"

Anna Beth rodó sus ojos mientras miraba por la ventanilla, Jack Johnson fue el único en notarlo cuando soltó una risita silenciosa. Era obvio que Catherine sabía que su primo se llamaba Andrew, sólo quería hacerse la despistada para pretender que no se había enamorado perdidamente de él. Porque, vamos, con ese rostro de ángel ¿qué chica no se enamoraría de Andrew?

"Pues estudiará en Kansas...no estoy segura qué es."

"Y...¿vivirá contigo?"

Anna Beth notó que Jack Gilinsky tensó su mandíbula, poniendo aparte que Catherine estaba siendo fastidiosa con las preguntas...Anna Beth estaba disfrutando mucho ver a Jack celoso. Pero claro que él no estaba atento de la diversión de su mejor amiga, estaba muy concentrado en lo bien que su chica hablaba del castaño precioso que había conocido en la fiesta.

"No, pronto buscará un lugar y se quedará con su hermana."

"Puedes decirle que en mi edificio hay un-"

"¡Gasolina! Es hora de...de cargar gasolina ¿bien? Estirar un poco las piernas y eso...¡todos abajo!" Jack Johnson es un maldito héroe. Estacionó el coche y le pidió amablemente a Anna Beth que lo acompañara a la tienda de servicio.

Al entrar al pequeño local, el rubio pidió treinta dólares de gasolina y Anna Beth echó un vistazo a las golosinas, terminó comprando una bolsa de frituras, unas tres de dulces y un litro de soda; las cuales el rubio insistió en pagar.

¡Era un caballero desde la punta del pie hasta su último cabello! Pero aún así, Anna Beth estaba enamorada de Jack Gilinsky.

Mientras caminaban hacia el auto, notaron que los vidrios estaban empañados y maldita sea, lo único que pudo pasar por la mente de Anna Beth fue lo peor. Efectivamente Jack y la señorita Catherine estaban besándose en la parte trasera del coche.

Anna Beth miró a Jack riendo, él la abrazó por la cintura y comenzó a reír por igual.

"Mierda." Rió el rubio.

"¿Qué aplica aquí? ¿Esperamos a que terminen...los interrumpimos...o qué?"

"Tengo una idea."

"¿Y?" Preguntó la chica cuando éste se quedó callado por un largo tiempo.

Fue genial, porque ella no sospechaba ni un poco que los finos labios del rubio terminarían sobre los suyos. Fue un beso tan simple que lo hacía bello, y ella no era poeta pero su Shakespeare interno podría despertar sólo para describir lo que le hizo sentir.

Midnight Talks Do Make You Fall In Love♛j.g.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora