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La chica se quitó la capucha dejando ver completamente su rostro, no podía negar que la pubertad había hecho un excelente trabajo con su aspecto.

Caderas marcadas moderadamente, una cintura bastante curiosa, no tenía pechos enormes si no, cómodos. Si Kar escuchará esto enseguida me enterraría un árbol por el trasero.

Agité la cabeza medianamente mientras una risa se escuchaba de ella.

—Allen Ro~gers~ la pubertad te hizo mucho más sexy de lo que te recordaba.

No esperaba un comentario como ese a modo de saludo, incluso mis mejillas se tiñeron de rojo a ello.

Alcé mis hombros a contestación mientras arrugaba la frente.

—Creí que Liu te había mandado a un i-internado para locos o algo así, o quizás te habías convertido en un X-Men.

Se escuchó risas por parte de Zeen de forma baja, mientras los demás se hallaban ocupados vigilando la actitud de los perros.

—¿Te gustan? Creí que llegar sin un regalo sería descortés.— Habló mientras acariciaba la cabeza de uno.

—Creo que Smile me debe una explicación al respecto, se parecen mucho a él y eso no le va a gustar.

La chica formó su sonrisa a una ladina, mientras se acomodaba aquél suéter que poseía.

—Eso pensé~ Tranquilo, no les haré daño... Ejeh~. Me retiro, te veo mañana Allen.~

Seguido de ello me lanzó un beso con su mano mientras se echaba a correr y los perros le seguían detrás de ella.

Nos quedamos callados algunos segundos, aún no procesaba bien lo que había pasado hace un momento, agh, me duele la cabeza de tan solo intentarlo.

Volteé a mirar a los ajenos a mi, se veían muy confundidos, incluso más de lo que yo lo estaba.Solté un largo suspiro pues les debía una enorme explicación.

  — Lo sé, ya lo sé, q-quieren que les diga la historia. Se las diré pero con Karnell presente que t-también ella debe saberlo. 

Los ajenos asintieron a la par mientras con paso perezoso daba la vuelta hacia el interior de la casa donde fuimos recibidos por Esme quien ponía ambas manos sobre su cadera.

—Quiero una expli--

—Lo sé, es lo que todos quieren ahora calla y vamos con K-Kar.

Exclame suavemente frustrado. ¿Cómo no querían que estuviese de malas si la chica más loca de mi infancia había aparecido de repente?

Solté un resoplido entrando a la habitación la cuál me recibió con una primera vista de Kar sentada a un lado de Win.

Los ojos de Kar se colocarón sobre los míos en busca de una explicación. El resto del grupo entró a la habitación de igual forma y una vez estuvieron todos me aseguré de cerrar la puerta encontrandome con un silencio incómodo.

—Bien, les contaré...

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—Y es por eso que e-estaba tartamudeando. Y no, no s-sé que hace aquí de vuelta y mucho menos que quiere.

—Eso es fácil Allen, la chica lo que quiere es violarte por la noche. — Exclamó Q con cierto gesto pícaro en su mirada y una medía sonrisa a lo que Aris le tendió tremendo golpe en el estómago haciendo que cayera al suelo. —Idiota...— Murmuró el mismo.

Una mueca apareció en mi rostro, la cuál desvaneció al ver el rostro pensativo de Karnell, quien a la par de su gesto acariciaba el pequeño bulto de su estómago.

—¿E-Estás bien? Te juro que sólo fue una aventura f-forzosa...

—Si cree esa perra que se va a quedar contigo está muy equivocada.— Escuché salir de los labios de la madre de mi engendro a lo que un pequeño rubor se hizo presente en mis mejillas.

Karnell se levantó de su asiento chocando su puño contra su mano así como el mismo crujía de forma un tanto estruendosa.

—O-Oye no te esfuerces demasiado o terminaras lastimando al engendro.— Exclamé incándome frente a ella y abrazar aquél ovillo con mis manos y dejar una pequeño beso en el mismo.

—Es cierto Karnell, tu no puedes luchar en ede estado ¡Dañaras al bebé! Deja que los caballeros y nosotras nos encargemos de eso.— Exclamó Win un tanto exaltada a lo que Kar hizo un puchero un tanto infantíl; sabía que teniamos razón con respecto a eso.

Pasé una mano a través de mi alborotado y para nada especial cabello soltando un sonoro suspiro lleno de frustración.

—Opino que nos arrreglemos, desayunemos y luego discutimos el asunto aquí presente ¿Qué tal?— Propuso Dan juntando ambas manos a la par a lo que todos asentimos.

—Bien, en 1 hora n-nos vemos abajo en el comedor de Zeen.— Hablé y enseguida las personas se dispersaron de la habitación quedando solamente Karnell y yo en un silencio medianamente incómodo.

El Hijo de Ticci Toby. -『 Reencuentro. 』© Donde viven las historias. Descúbrelo ahora