Prólogo

77 4 0
                                    

Los niños pueden llegar a ser crueles, si ellos desean serlo, Mackenzie, lo sabía muy bien. Desde temprana edad siempre tuvo problemas para relacionarse con los demás, prefiriendo estar sola, por simple tranquilidad, evitando los problemas a toda costa. Pero de qué sirve hacerlo, si los problemas te buscan a ti. Ella siempre odio, a quienes son falsos, simples caras del montón, que se la pasan buscando alguna debilidad para poder apuñalarte. Ella tenía muchos puntos vulnerables, por los cuales, ser apuntada con el dedo, etiquetando.

Pero Mackenzie, deberá aprender por las malas, que no todas las personas harán las mismas cosas que haces tú por ellas. Que las cosas no solo son negro o blanco, sino más bien pueden llegar a ser grises o rosa. Comprenderá que en el mundo existen muchas personas hipócritas, gente a la que le gusta utilizar a los demás o personas a las que les gusta ser utilizadas. Aprenderá que entre tanto caos, puede encontrar la tranquilidad que tanto buscaba, pero en ese camino por conseguirla, perderá y ganará muchas cosas.

No me dejes irDonde viven las historias. Descúbrelo ahora