Capítulo 4.

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                                                       (Si leen, voten por favor, gracias♡.)

{2 horas después}

Me desperté agitada, y con mucho calor, un brazo estaba rodeando mi cintura y sentía una respiración en mi cuello... era Justin.

Recién recuerdo que le había pedido dormir con el, por miedo a la tormenta, que aun seguía pero sin truenos.

Mi corazón volvió a latir con fuerza, estar pegada a el me debilitaba, su calor me debilitaba. Puse mi mano sobre la de el y trate de sacarla.

—No, por favor —susurró, y aferro mas su mano alrededor de mi cintura.

Solté un jadeo, desesperada, ¿estaba hablando dormido?

—Justin —insistí despacio.

—¿Que Alexia? —se quejó.

Descarte la idea de que estaba dormido, pero aun estaba pegado a mi.

—Nada, lo siento —murmure.

Acosté de nuevo la cabeza, mirando para mi lado izquierdo. Ahora no podía dormirme, sentirlo tan cerca y que mis hormonas comenzaran a molestarme, no me jugaban a favor.

Me moví hacia atrás, intentando encontrar un espacio, pero solo encontré la prominente erección de mi padrastro. Justin gruño en mi oído, y empujo sus caderas hacia adelante, jadee en respuesta... La sangre comenzó a circular rápidamente por todo mi cuerpo, su brazo se apreto sobre mi cintura y me empujó más atrás, haciéndome sentir su dureza detrás de mi, sin ser consciente de lo que hacía, me refregué sobre el.

¿Esto estaba pasando realmente? Siento que me estoy quemando de necesidad. Me muerdo el labio, esto esta mal, pero se siente bien... muy bien.

Con unos simples movimientos, Justin se subió sobre mi y sostuvo mis brazos sobre mi cabeza.

—¿Estás provocándome? —susurró sobre mi boca.

Volví a jadear y lo mire a los ojos, yo no lo estaba haciendo...

“No podes engañarte, estuviste buscando esto toda la noche.”

Mi mente a veces puede ser puta... pero debo admitir que tenia algo de razón.

—No lo hice a propósito —logre pronunciar.

—No te creo Alexia —choco su nariz contra la mía— no te creo...

—Pero es verdad —me relamo la boca.

—Y esto también es verdad —presiona su erección a mi estómago y me muerdo el labio para no gemir.

—¿Yo... hice eso? —asiente levemente y roza sus labios con los míos, en este momento deseo que me bese.

Como si hubiera leído mi pensamiento, me beso. Soltó mis manos, y dirigió las suyas a mis piernas, metiéndolas por debajo del vestido.

—Esto esta mal —me alejo de su boca y lo miro.

—Lo se —murmuró— pero ya no puedo resistirme, desde que conocí a tu madre, trate de verte como una hija, ahora me cuesta hacerlo, ya no sos una nena...

En mi pecho creció un dolor al recordar a mama, pero su voz resonaba en mi cabeza, el ya no me ve como una chica, me ve como una mujer.

—Por favor, olvidemos todo por una noche, de los tediosos trabajos, de las dolorosas pérdidas, del mundo que se encuentra ahí afuera —comenzó a besar mi clavícula y descendió sus besos por todo mi cuello.

Un suspiro salió de mi boca y sus palabras resonaban en mi mente. Mi mamá se llevaba 9 años con el, se enamoraron y estuvieron juntos 6 meses, luego sucedió el accidente. Justin quiso hacerse cargo de mi ya que aun no tenia trabajo. Ahora puedo decir con claridad que el me salvo la vida, le debo todo.

—No nos atemos al pasado, disfrutemos uno del otro —mordió mi cuello y gemi— ¿así te gusta?

—Si —me mordí el labio— solo necesito saber algo antes...

—¿Qué?

—¿Amabas a mama? —en sus ojos vi dolor, pero acompañado de nostalgia.

—Realmente la amaba Alexia —se bajo de mi, y se sentó al lado— si esa pregunta es porque crees que te estoy utilizando como consuelo —hizo una pausa— no, no es así, es difícil decir lo que realmente siento cuando te veo, ya que al verte recuerdo a tu madre, pero nunca —recalcó— te usaría.

Mis ojos estaban a punto de llorar, nunca había conocido esta faceta de el. Recosté mi cabeza sobre su hombro y tome su mano, para envolverla con la mía.

—Gracias por tu honestidad, eso me saca un peso de encima —digo y se lleva mi mano hacia arriba, besándola... por un momento creí haberme ruborizado.

—Me alegro haber servido de algo, no quiero que después de esto nuestra relación cambie —susurró.

—No, nunca lo hará —me apresure a contestar— desde que mama murió nunca me sentí mas feliz como ahora.

Lo mire y parecía confundido... mi confesión tomo por sorpresa a Justin, lo entiendo.

—Yo... lamento si...

—No te preocupes nena —beso mi frente— yo también estoy feliz ahora.

—¿En serio? —susurré contenta.

—Muy en serio.

Tiro de mi hacia atrás y se volvió a acostar sobre mi. Capturó mi boca duramente, me fue difícil rechazarlo, nunca me habían besado así, y era sumamente excitante.

Al separarse de mi, tiro de mi labio. Respire agitadamente y lo mire, había vuelto el Justin salvaje de hace unos minutos atrás.

Daddy's here.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora