- ¿Mmm? ¿Se podría saber quién es esta adorable joven? - preguntó mi madre una vez abrí la puerta de mi departamento.
- Ella... bueno...
- M-Mi nombre es Kusuda Aina, u-un gusto... - titubeó.
- Soy la madre de esta amargada, es un placer conocerte... - sonrió.
- Espera, ¿amargada? - enarqué mi ceja izquierda.
- No puedes negarlo, ¿o sí?
- Olvídalo... - suspiré resignada. - ¿qué haces aquí? - me decidí a preguntar sin rodeos.
- ¿Acaso no puedo venir a ver a mi propia hija? - se cruzó de brazos, con el ceño levemente fruncido.
- Sabes a lo que me refiero, madre...
- Venía a avisarte que me reuniré con una vieja amiga esta tarde, y es posible que me quede allá hasta el anochecer, tenemos mucho de qué hablar...
- ¿Y eso me concierne porque...? - esperé a su respuesta.
- ¿Sabes? Estoy empezando a pensar en que secuestraste a esta pobre chica y la tienes obligada a que te haga compañía...
- Tan exagerada como siempre... - rodé los ojos.
- Bueno, dejémoslo así, no quiero incomodar más a tu invitada... - su sonrisa me indicó que algo que seguro no me gustará, estaba a punto de suceder. - Kusuda-san, ¿podría hacerle una pregunta?
- ¿S-Sí?
- ¿Qué tipo de relación tiene usted con mi hija? - su mirada se volvió neutra, casi indescifrable.
- ¿D-Disculpe?
- Pregunté, ¿qué tipo de relación tienes con mi hija?
- Y-Yo... - me quedó mirando unos segundos, pero luego suspiró y sonrió. - solo somos simples conocidas, y casualmente a partir de ahora seremos vecinas...
- Ya veo... - sentí la penetrante mirada de mi madre, pero decidí ignorarla.
- Madre, deja de interrogar a Kussun, ella solo vino a cenar conmigo porque su cocina aún no está lista...
- ¿Mmm? - su mirada y su sonrisa eran indescifrables para mí, lo que me provocó un poco de temor... Espero que Kussun sea fuerte emocionalmente... mi madre puede ser algo traviesa con sus bromas. - Bien, las dejo solas por ahora, adiós, hija mía... - me besa en la frente con ternura, mira de reojo a Kussun, se despide y desaparece por la puerta de mi departamento.
Hubo un incómodo silencio, miré a mi invitada, su rostro tenía un lindo sonrojo que provocó que mi corazón se acelerara. Ella apartaba la vista cada vez que nuestros ojos se encontraban, y en cuanto miré la cocina, me sonrojé al recordar lo que casi ocurrió... y para ser sincera... quería volver a repetirlo... el tener su cuerpo temblando bajo mi tacto, su bella voz erizando mi piel, sus leves gemidos haciendo eco en mis oídos... cielos... la quiero hacer mía pronto... pero tampoco quiero obligarla... supongo que el ambiente se arruinó, tendremos que cocinar ahora e intentar olvidar lo que pasó... pero... ¿podré hacerlo?
- E-Ehm... ¿N-Nanjou-san?
- Dime Nan-chan...
- N-Nan-chan... - se sonrojó. - ¿te parece si seguimos cocinando?
- Por supuesto... por cierto... - me acerqué a ella - ¿qué piensas de lo que pasó?
- B-Bueno... yo... - suspiró. - n-no me molestó... p-pero... c-creo que sería peligroso si nos dejamos llevar de esa forma... digo... Me gustaría hacerlo con la persona que me considere especial...
- ¿Una novia?
- S-Sí...
- Ya veo... - sonreí - entonces, discúlpame por sobrepasarme contigo... te aseguro no volverá a pasar...
- B-Bueno...
- Demonios... - susurré a penas ella se volteó.
El resto de la tarde lo pasamos en silencio, en mi caso era debido a una lucha interna... ella se veía tan indefensa en ese momento que llegué a sudar con tal de detener mis posibles acciones, esta chica provoca algo en mí que nunca había sentido en mi vida... deseo...
Sacudí de mi mente aquellos pensamientos, necesitaba relajarme, y cuando noté que la comida estaba lista, un leve rugido por parte de mi estómago me ayudó a enfocarme en algo más. Kussun sonreía tiernamente mientras admiraba nuestro festín de carne y verduras... claro, hasta que vio las zanahorias y los pimientos, no pude evitar reírme cuando su expresión fue igual a la de una niña de cinco años siendo obligada a comer sus verduras.
- N-No es gracioso... - infló sus mejillas.
- Vamos Kussun, debes ser una niña buena y comerte tus vegetales... - sonreí burlescamente.
- No~ - se quejó, inflando aún más sus mejillas.
- Kussun~, si no comes te haré cosquillas...
- Te reto a hacerlo... - me miró de manera desafiante.
- Ahora sí es personal... - sonreí de la misma forma.
- Pues no comeré ni zanahorias ni pimientos... ¡los odio!
- Eres muy infantil, ¿lo sabías?
- Y tú pareces un chico... - me sacó la lengua.
- Lo sé, pero en mi caso yo sí lo asumo... - sonreí ampliamente al notar su puchero. - eres muy linda cuando te molestas, ¿lo sabías? - eso provocó su sonrojo y que evitara mi mirada.
- E-En fin... comamos...
- Sí...
Aunque lo que ocurrió fue incómodo, el ambiente se aligeró a penas empezamos a comer, el sabor era tan bueno que no dejábamos de decir cuán delicioso era. Ella se ofreció a lavar los platos a pesar de mis protestas, ya que era ella la invitada, pero al ver los pucheros decidí resignarme, ella es demasiado para mí.
Aunque me hubiese gustado tenerla más tiempo, la hora de que se fuera había llevado. Cuando el reloj marcó las 9 pm, ella se asustó un poco y comenzó a arreglar sus cosas.
- ¿La cocina era lo único que no estaba listo?
- Sí, lo demás ya está instalado y funcionando... - sonrió. - muchas gracias por lo de hoy Nan-chan...
- No hay de qu-... - pero no pude terminar la oración al sentir sus labios en mi mejilla, dejándome confundida y a la vez sorprendida.
- E-Esa fue mi forma de agradecer...
- T-Tú...
- ¡Buenas noches! ¡Adiós! - corrió hacia su puerta de departamento, me sonrió nerviosa, y cerró la puerta, dejándome sola en la entrada de mi hogar.
- Esa Kussun... - suspiré. - supongo que... es la primera vez que me intereso tanto en alguien... ¿qué pasa conmigo?
Lo único que sé... Es que la quiero volver a ver, y pronto.
Continuará...
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Lamento la demora xD pero estoy colapsada con trabajos y cosas por el estilo uwu
Espero les haya gustado el cap! Espero con ansias sus comentarios :)
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La Nanjou que solo tú lograste conocer (Jolks)
RomanceJolks - seiyuus/ Nanjou Yoshino, una mujer que acaba de sobrepasar sus 30 años de vida, siempre se ha mostrado como alguien agradable y segura de sí misma, pero la verdad es que, es bastante vergonzosa, temerosa y tímida en lo que concierne al coraz...