Will you take me? ♡Jungkook♡

7~Ya No Es Nadie

-Jo-Jooheon, ¿Cómo me has encontrado?

-te vi en el hospital, así que decidí seguirte - contestó este apoyándose en el marco de la puerta esperando que le invitara a pasar. «Así que al final me vio» pensé maldiciendome por no haber sido lo suficientemente cuidadosa.

-¿Por qué me has seguido? - pregunté

-Porque tenía ganas de verte.

-Pues ya me has visto, adiós - cerré la puerta pero su brazo se interpuso abriéndola de nuevo.

-Espera Haneul.

-¡VETE!- Grité desesperada porque se fuera. Mis sentimientos empezaban a fluir igual a cuando estaba con él en la calle, no quería sentirme así, quería que saliera de mi vida.

-Nana ha fallecido- dijo este con voz triste, haciendo que mi boca se abriera por la noticia.

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-Os daré estas, pero serán la últimas de hoy- dijo Nana acercándonos una galleta bañada en chocolate a cada uno. Lo dijo tan bajito que casi no le escuchó ni el cuello de su camisa.

-¡Nana eres la mejor! - le dije yo abrazándola fuerte haciendo que mi pequeño cuerpo de 10 años se perdiera con el suyo.

-Shhh, ¡no grites!- dijo Jooheon que estaba a mi lado- Si descubren a Nana ¡pueden echarla tonta!- me comentó mientras se comía su galleta.

-¿A quién llamas tú tonta? - pregunté gritando en susurros. La vieja Nana nos tapó la boca a los dos con sus arrugadas y frías manos. La mujer ya estaba mayor y le costaba andar, pero era la que más se preocupaba, o mejor dicho, la única que se preocupaba por nosotros en el orfanato.

La cocina del orfanato en la que nos encontrábamos era tan grande que era fácil perderse en ella. Las cortinas rojas hacían que el lugar pareciese más terrorífico de lo que ya era.

-Moveos hasta la habitación y quedaos allí- Nos dijo Nana dándonos un pequeño empujón a los dos. La señora siempre nos daba galletas a la hora de la merienda, cuando las demás cuidadoras estaban echándose la siesta, para que no la vieran.

-¡Gracias Nana! - agradecimos Jooheon y yo a la vez.

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El coche de Jooheon olía a hombre sudoroso. Tenía los asientos rotos y llenos de quemaduras de cigarros.

-A que adivino… seguro que se lo has robado a… por el olor a tabaco y alcohol... ¿a un borracho? - pregunté refiriéndome al coche mientras estábamos en él para dirigirnos al funeral de Nana. - No. Demasiado fácil. Tu eres más bien el tipo de persona que le roba una piruleta a una niña solamente para verla llorar.

-Cállate - Aquella voz vino de una chica sentada al lado de Jooheon, en el asiento del copiloto. Yo estaba en el asiento de atrás, mirando por la ventana.

-¿Me has mandado callar pelo escoba? - le pregunté indignada a aquella chica de pelo rubio de bote, despeinado que no conocía de nada. Cuando entré en el coche y la vi, por alguna razón un sentimiento de ira invadió mi pequeño cuerpo y no era por lo increíblemente atractiva que me parecía, sino por el hecho de que estuviera ahí...con él. «¿En qué estoy pensando? si él ya no me importa» -qué hace esta aquí?- pregunté dirigiéndome a Jooheon.

-Ya basta. - Dijo Jooheon. - Nana ha muerto y os vais a pelear por el pelo de Bora?

-Así que se llama Bora. ¿Qué es? ¿Tu nueva esclava?

-Soy su amiga idiota-me dijo la pelo escoba.

-¿Amiga? - pregunté con ironía - Jooheon no sabe lo que es una amiga, ¿verdad Jooheon?