III

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Jeff pasó a su lado indicándole que le siguiera. Mike avanzó tras de sí escrutando cada detalle del despacho de su viejo amigo Jeff. Las paredes habían sido un día blancas, ahora eran de un tono amarillento, posiblemente culpa de la humedad y del poco mantenimiento. Justo detrás de la silla de cuero negra donde minutos antes esperaba Jeff impaciente había una pequeña ventana cuadrada, dos tablillas marrones descoloridas de madera separaban cuatro pequeños cristales. En la esquina derecha había una gran planta, un ficus marchito, de color marrón.

-¿No riegas las plantas Jeff?

HevnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora