Azul Celeste|Terminada|

Capitulo-1

Se había ido con tanto dolor en su corazón de aquel lugar donde creció, donde conoció a los mejores amigos que pudo tener, donde encontró el verdadero amor. Ahora tenia que comenzar de nuevo en otro lugar y aunque no pretendía hacer otros mejores amigos ni encontrar un nuevo amor, tendría que seguir su vida pues no sabia cuando volvería, ni siquiera sabia si algún día volvería.

Al llegar a Suiza se instalaron en un pequeño departamento en lo que encontraban una casa que rentar o comprar. Los días comenzaron a pasar lentamente, pues la desesperación de la familia porque Martín estuviese de nuevo con ellos se hacia presente. 

Para Alonso todo fue un poco menos difícil pues Jos y el mantenían cierta comunicación. A pesar de la diferencia de horario buscaban la manera de hablar. A veces mientras era de día en México y de noche en Suiza Alonso se desvelaba para hacer videochats o viceversa.

Él y sus hermanos habían comenzado a ir a una nueva escuela en el norte de la ciudad. Su madre se las arreglaba para ir al hospital por las mañanas después de que los chicos se fueran al colegio pero pronto eso cambio, comenzó a irse mas temprano de lo normal al hospital y volvía ya muy tarde, Alonso tuvo que empezar a hacerse cargo de sus hermanos.

De pronto una tarde alguien tocó al timbre de la ahora casa de los Villalpando y vaya gran sorpresa que el rubio se llevó cuando al abrir la puerta se encontró con Andrés.

-Andrés- exclamó con sorpresa.

-Alonso!- le dio un abrazo- pero hombre quita esa cara que no viste a un fantasma.

-Bueno, esque es una sorpresa que estés aquí ¿cómo conseguiste la dirección?

-Sorpresa no creo tu sabias que vendría a Suiza con mi padre y la dirección... ¿te olvidas que el médico que atiende a tu padre es amigo de mi familia? Solo bastó una llamada.

-Cierto, lo olvidé por completo.

-¿Y cómo estás? Me enteré que comenzaron a ir a un nuevo colegio.

-Si, mis hermanos y yo hemos comenzado clases hace apenas una semana.

-¿Y tu madre? ¿Está en casa?

-No- dijo con tristeza- se la pasa todo el día en el hospital, se va desde muy temprano y vuelve ya muy tarde. Mis hermanos y yo hemos tenido que arreglarnoslas solos.

-Vaya y me imagino que por eso tu cara, el que mas esta haciendo eres tú ¿o me equivoco?

-No, no te equivocas.

-Bien pues hoy tú y tus hermanos se olvidarán de todo.

-¿A qué te refieres?

-Voy a llevarlos a comer y dar una vuelta.

-No ¿cómo crees?

-Somos amigos Alonso, quiero ayudarlos. Anda ve por tus hermanos.

Y así lo hizo, ese día Andrés logró que los pequeños Villalpando se divirtieran. Logró que sonrieran y se olvidaran de todo aunque sea por un rato. Cuando la noche llegó, regresaron a la realidad y agradecieron al chico por la tarde que habían pasado.

Alonso hizo una pequeña video llamada con Jos esa noche.

-Hola pequeño!- saludó el pelinegro cuando vió a Alonso por el computador.

-Hola Jos ¿que tal tu día?

-Pues lo normal, ya sabes escuela, tareas y eso, ¿Y tú?

-Igual, escuela, tareas y...- meditó un segundo sobre si decirle que Andrés había estado ahí esa tarde- y extrañándote mucho.

-Tambien te extraño y no sabes cuanto. Quisiera teletransportarme y estar ahí contigo ahora, poder abrazarte y darte muchos besos.

-Igual quisiera que estés aquí, me hacen mucha falta tus abrazos.

-Tranquilo pequeño, verás que pronto estaremos juntos de nuevo.

-No lo se Jos. Papá no ha mejorado y no se cuando regrese a México.

-No importa el tiempo que pase, estaré esperándote.

-¿Y no irás a la escuela?

-Hoy no, tengo algo de sueño y me quedaré a descansar.

-Entonces te dejo dormir.

-Igual tu debes dormir. Ahí ya es muy tarde.

-Eso haré

-Te amo Alonso.

-Te amo Jos.

Su videollamada terminó. Como si estuviesen compenetrados, al momento que Alonso se recostó, Jos igual lo hizo. Alonso miraba hacia el lado derecho de su cama y Jos miraba al lado izquierdo de la suya. Era como si estuviesen mirándose. 

-Buenas noches amor- dijeron al mismo instante antes de cerrar los ojos.