Cap 23: Egoístas

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Pov Luna

_Te amo_ Susurró en mi oído.

_Te amo_ Confesé. Y sus ojos se clavaron en los míos. Estábamos en su habitación, acostados mirándo el techo, su compañía era lo mas preciado para mí. Él sonrió y me subió encima de él, acariciando mis labios, besando cada rincón de mi cara, el era tan romántico a veces. Luego, roso mis labios con los suyos, y comenzó a besarme. Los besos de Matteo eran fuertes, pasionales, rebuscados. Mi cuerpo encima del suyo, convinaban a la perfección, él me acariciaba por encima de la ropa, rasguñándo mis piernas, mordiéndo mi cuello. Me tomó de la cintura y me giró, para atrapárme debajo de él, era la primera vez que Matteo me besaba así, transformando nuestros besos tiernos en uno con deseo. Acaricio mi abdomen levantándo mi remera hasta llegar a mi pecho y lo frené, el alzó la mirada confundido.

_¿Pasa algo malo?_ Susurró. Mis megillas tomaron color en ese preciso instante, realmente me avergonzaba decirle aquello.

_Aún no... no estoy preparada_ Musité. El asintió levemente con la cabeza y besó mi frente, luego se recostó a mi lado y el silencio invadio la habitación. ¡Por Dios Luna! ¿Por que tienes tanto miedo de entregarte a alguien?. Lo mismo había sucedido con Simón cuando salía con él, no pude hacerlo, confieso que me daba miedo perder mi virginidad...Pero en ese momento, me daba más miedo perderlo a él, por que lo amaba y de seguro habría tenido sexo más veces de las que yo había besado a alguien. Suspiré, y en ese momento, mi celular comenzó a sonar, sacandome de mi angustia.

_¡Luna! Vamos a hacer una previa en el depto y luego saldremos a bailar_ Gritó Nico_ Tu y Matteo estan invitados_ Gritó Pedro. Largué una risita y miré a Matteo.

_¿Quieres ir?_ Susurré sonriente. El me guiñó el ojo y volvió a mirar el techo. Revolee los ojos ¿Como era posible que pasara de "amarme con locura" a estar así de distante?.

_¡Tierra llamando a Luna!_ Gritaron a la vez.

_Perdon, perdon. Si vamos, danos un segundo_ Dije y corté el celular, dejándolo sobre la cama. Me recosté nuevamente y me dirigí hacia Matteo para besar su megilla, el me miró, despeinó mi cabeza y se levantó_ ¿A donde vas?_ Pregunté desconcertada.

_Al baño. Buscá tu abrigo y nos vamos_ Dijo. Su vos cortante me estaba empezando a irritar, así que tomé mis cosas y salí afuera, quería llamar a Simón, lo necesitaba pero me daba el buzón de voz. ¡Maldito! Ultimamente ni tiempo para mí tenía, y antes siempre, pero siempre, estaba ahí. 

Luego unos minutos de caminar junto a Matteo en silencio con las manos entrelasadas, lo miraba en cada esquina, quería saber que pasaba por su mente, pero él... él realmente no se giraba hacia mí, solo miraba al frente, pensativo. Y al llegar a la puerta, el quiso tocar, pero le tomé el brazo.

_¿Podes decirme que mierda te pasa Matteo?_ Pregunté, sin preambulos. El negó con la cabeza y tocó la puerta_ ¡Matteo!_ Grité, en el mismo instante en él que Nico se presentó delante de nosotros.

_¿Todo bien?_ Interrogó preocupado. Asentimos con la mirada hipócritamente.

_Nico ¿Donde esta Simón?_ Pregunté. Estaba realmente desesperada por poder hablar con él y que me hiciera sentir mejor, como siempre lo hacia. El hizo una sonrisa extraña.

_En la habitación..._ Dijo, y corrí hacia ella agarrándo la manija_ ¡Pero te recomiendo no entrar! fuck_ Gritó, tarde, por que ya habia traspasado la puerta. Encontrándome con Simón sin remera, encima de Ambar en corpiño, besándose desenfrenádamente, los dos me miraron con los ojos como platos. Él se levanto un poco de ella, dejando ver su cuerpo, su abdomen marcado, sus enormes brazos... Y como un flash, recordé cuando pude haber sido de Simón, y cuando el pudo haber sido mío... _"No puedo"_ susurré, por que sentía demasiadas cosas por Matteo aunque fingiera que no, y no era justo perder la virginidad con Simón. Mi bolso se calló chocándo fuerteménte con el suelo cuando noté, que me había perdido en mis pensamientos, y Ambar había notado como examiné a Simón. Avergonzada, salí de la habitación y en todo lo que siguió de la noche, aquella imagen y aquellos recuerdos no cesaron. La indignación que sentía hacia el egoísmo de Matteo y la bronca que sentía al saber de mi egoísmo ante la felicidad de Simón, me estaban matando.

Pov Matteo

Me daba tristeza como agachaba su rostro y sus ojos verdes se ponían llorosos. Realmente quería decirle que me perdonara por comportarme tan infántil, pero no me salían las palabras justas, yo realmente estaba tratando de cambiar por ella. Había logrado ser más sentimental, había logrado no estar con nadie más solo por ella, pero no podía decirle que me perdonara por no aceptar aquel no, asi que solo la abracé de atrás, para que supiera que a pesar de todo yo la amaba y lo hacia realmente con locura. Supongo que debí suponerlo, Luna y yo somos muy diferentes, ella es muy inocente y yo siempre fuí un mujeriego, cambiar es díficil y mas cuando siempre tuve muchas mujeres debajo de mí. No estaba acostumbrado a los no, me frustraban, me confundian. Traté de olvidarme de mi abstinencia sexual, concentrandome en el amor que sentía por ella, pero ella estaba distante, asi que me concentré en beber una y otra vez. Y fue un grave error, ya que el alcohol y los movimientos de Ambar arriba de aquel banquito, comenzaron a revolverme la imaginación y a turbarme.

Ella lo hacia tan bien, como un flash; la recordé desnuda en la habitacion susurrándome que la hiciera suya. Creo que si me preguntaran que extraño de ella, diría que verla moverse encima de mí...

Pov Luna

Matteo se puso totálmente ebrio, y no dejaba de mirar a Ambar. Mientras que yo, estaba completamente enojada con él, y no podía dejar de sentir celos hacia ella y no solo por Matteo, si no también por Simón ¿Así se habría sentido ella conmigo?...

Luego de bailar un rato sin ganas, fuí hacia el baño para lavarme el rostro y despavilarme un poco, sentarme unos minutos y pensar en todo esto... Quizá solo estaba confundida, yo realmente estaba enamorada de Matteo, aunque fuera un idiota a veces, realmente lo amaba y sabia que tarde o temprano eso iba a matarme. En cambio, Simón solo era mi mejor amigo, y solo me estaba afectando el cambio drástico de su trato hacia mí, solo era eso, celos y egoísmo. Caminé hacia la puerta para volver a la pista de baile y disfrutar con todos, pero...

_¡Esta tu novia en el baño idiota!_ Gritó. Yo me acerqué hasta la comisura de la cerradura, Matteo estaba tomándo el brazo de Ambar_ No te quiero soltame_ Volvió a gritar y salí del baño rápidamente. El tomó mi mano, como si nada y nos fuimos de ahí. Al llegar a la pista lo solté y me fuí hacia el patio con rapidez, con lo ebrio que estaba seguro ni me iba a encontrar.

Maldito Matteo ¿Que había sido todo eso? ¿Que mierda estaba pasando?. Él tocó mi brazo, yo lo miré de reojo. Al parecer si había podido encontrarme.

_No te enojes, dale_ Susurró. Me giré indignada y comencé a reírme irónica.

_ ¿Estabas tratándo de seducir a Ambar mientras yo estaba en el baño?_ Grité. Él levanto una ceja_  Ahora que lo pienso, tu hacias eso conmigo, cuando salías con ella_ Susurre con dificultad. El arrugó el entre cejo, y sus ojos se cristalizaron... Luego me miró y asintió levemente con la cabeza.

_Creo que aún no puedo dejar de ser un maldito egoísta_ Admitió y sentí como si una daga se me clavara en todo el pecho, me lo estaba confirmando... él realmente le había estado coqueteando. Al final no todo era color de rosa como pensé, Al final, Matteo no había cambiado del todo por mi, al final mi amor no le era suficiente, sus malos hábitos no habían desaparecido, el no había dejado de ser un mujeriego. Al final Simón no iba a estar sentado esperandome como un idiota por toda la eternidad, él se iba a enamorar de alguién más, y su atención sería para alguien más. 

Levanté mi mano y le estampé una enorme cachetada en el rostro para luego solo correr hasta llegar a la mansión y llorar, hasta que saliera el maldito sol.

Pov Simón

Desperté a las 8 am con el aroma de su cabello en mi naríz. Su cuerpo desnudo se encontraba apretado al mío, sonreí realmente emocionado. Nunca pensé que alguien como Ambar podía llegar a darme tanta felicidad, que podria realmente adueñarse de todo mi ser tan rápidamente. Perdidamente loco y enamorado estaba de ella... sus ojos cerrados se veían calmados, sus labios estaban rojos por tantas mordidas, su piel, era como una pintura muy valiosa, ella en sí... Era una obra de arte.

_Deja de mirarme Simón_ Susurró y abrió a penas sus ojos_ Si sigues siendo asi de dulce vas a lograr que no quiera irme nunca.


Alone - With you (Simbar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora