"Capítulo VIII"

81 5 0
                                    


Me quedé parada, sin parpadear, sintiendo que mis rodillas cederían en cualquier momento. Mis manos temblaban levemente sin que las pudiera controlar. Los nombres desaparecieron luego de 15 segundos, segundos en los que los leí una y otra vez sin leerlos realmente, memorizando la disposición con forma rectangular. Tomé una bocanada de aire sin darme cuenta de que estaba conteniendo la respiración, y parpadeé varias veces. Podía sentir un nudo en mi garganta, y bajé mi vista al suelo porque sabía que en cualquier momento me desplomaría, en cualquier momento mis rodillas cederían de nuevo. Cubrí mi rostro con mis manos temblorosas cuando no pude evitar soltar un grito de frustración.

Charlie...

Habían pasado años... y yo había desaparecido ¿Acaso mi hermano sospecharía que había sido secuestrada? Muchas fueron las veces en que le susurré, mientras lo abrazaba cuando me despedía, que un día de esos me escaparía. Jamás hablé en serio, pero ahora...

El internado... Mis amigas...

Sentí algo pesado cayendo en mi estómago. Todos parecían tan distantes, un sueño lejano que alguna vez tuve...

¿Qué pasaba conmigo? ¿Por qué les estaba facilitando el trabajo a estos monstruos capaces de mostrarme a mi hermano morir frente a mí?

Sentí vergüenza de mí misma, y retiré mis manos de mi rostro para levantar la vista. Un cosquilleo en mi estómago se comenzó a expandir hacia el resto de mi cuerpo. Súbitamente me sentí más fuerte de lo que era realmente. Había algo dentro de mí, algo que crepitaba con poder, algo que no conocía, pero que me había mantenido en pie, una pequeña parte que no se había roto después de todo lo que había visto u oído. Cerré mis manos en puño y mis uñas se clavaron en mi piel, un recordatorio constante de que esto era real. De que YO había sido secuestrada.

Apenas tuviera la oportunidad escaparía.

Sé lo que ellos me dijeron, pero el holograma de mi hermano desangrándose sobre la nieve había sido tan real como la imagen del espacio que vi en la nave. No podía confiar en mis ojos en este lugar. No podía creer en lo que me decían a menos que lo comprobara por mí misma. La herida sangrando en mi mejilla era real, mis uñas clavando mi piel eran reales, pero lo demás... No podía garantizar que fuera real, no hasta que mis otros sentidos lo comprobaran.

-Análisis de daños comenzando- la voz de Assis provocó que diera un pequeño salto en mi lugar y por un momento temí que esa cosa, sistema, robot, lo que fuese, pudiese haber percibido mis intenciones.

Luces azules barrieron la habitación en todas las direcciones. Mis ojos se cerraron de forma inconsciente. Había un pequeño zumbido sonando por la habitación mientras las luces se movían por todo mi traje.

-Análisis de daños finalizado- dijo Assis y al instante las luces desaparecieron. Abrí mis ojos con cuidado, como si las luces fuesen a aparecer en cualquier momento- No se detectaron daños mayores.

Apenas Assis terminó la puerta frente a mí se retrajo hacia arriba, desapareciendo de a poco entre la pared, dejando ver el pasillo en el cual había estado poco tiempo atrás. La rampa comenzó a desplegarse para facilitarme la bajada del Box.

No necesité instrucciones para avanzar hacia la abertura, la habitación se había vuelto sofocante para mí. Una prueba de cómo podían engañar mis sentidos.

Cuando avancé sobre la correa a mis pies, esta no se movió, cumpliendo el papel de suelo común y no el de banda trotadora infinita que había tenido hace poco. Cuando estaba pocos pasos de la salida, un rocío comenzó a caer lentamente por la abertura desde la parte superior del marco, donde hace poco había desaparecido la puerta. Como una ducha.

Nova Terra (Logan Lerman y Tú) {Retomada}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora