Kar se levantó de su asiento tomando así mismo su toalla, y con toda la frialdad posible entró en la ducha cerrando la puerta de un portazo; creo que estaba un poco enojada.
Un suspiro largo salió de mis labios, que hacerle. Comencé siendo este el caso a acomodar la cama y dejar cada cosa en su lugar; después de todo era sólo un invitado.
No pasó mucho para que Kar saliera con el vestido puesto y secandose el cabello, acercándome en silencio a ella y sin que tuviese que pedirmelo cerrar el vestido de la forma más cuidadosa posible.
Enseguida me metí a la ducha tratando de acomodar las ideas y pensando en que se supone tendría que decir en el comedor, o que no tendría que decir, si.
Después de estar diez minutos meditando que es lo que no iba a hacer o decir salí de la ducha con la toalla envuelta en mi cintura, mirando a la chica cepillar su cabello frente al espejo.
Busqué mis pantalones y toda la demás ropa hasta dar con ella y así vestirme. Una vez el trabajo estuvo hecho me acerqué a ella poniendo mis manos sobre sus hombros de forma suave.
—S-Si quieres matarme s-sólo tienes que decirlo, je.
—No es eso Allen, es sólo que, agh, ¿Por qué nos metemos en problemas eh?.— Dijo en un tono un tanto frustrado mientras dejaba el cepillo a un lado.
Una mueca se formó en mi rostro de forma involuntaria, pasé mis brazos por su cuello y la abracé dejando un beso en su pálida mejilla.
—Gajes del o-oficio.— Me limité a decir mientras me daba la vuelta quedando a un lado de ella, tendí mi mano en gesto de que quería que la sujetara.
—Vamos, engendro tiene hambre, lo sé.
Una risa se escapó de sus labios provocando que también sonriera y enseguida tomó mi mano llevándola conmigo al comedor.
Todos estaban ahí; Harriet picaba no sé qué cosas, Esme cocinaba y Win se dedicaba a preparar todo.
—¡Quiero ayudar!.— Exclamó Kar a la par que soltaba mi mano para ir a donde ellas, yo solo negué con la cabeza, mujeres.
Mientras tanto fuí con los varones, sentandome en la enorme sala de Zeen y colocando mi trasero a un lado de dichoso personaje quien se limitó a arquear una ceja.
—La dejé con las mujeres, que ellas solas se entiendan por que yo no puedo.
Una risa salió de este. Mi vista se fijó en el televisor del cuál el encargado de cambiar de canal era Aris, cambiando los canales de forma lenta hasta que paró en Pesadilla en la Calle Elhm.
—Viejo, prometeme que cuando crezcamos y tengamos que heredar el trabajo de nuestros padres tú te encargarás de hacer algo como eso.— Dijo Warren señalando la pantalla hacia Seth.
—Eh, no lo sé viejo, todavía me cuesta entrar en las mentes ajenas.— Dijo el arlequin (así le digo por que parece más eso que un payaso) rascando una de sus mejillas.
—¡Vamos! ¡Yo te ayudo con eso, es parte del trabajo divertirse!
Una mueca en Seth volvió a aparecer pero finalmente se rindió y accedió.
—Está bien, ¡Sin meternos en problemas por favor!
—Si, si, tú tranquilo.— Dijo el ajeno al aire mientras en tanto me limitaba a negar suavemente con la cabeza.
Llegó Esme a la sala indicandonos que estaba listo el desayuno, a lo que salimos corriendo de la sala como perro hambrientos sentandonos en nuestros lugares mirando un comedor lleno de tanta comida pudiese haber.
Tomamos un plato sin más y empezamos a tomar comida sin queja alguna, mientras Win se sentaba junto a Seth, Esme junto a su hermano, Harriet junto a Warren y Karnell a un lado mío.
—Te hice waffles.— Me dijo dejando un plato lleno de ellos enfrente mio haciendo que los ojos me brillaran, ah, la amaba tanto.
—J-Justo lo que quería.— Murmuré robando un rápido beso de los labios contrarios y empezar a comer de forma apresurada.
—Y bien Allen, tenemos un asunto que resolver.— Esa era la voz de Q quien me miraba con una ceja encarnada y bueno, me tragaba el waffle de golpe.
—No me puedes dejar comer bien por un momento.— Susurré dejando de un lado tan exquisita adquisición, haciendo una mueca y pensando en lo que tendríamos que hacer al respecto.
—Bueno, dijo que me vería en la escuela, por lo que supongo que se ha inscrito en la misma que todos nosotros...hm.— Un tic en mi labio se hizo presente, y todo lo que hice fue mordisquear mi labio mientras Zeen escribía algo en su cuaderno.
"Es esencial cuidar de Karnell y del bebé idiota, empezamos con ello" era lo que decía la hoja. No me gustaba que me llamara idiota pero esta vez tenía razón.
—Cuidar de Karnell, podemos agradecer que está en clases con nosotros.— Mencionó Harriet mientras tomaba un sorbo de su taza de café.
—Nosotras podríamos cuidarla cuando no estés Allen, y ustedes chicos pueden cuidar de Allen.— Exclamó Win, señalando a cada uno de los chicos.
—¡Esperen! Me agrada la idea pero, chicas, son sólo tres; necesitaran un par más. ¿Qué tal si Zeen y Deb se quedan con ustedes eh? Zeen conoce las debilidades de la chica rara, así que será ventajoso uno y uno.
Miré a ambos bandos mirando como Zeen se señalaba con el dedo, pero enseguida con un suspiro largo asentía.
—B-Bueno, sólo espero no la pongan con nosotros...
Asentimos todos a la par, mientras mi mirada de desviaba al reloj de pared; ya casi era hora de ir a trabajar.
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El Hijo de Ticci Toby. -『 Reencuentro. 』©
Fanfiction【 Allen Rogers ya no es más un niño. Ahora carga con una responsabilidad aún más grande: la llegada de un nuevo Rogers e integrante de la casa. Todo se complica un día, cuando la chica que creía se habia deshecho, regre...