Capítulo 10

466 11 12
                                    

Con la piel erizada por la anticipación que supone estar de nuevo en este cuarto, entro al cuarto y tomo mi posición frente a la puerta, colocándome de rodillas como le gusta al amo, cierro los ojos y trato de regular mi respiración.

Cada día que pase lejos de él, me imagine como sería volver a estar a su disposición, complacerlo en todo, eso es lo único que en verdad he querido hacer por voluntad desde hace mucho tiempo. 

La puerta se abre y siento pasos a un lado de mi, como es su costumbre el pasa sin siquiera mirarme y se dirige a donde usualmente se cambia y se pone ese pantalon rasgado que suele usar en este cuarto.

Mis bragas se humedecen cada vez mas, los minutos pasaban con gran rapidez  y aun no había señales de el amo grey, los latidos de mi corazón eran cada vez más frenéticos y este parecía querer salirse de mi pecho.

 — ¿Esta cómoda señorita Leila? — Estaba tan sumergida en mis pensamientos que no me di cuenta de en que momento el señor Grey se coloco detrás de mi, golpeaba súbitamente su mano con algo que supuse era un fusta de flecos, en seguida coloco un antifaz en mis ojos impiendome ver todo lo que me rodeaba. 

  — Si—   Respondí a su pregunta justo antes de recibir un golpe en la espalda con lo que traía en las manos, una sonrisa aprecio en mis labio al darme cuenta que en verdad había acertado con la fusta.

Una mano se posiciono en mi espalda ayudándome a levantarme de donde estaba hincada, de apoco una esposa abrazo mi mano derecha para luego sujetarme a algo que supuse era el poste de la cama.

  — Ahora Leila, no harás ni un solo ruido, si un solo gemido sale de tu boca seras castiga y no te dejare llegar al orgasmo, ¿Entendido? —  Como rayos pretende que no salga de mi boca un solo ruido si con su sola presencia provoca casi el orgasmo completo en mi, es ilógico, pero si hay algo que no  quiero de este hombre es un castigo. 

Los siguientes minutos son una lucha constante entre lo que mi boca no debe hacer y lo que mi cuerpo pedía a gritos sacar, las embestidas del amo estaban matándome y de tanto morder mi labio para evitar que de allí saliera algún tipo de sonido  ya estaba sangrando.

 Cuando el orgasmo llego a mi, sentí la electricidad correr por todo mi cuerpo y al estar de pie logré que la sensación de estar cayendo desde un precipicio no me derribara. Pensé por solo un instante en dejar salir todos los gemidos reprimidos y recibir con gusto los castigos que el amo quisiera darme, pero mi trasero no estaba dispuesto a ello.

Estaba ante el desnuda por completo con los ojos vendados y con el cuerpo erizado por todas las sensaciones que el me provocaba, quería poder gritar su nombre, mi mente iba a mil por horas, y mi cuerpo aun cuando acababa de recibir cientos de buenos tratos hacia él aun no se sentía satisfecho, quería mas, y es que con ese espécimen quien no va a querer cada día más y más, el corazón me brincaba. 

  — Aun no he terminado contigo.— Dice con su voz rasposa.—  Necesito que te subas a la cama, dice y en seguida quita el antifaz de mi ojos, poco a poco abro los ojos tratando de que la luz no me lastime la vista, sin embargo la habitación tiene solo una lampara prendida y esta desprende solo un color rojo lo cual solo hace que no se vea mucho, lo primero que mis ojos ven es la cama de cuatro postes, las sabanas de esta eran rojas como la sangre ahora seca que salia de mi boca hace unos instantes, del lado derecho se encontraba un mueble color caoba que tenia dentro todo tipo de cinturones, de diferentes colores y tamaños, únicamente había utilizado conmigo menos de la mitad y los demás se veían de lo mas aterrador, y digamos que ya he visto esos en otros lados y no me asustan en si, es solo que me asusta saber como es que el amo lo utilizaría.

De pronto la imagen de Nate golpeándome hasta casi matarme me viene a la cabeza, recuerdo como pasó todo, el enfurecido, yo tratando de complacerlo y de pronto todo se puso negro, en un momento yo estaba en el suelo con la espalda dañada y sangre por todos lados.

El Diario de Leila Williams (FanFic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora