Daddy's here.

Capítulo final.

                                                       (Si leen, voten por favor, gracias♡.) 

—Oh mierda, estas tan apretada muñeca, tan apretada —susurra y se mueve lentamente— que me llames así hace que las ganas de follarte solo aumenten...

Jadeé y lo bese desesperada, hacia tanto que no tenia relaciones. Sus caderas iban de atrás para adelante, y así, ni suave ni fuerte.

—Tu boca es muy mágica, ¿lo sabías?

—No —me muerdo el labio.

—Y tu lengua también —sonríe, volviéndose a mover dentro de mi— estoy realmente sorprendido.

—Suelo causar eso —la diversión se notaba en mi cara.

—Me gustaría quedar más sorprendido después, si no es molestia.

La satisfacción de escuchar eso, me volvía loca.

—Todo lo contrario —me arqueo hacia el— será un placer hacerlo.

—Siempre sorprendiéndome nena —gime y me embiste fuertemente.

Sus entradas y salidas eran eternas, me desesperaba y el lo sabía.

—Vamos papi, mostrame que tan duro te gusta —susurro agitada y su mirada se detiene en la mía.

—Estas jugando con fuego nena —dirige su cabeza a mi cuello y marca un camino de besos hasta mi pecho izquierdo.

Lo muerde y gimo. Me relamo, oh Dios, entre sus embestidas y la estimulación de su boca no se con cual me quedo.

—Me gusta quemarme —acaricio su pelo.

—Vamos a quemarnos justos entonces —tira del pezón y mi piel se eriza.

Levanta su cabeza y vuelve a besarme. Nos hace girar y yo quedo sobre el.

—Creo que necesito una buena montada, y supongo que no vas a fallarme en eso —se relame la boca y yo me acerco para besarlo de nuevo.

—No pienso hacerlo papi —coloco ambas manos, una de cada lado de su cabeza para sostenerme.

Sus manos se aferraban a mis caderas, la levanta y vuelve a bajarla con todas sus fuerzas.

—¡Oh papi! —grito y me muerdo el labio— papi...

—Esa es mi nena —vuelve a hacerlo y vuelvo a gemir.

Miro hacia mi lado y la lluvia ya no estaba mas, ¿cuando se detuvo?

—Esto se siente tan bien —chillo de la desesperación por la liberación.

—Lo se muñeca —me acerco a sus labios y lo beso.

Muevo en círculos mis caderas sobre su miembro, tentándolo. Una mano de el azota levemente mi muslo derecho, y en vez de gritar solo jadee como respuesta.