Sangre

1.8K 147 16
                                    

Godric bajo las escaleras hecho una furia, Salazar estaba en la cocina curioseando y los muggles sentados comiendo en una mesa redonda.

-Oye, Godric, ¿que son todos esos gritos?-el nombrado se acercó, pero ignoro completamente a Salazar- mmm hice una pregunta-.

-¡Ustedes!, ¡como se atreven a hacerle daño a mi pequeño!- Salazar estaba algo confundido, pero a los segundos comprendió. Los muggles solo temblaban, petunia se escondió detrás de su esposo y Dudley detrás de ella- Miserables, Crucio - los tres empezaron a retorcerse y gritar, Salazar salio de la casa- Crucio...Crucio... ¡CRUCIO!...-.

--Ayuda a Harry, Sirius.. Tenemos que arreglar algo.- las dos mujeres salieron, Sirius le ayudo a levantarse, miró la pequeña habitación, un armario, una cama y un escritorio, eran las únicas cosas que se veían a simple vista.

-Tranquilo cachorro, nos iremos, ¿donde están tus cosas?- le señaló bajo de la cama, Sirius se agachó y vio tres cosas, una maleta, la saeta de fuego y una jaula vacía,- es la de Hedwig ¿donde está?-.

-Siempre le pido a Hagrid que la cuide en vacaciones-

-Esta bien... Vámonos- Sirius levitó las cosas de Harry, al ver que este no podía caminar del todo bien lo cargo, Harry rodeó sus brazos en el cuello del mayor, bajaron las escaleras tranquilamente hasta que escucharon muchos gritos, más que de dolor parecían de terror, corrió con Harry en brazos hasta la cocina donde estaban los fundadores jugando ajedrez mágico en el comedor, Harry jaló un poco el cabello de Sirius y señaló la sala, él giró para ver a tres personas en un rincón tratando de ocultarse uno detrás del otro, se veían muy diferentes a cuando llegaron, ahora sus ojos eran rojos, como si hubieran llorado, se veían como si los hubieran cruciado hasta el cansancio, Harry fue el primero en Notar al fantasma.

-¿peeves?-.

Los fundadores desaparecieron los juegos y fueron hacia la puerta.

-Si, Salazar lo trajo y al parecer está feliz de ayudarnos... Se quedará aquí por unas semanas-

-Bueno, ya terminé con los hechizos.. si algún mago intenta entrar, nos avisará con diez minutos de anticipación, y Helga... No esta feliz, esta encantado por venir a molestar muggles- Salazar ofreció su mano todos la tomaron, aunque Harry ya estaba dormido en brazos de su padrino.

En una pequeña cabaña a las afueras de londres los esperaban snape y Draco, Sirius despertó a Harry para empezar su entrenamiento, pero antes, busco un ungüento para los moretones de Harry, sabía que era efectivo ya que lo usaba cuando discutía con su padre, y Severus le dió una poción vigorizante para recuperar sus fuerzas. los cuatro fueron a una sala, que al parecer era de pociones, snape con un movimiento de varita dejo la sala perfecta para entrenar, tenía una silla en un extremo, al otro extremo maniquíes que se movían en círculos, perfectos para practicar defensa.
Los fundadores en cambio, fueron a la biblioteca, tenían que estudiar más sobre el portal que comenzarían a hacer en dos días.
-Bien Potter, tienes que dejar la mente en blanco, cualquier sentimiento o pensamiento debe desaparecer- ya que Harry tenía una semana y media para entrar, snape pensó que estudiarían oclumancia y luego, media semana pociones y la otra media defensa. así pasaron el resto de vacaciones, unos entrenando, sudando, y gritando. los otros cuatro, por el contrario, en la cámara secreta de hogwarts creando un perfecto portal.

En un abrir y cerrar de ojos ya estaban de nuevo en la estación king's cross, el andén abarrotado de estudiantes tanto nuevos como mayores, Harry de despido de su padrino, y subió al tren, buscó la última puerta, ese compartimento siempre estaba vacío, pero para su mala suerte cuando estaba verdaderamente cómodo una castaña y un pelirrojo entraron y se sentaron frente a él.

En La Eternidad De Nuestros DeseosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora