Sipnosis

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"El sufrimiento más intolerable es el que produce la prolongación del placer más intenso"
B−George Bernard Shaw

Hace tan solo seis horas que abrí los ojos y ahora es cuando volveré a yacer. Este retiro espiritual, tiene más de espiritual que la palabra impropia en una pequeña oración.

Si estás leyendo esto significa que ya no existo. Y que ahora necesito de frases tan inconcretas como esta, para poder redactar lo que siento en unas simples palabras que acabaran enterradas como mi cuerpo.

Siempre he dicho, que el hecho de escribir lo que va saliendo de tus pensamientos, es como inmortalizar tus propias reservas. Las palabras se quedarán ahí por siempre, sin importar en donde se hallen escritas. Transitaran la vida entera guardadas en lo más profundo de tu inconsciente. Aunque no lo creas, no pretendas y no lo quieras.

Así juega el cerebro con nosotros, con nuestros organismos, actuamos de tal manera, nos movemos de aquí para allá, lloramos, corremos, gritamos y obedecemos a cada señuelo de nuestro instinto. Sedemos a cada capricho de la reina, la conciencia. Porqué solo somos almas y los esclavos de nuestros pensamientos, vamos de la mano de sucesos que estamos obligados a ocasionar. Cometemos errores y culpamos algún pasado, buscamos pretextos y nos convertimos en nuestros
propios verdugos.

"Inicialmente te sentirás destruido, luego tu mente en llamas entrara en un estado mórbido y quedaras perdido."

En estos momentos mientras redacto esta carta, me doy cuenta de cómo me desvanecí en mis propias miserias y acabe formulando este pequeño e intuitivo escrito. Que cada palabra fue creada por medio de una lagrima. Porque este dolor, lo que llevo cargando toda mi vida. Como todos en algún momento. Esa pequeña curiosidad de saber que será, que fue y que
sería, de unos simples restos que serán convertidos en nada.

Y no pienso ocultar mis pensamientos más desagradables e insolentes a estas horas de la rienda. Como si ya no los poseyera dando vueltas sobre mi cabeza. Talvez en un pasado lo hubiera hecho, me hubiera quedada muda. Porque así soy yo. Siempre procuro pasar desapercibida cuando se cruza un inconveniente. Esta vez, existiría una excepción. Porque el hubiera no existe y ya no existo yo.
Ahora corro junto con un fantasma que sé ha quedado sin la más mínima señal de un movimiento. Tarde o temprano la atadura de mi fuente de vida se marchitará. Y todos se darán cuanta. Será magnífico. Lo sé. Todos se percatarán de mi ausencia y tendrán esta pregunta en mente. ¿Qué sucedió?

Ahora que soy una herramienta descompuesta, sin uso, sin algún objetivo. No obstante, tratare de reponer esto. Dando mi vida a cambio. A cambio de poder pertenecer al paraíso.
¿Para qué corresponder a una rosa marchitada o una pequeña laguna sin agua? Ya destrocé todos los espejos, todas las entradas y todas
las salidas, todas las letras, los párrafos, los versos, las fotos, algo tan existencial, todo eso, ya se esfumo, podría darme más y más tiempo para destruir toda la habitación. Pero el tiempo es un elemento muy valioso en este instante. Llego mi turno de partir.

¿Para qué vivir si no tienes el más mínimo deseo de despertarte cada mañana?

Si no queda nadie por completar mi mundo, ser la mitad que me faltaba, llenar los espacios vacíos internos de mi corazón agrietado. Atiborrarme de amor. Ese amor tan indestructible, tan doloroso, eso que se siente dentro de las venas, tal vez y hasta lo que creemos que nos hace "vivir".
Esto será tan egoísta de mi parte. Eso también lo sé. Pero egoísta fue la vida por encajarme en este laberinto sin salida. Y saben que, no me siento culpable en lo absoluto. Ya no soy el reo de mis pensamientos.

Lost against the wallDonde viven las historias. Descúbrelo ahora