XVI

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-Mierda Jeff- Mike abrió los ojos mientras se incorporaba- Puede que te salve la vida pero esta mierda duele de todos modos- Se abrió la camisa, la bala se había vuelto un amasijo redondo aplastado contra el chaleco antibalas.

Jeff se sentó a su lado, se llevó las manos a la cara y comenzó a reírse.

-Me habías asustado, pensé que estabas muerto.

-Todavía no amigo, todavía no- Se puso en pie, tendió la mano a Jeff para que se levantara también- Antes tenemos que averiguar quién me ha matado y por qué te persiguen.

-Mike, estás vivo.

-No lo estaría si no fuera por este viejo cabrón- Se golpeó el chaleco antibalas con la mano a la altura del pecho- Mierda, como duele.

Los dos volvieron al coche, el resto del camino hasta la casa de Mike fue un viaje tranquilo, fueron repasando quién podría andar detrás de Jeff y por qué razón.

Su casa no estaba lejos, tardaron algo más de veinte minutos en llegar. Subieron al deprimente y sucio apartamento de Mike, cogieron un par de cervezas y se sentaron a ver la tele tienda. Eran poco más de las 5:30 de la madrugada. No podía hacer nada más que intentar descansar, y hacer memoria para encontrar al responsable de la carta a Jeff y el disparo a Mike.

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