2- impulsos

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Pov Simón.

Ella era todo lo que siempre había querido, y en ese instante entendí, que la había perdido. Luna y Matteo se estaban besando una vez mas, pero esta vez era diferente, algo en mi era diferente... La primera vez algo dentro de mi se había roto, esta vez, todo en mi se había quebrado. Bajé corriendo las escaleras y visualicé a Nico y Pedro esperándome.

_¿Que pasó con Luna?_ Pregunto Nico. Me paré en seco y lo miré frunciendo el ceño.

_¡Que mierda me importa Luna!_ Grité y seguí caminando. Ellos comenzaron a seguirme.

_¡Simón! ¿Podes parar?_ Gritaba Pedro, pero yo seguía mi paso con prisa, necesitaba sacarme esa imagen de la cabeza y entonces al cruzar la calle, un auto frena de golpe casi tocándome los pies, comenzó a tocarme bocina y crucé la calle consternado. Tenía que frenar, si no iba a terminar realmente accidentado_ ¡Casi te chocan idiota!

_¿Podes decir de una vez que te pasa simón?_ Me dijo Nicolas, agarrándome del brazo. Le saqué el brazo con brusquedad y me recargué en la pared_ ¿No vas a hablar?

_¡Y qué pensas que pasó! Luna se quedó con Matteo, y yo me quedé acá solo_ Grité. Nico y Pedro se miraron y se cruzaron de brazos.

_¿Podes dejar de gritarnos?_ Pidió Pedro_ Yo no tengo la culpa de lo que te pasó.

_ Aparte ¿No eras vos el que decía que si ella era feliz vos eras feliz?_ Dijo Nico. Y si, tenía razón era yo el que decía eso, pero también era yo el que se sentía mal, me la pasaba pensando en lo mejor para Luna, en lo mejor para todos y tengo derecho a sentirme mal y mandar todo a los mil demonios.

_ Bien, no les grito más, pero déjenme solo_ Afirmé mientras miraba la puerta del bar.

_No no no no_ Dijo Pedro mientras se acercaba a mi_ No es la solución beber y perder la conciencia, Simón así no vas a olvidarte de Luna_ Dijo. ¿Alguien en el maldito mundo puede dejar de nombrarla? Lo miré levantando una ceja.

_Lo vas a hacer igual ¿Cierto?_ Dijo Nico. Yo volví mi vista a la puerta del antro, mas claro imposible_ ¡Bien! Hazlo, pero no quiero escuchar ninguna queja mañana ¿Me escuchaste? Ninguna_ Dijo Nico, y los dos se marcharon hasta desaparecer de mi vista. Suspiré, no estaba bien que los tratara así, ellos solo querían ayudarme, pero no quería ayuda, no quería hacer introspección en mis actos, solo quería ser el humano que soy hoy, y ceder a todos mis impulsos, sin importar qué.

Me senté en la barra y pedí un trago, las luces azules del lugar me daban directamente en los ojos, era irritante, pero a la vez interesante. El mozo dejó la copa enfrente de mi cara, solo quería beber, hasta sacarla de mí, quería olvidarla, quería enterrar el daño que me había hecho, la tomé entré mis manos y bebí hasta la ultima gota.

_Vaya_ Susurró una voz que conocía bastante bien. Me giré desconcertado y la rubia se encontraba a mi lado_ No sabia que el mexicano tomara así_ Miré al suelo algo avergonzado y luego sonreí cómplice hacía ella.

_No sabia que una chica como vos saliera a bares_ Le sonreí_ Así que estamos igual de sorprendidos Ambar_ Dije y el mozo puso una copa enfrente de mi. Yo la tomé y la dirigí hacia Ambar levantando una ceja, poniéndola a prueba. Ella levantó sus dos cejas_ ¿No te animas?_ Dije divertido. Ella la tomo entre sus dedos y preguntó el por qué ella debería tomarla y se sentó a mi lado. Hice una mueca nervioso ¿Debería decirle? Ella también tenia derecho a saber, ella también tenía derecho a olvidarse de él. Así que se lo confesé, ella no gestualizaba, pero instantáneamente bebió la copa y la azotó contra la mesa, sonreí, ella también era humana, ella también tenía sentimientos y eso me aliviaba, el no ser el único dolido ante esta situación.

_Al final yo tenía razón_ Dijo sacándome de mis pensamientos y me miró directamente a los ojos_ Y no me creíste_ Y entonces recordé todas esas veces en que ella quiso abrirme los ojos y sentí un auto reproche enorme, por haber tenido los ojos vendados tanto tiempo. Y le confesé que yo también siempre lo supe. Mis ojos comenzaron a ponerse llorosos, Ambar me miraba de una forma extraña, como, si me entendiera y una pequeña lagrima salió despedida de sus ojos, acerqué mi mano a su mejilla y la quité. No me gustaba verla llorar, recuerdo la primera vez que la vi triste, sus ojos azules estaban rojos, se veía muy débil. Le recordé aquella situación, y luego solo brindamos por estar los dos, en aquel bar, con los corazones rotos. Bebimos y bebimos, Ambar era muy chistosa estando ebria, decía cosas sin sentido y se reía sin parar. Nunca la había visto sonreír así, se veía realmente hermosa, no entendía por qué no mostraba ese lado a los demás. Lo que suponía que iba a pasar pasó, los de seguridad nos sacaron del bar por estar en un mal estado, y una vez detrás de la puerta, noté que estaba oscuro, la miré y ella me abrazó.

_Gracias por entenderme Simón_ Susurró_ Ahora debo volver a mi casa y fingir ser perfecta_ Dijo y sonrió y sentí un trago amargo al escucharla decir eso, ella no era como yo pensaba, ella realmente tenía sentimientos e incluso quizá mas fuertes que los míos, muy sinceros pero muy muy ocultos. Salí de mis pensamientos al verla irse y la seguí tambaleándome, no iba a dejarla sola en este estado, podría pasarle algo y nunca me lo perdonaría. La tome del brazo y la giré hacia mi. Ella me miró desconcertada.

_ No voy a dejarte ir sola, voy a acompañarte y no quiero un no como respuesta_ Ella asintió con la cabeza y tomó mi mano, sentí una corriente eléctrica en ese instante, pero no le di importancia y seguimos rumbo a la mansión. Al llegar, luego de barios tropezones, la verdad es que yo también estaba bastante ido, no podíamos dejar de reírnos por la situación, frenamos en el portón y ella se quedó parada, observándome. Su silueta era muy armónica, la forma en la que caía su pelo en su rostro, la intensidad de sus ojos. No era la primera vez que no podía dejar de verlos, recordé su cumpleaños, cuando estaba cantando arriba del mini escenario, ella y yo nos mirábamos, y sonreíamos por alguna razón, igual que ahora. Impulsos, malditos impulsos, me acerqué a su rostro y lo acaricié, dije que hoy era día de no frenarme, de ser en mi completud el humano defectuoso que siempre fui. Así que cedí al deseo que sentía en ese instante y rose sus labios en un dulce beso, ella me correspondió_ Eres hermosa_ Susurré. Y ella sonrió con los ojos llenos de lágrimas, se acercó a mi y depositó un pequeño beso en mis labios, mi cuerpo se paralizó en ese instante.

_Descansa_ Susurró y desapareció en los jardines de la mansión. La vi irse y... mierda, los impulsos y el alcohol no eran buena combinación, pero seguro ella mañana, lo va a haber olvidado, como todos... todos olvidan.

***

Aleluya por los impulsos!


Alone - With you (Simbar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora