Un doncel

982 46 6
                                    

Me encuentro caminando hacia la playa, apenas son la tres de la madrugada lo que me hace suponer que la fiesta hace  rato que se había terminado, entonces...
- ¿Por qué ir ahora?
Sencillamente porque el "idiota" de mi hermano y mi primo se encuentran allí.
- ¿Pero... porque ahora?
Sencillo necesitaba salir a tomar aire, necesitaba una excusa para salir del encierro al que estoy sometido en mi propia casa. Mi adorado hermano me niega el privilegio de ver el mundo desde hace mas de dos años, es demasiado sobre protector o así se definiría él. Lo peor es que esto no siempre fue así, es más en el pasado ninguno de ellos dos se molestaba tan siquiera en preguntarme como había sobrevivido sólo durante la semana, y es que ellos acostumbraban a irse semanas completas de fiesta dejándome sólo en casa sin un método de subsistir, quizás exagero un poco, pues dejaba la despensa llena.
Esto no es lo único diferente, sino que también con mi primo vivía en una constante discusión, era obligatorio, cada vez que nos veíamos, las ofensas iban y venían, a diestro y siniestro, yo típicamente le llamaba copia barata y él a mi bastardo.
Y debería ser al revés.
Yo soy el pequeño y él, el hijo fuera del matrimonio, aunque a estas alturas a quíen le podría importar. Ni mis padres, ni mis tíos están vivos, todos perdieron la vida en un accidente de tráfico hace 5 años tiempo en el que mi hermano empezó a descarriarse y llevar por el mismo camino a mi primo.
- ¿Qué hizo que cambiaran la situación? ¿Qué se volvieran "sobre protectores" conmigo?
Mi estado, sí, mi estado. En una de sus escapadas casi le quitan mi custodia a mi hermano, soy menor de edad, por aquel entonces me enfermé, él se encontraba fuera y por suerte venía de regreso de su fiesta. Lo importante de aquella ocasión fue, que en ese momento en el que por la acción de los vecinos fui llevado de emergencia al hospital, tras una serie de exámenes que me hicieron descubrieron que era un doncel, por lo que me enteré en aquel entonces y aun ahora en el mundo apenas hay y los pocos que nacen, lo guardan en secreto prestándose a ser conejillo de indias del médico de turno, digamos como intentaron hacer conmigo.
Claramente yo no acepté, solo de pensarlo me da grima, por Dios, lo que pretendía aquel que doctor era simplemente repulsivo. Para mi suerte mi hermano no había dado muchos datos nuestro, solo mi nombre y poco mas, así que ahora como quien dice me mantiene encerrado, no me dejan salir, ni ser visto, protegiéndome y así tengo algo más dos años.

Hoy mi hermano hizo una de sus habituales escapadas de una noche, según él, tiene necesidades que en casa no puede remediar, y mi primo por igual, así que se fueron de fiesta, sus típicas celebraciones consistían: en alcoholizarse hasta tener un coma etílico o hasta conseguirte un o una niña linda que "follarte", explicación que me había dado mi hermano hacia unos años atrás.

¡Oh! Que torpe, todavía no me he presentado, soy Sasuke Uchiha y busco a un par de idiotas alcoholizados, que como empezaron la fiesta en casa, me dejaron sin seguro en la puerta.

Me encuentro a la orilla de la playa, recibiendo con gusto la fresca brisa y el rico aroma que viene con ella, tenia tanto tiempo sin ver la playa aun viviendo a algunas cuadras. Cierro los ojos y me doy la vuelta para seguir buscando a Itachi, cuando en un instante siento un robusto cuerpo caer sobre mí, poniendo su enorme mano en mi boca y agarrando con su otra manos mis brazos por encima de mi cabeza.
Yo forcejeaba y pataleaba intentando sajarme pero el cuerpo que tenía encima era demasiado para mí, no me sentía capaz de hacer nada.
- Tranquilo –me dijo aquella persona –no vayas a gritar –me advirtió en un tono amenazador, "como cojo... espera el que me tranquilice si intenta ultrajarme" – fue lo único que pensé. Moví mi cabeza asiéndole entender que haría lo que él pedía, aunque observaba atento la posibilidad de desasirme de su agarre . El quitó su mano de mi boca y la bajó a mi pecho eso me puso en alerta.
- Por favor. –le rogué –creo que te confundes, soy un chico no una chica. –Le comento con la intención de que no intentase violarme
- Un chico muy guapo –fue su respuesta
- Por favor será mi primera vez, prometo no forcejear, ni intentar escapar, pero se gentil ¿sí? –No pretendía ser dócil ni mucho menos, pero si él soltaba un poco su agarre, yo podría intentar escapar.

Escuché unas risas y el corazón se lanzó en picada hacia mis pies, sentí morirme, que bonita podía llegar a ser la noche, con uno podría tener posibilidades pero allí había al menos cuatro personas más.
— Que gracioso – escuché decir a otra voz
— La verdad es que, es lindo el niño –dijo el encapuchado que estaba encima mío
— "Dios si alguna vez hice algo que te haya disgustado te pido perdón y te ruego que me acojas bien y me mates lo más pronto posible." – rogué en ese instante.
- Recuerda que no se nos permite tocar la mercancía. —reclamó otra voz
- Ya lo sé –dijo el encapuchado, que aún se encontraba encima mío, con tono de fastidio.

— "Mer... mer... mer... mercancía que cojo... como que mercancía, son traficantes de personas". –desvariaba mi mente.
— Suelta a mi hermano –escuché de pronto, mientras veía a Itachi correr hacia nosotros, abalanzándose sobre la persona que tenía encima, que a todo esto ni se inmutó, aunque sin movimiento realmente estaba yo, que todavía no procesaba la información, mercancía.

Fue una pequeña disputa entre los cuatro encauchados que nos rodeaban, mi primo e Itachi, me hubiera encantado contaros pero no la pude visualizar apenas. Mi hermano intentó quitarme al encapuchado de encima pero otro pelirrojo lo agarró del cuello de la camisa y lo haló hacía atrás, mi primo intentó golpearle, pero creo que el alcohol no los dejo reaccionar, y en menos de diez minutos estaban golpeados y amordazados, y claro cómo no, yo seguía como manso corderito intentando comprender por que pasaba esto, un día que decido salir y me encuentro en esta situación.
- ¿Qué hacemos con ellos Kiaby? –preguntó uno de ellos con una sonrisa el rostro.
- Pues ya que, nos los llevamos también. –dijo aquel hombre que seguí encima de mí.

Nos llevaron a lo que yo podría llamar una guarida de lujo, era como una pensión japonesa, tres veces más grande. Me refiero a la dimensión de las habitaciones más que nada.

_______________________

Hola chicas y chicos, este no es mi primer fan-fic tampoco el último xD
Antes escribía en otras plataformas y decidí poco a poco reunir todas aquí, esta es temática yaoi como creo ya habrán supuesto, espero la disfruten.
Bueno hasta aquí el cap espero les guste y me cuenten que tal les parece.
hasta luego y pasenlo bien

Historias de Cama Donde viven las historias. Descúbrelo ahora