"Capítulo I"

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                                                                    Capítulo I

“Queridos Mamá y Papá:

Bueno, ésta semana no ha pasado la gran cosa, a Charlie aun no le permiten llevarme a casa con él. La asistente social dice que cuando demuestre que gana una cantidad de dinero suficiente para mantenerse él y mantenerme a mí podrá sacarme de aquí.

Quiero ser optimista, de verdad, pero sé que ganar una cantidad de dinero que la asistente considere aceptable con un trabajo de medio tiempo es casi imposible. Existe otra opción, y tanto Charlie como yo sabemos cuál es, claro que nunca ninguno de los dos la ha mencionado, no sé cuál sea su razón para ocultarlo pero la mía es simple: Jamás en mi vida le pediría que abandone sus estudios por mí. El ahorró desde que entró en la secundaria para poder estudiar medicina, y yo no seré la que arruine su esfuerzo y destruya sus sueños.

Por primera vez desde que se fueron tengo miedo, no sé a qué exactamente ¿A mi presente? O tal vez a mi futuro, creo que mi mayor preocupación ahora es saber si me quedaré en esta especie de “internado” hasta que tenga 18 años, o si Charlie logrará conseguir sacarme de aquí antes, la última opción para mí se ha convertido prácticamente en un sueño ideal, porque la verdad es que lo necesito, necesito a mi hermano, no son suficiente las dos horas diarias en las que me visita, necesito que me abrasé y que me diga que todo está bien, necesito llorar y gritar en sus brazos y tanto ustedes como yo sabemos que no puedo hacer eso en público, no puedo dejar que me vean llorar, quiero mostrarme fuerte, no, tengo que mostrarme fuerte aunque por dentro esté destrozada, tengo que hacerlo, aunque daría todo lo que tengo por 30 segundos con ustedes.

Los necesito, los extraño cada día, y donde sea que ustedes estén confió en que me extrañen también, en que…no se olvidaron de mí, porque yo nunca los olvidaré.

                                                                                                                              ______________________

PD: ¿Recuerdan esa cicatriz de la que les hablé dos cartas atrás? Bueno, sigue ahí. La enfermera dice que es extraño, porque ya han pasado dos semanas, de todas formas no importa, sólo lo mencioné porque sé que Mamá habría preguntado por su evolución.”

Salí de entre las sábanas di un salto hacia el suelo y caminé descalza por entre las literas hasta la ventana. La abrí lo más silenciosamente que pude y extendí mi mano derecha hacia afuera con la carta entre mis dedos, saqué el encendedor que llevaba en bolsillo del short de la pijama y logré encenderlo al tercer intento. La llama oscilo a causa del viento mientras lo acercaba al lado inferior  de la carta. Cuando papel y fuego se tocaron sólo bastaron segundos para que se besaran de una manera tan apasionada de la cual los dos resultaron destruidos. Los pequeños trozos quemados se fueron con el viento, hasta que se perdieron en el cielo, mi prueba de debilidad había sido quemada, era tiempo de volver a ser fuerte. Me limpié las lágrimas que inconscientemente había derramado y cerré la ventana.  Caminé de vuelta a mi litera y me encaramé a la cama superior. Recosté mi cabeza sobre la almohada y sonreí, porque, aunque sea por sólo un par de horas, iba a soñar, me iba a sumergir en mi propia realidad, donde casi siempre mis padres seguían vivos. Y con ese pensamiento finalmente me quedé dormida.

                                ***

El ruido de una rama azotándose reiteradas veces contra la ventana me sirvió de despertador. Bajé de mi litera de un salto y tomé mi celular de la vieja mesita de noche. Eran las 9:17 am, quedaban exactamente 13 minutos para que comenzara el desayuno y ya cinco de las ocho chicas con las que compartía habitación se habían marchado.

Nova Terra (Logan Lerman y Tú) {Retomada}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora