Luego de ese terrible incidente ocurrido en el establecimiento, y tras salir corriendo de vuelta a su hogar, el menor continuaba llorando mientras, corría entre las calles de la gran ciudad.
Seguía sin entender el como había sucedido aquello, pues, Dai nunca mostró agresiones físicas al contra el. Entonces ¿que había salido mal?
El peliazul, recordó una especie de advertencia que su amado le comento anteriormente. El, había dicho que le molestaba demasiado las muestras exageradas de cursilerías en publico... ahí el error cometido.Finalmente llego a su hogar. Abrió la puerta, entro para casi de inmediato dirigirse al baño con la intensión de ducharse. Coloco el teléfono en el sofá, subió a la planta alta de la casa y se metió a la regadera. Después de todo, la ducha era necesaria para limpiar los residuos de comida y malteada en su cuerpo.
Dai había salido de la tienda en busca del joven peliazul.Del bolsillo saco su teléfono con el cual comenzó a llamar al de cabellera celeste.
Con malestar fruncio el ceño cuando el mensaje grabado del buzón se escucho.>¡Hola! No puedo responder en este momento, pero mas tarde te llamare<
El mayor cerro los ojos molesto intentando de nueva cuenta llamar al joven Kairi. Como la primera vez, el mensaje grabado se escucho en la bocina de su móvil. Enojado, guardo su celular para tomar camino hacia donde el hogar del peliazul.
El menor por su parte, apenas salió de la ducha se acerco a su teléfono... su mirada mostró algo de miedo al darse cuenta que había llamadas pérdidas de Dai.
Más temprano que tarde devolvió la llamada a su amado, quien se quedo en silencio al pulsar el botón de contestar.
—¿Dai... amor... estas ahí? Lamento las llamadas perdidas... estaba en la ducha y el teléfono estaba en la sala——te veo en media hora. En tu hogar, así que esperame ahí—
El mayor colgó la llamada después de decir aquello al jovencito.
El, en seguida se fue a su cuarto para vestirse y esperar a que Dai llegara a casa. Quien sabe, quizá esta vez las cosas saldrían mejor.
El tiempo paso rápido, el reloj ya marcaba las 7:00 pm, y el timbre del lugar estaba sonando.
Afuera, estaba Dai. En sus manos tenia un par de bolsas del súper. En ellas tenia palomitas para el microondas, una bolsa de dulces y un dvd de comedia. Miro al menor con más tranquilidad, sonriendo dijo
—escucha Kai, quiero disculparme. Y bueno, pasemos un rato juntos como pareja... traje estas cosas para disfrutar la película—
Comento alzando las bolsas donde la botana y golosinas venían. El menor tomo la mano de su novio llevándolo hasta la sala, donde, se quedo a esperar en el sofá a que Kairi preparara las palomitas.
Ya todo estaba listo, las palomitas en un tazón, y en otros mas pequeños coloco los caramelos y chocolates, dos vasos de soda grandes con su pajilla.
La película comenzaba, el menor estaba acostado sobre el pecho del de iris grisáceos, quien se veía calmado, pues, las adorables risitas del menor lo hacían sonreír de vez en cuando.
Todo parecía marchar bien hasta el momento. De pronto el menor tomo un caramelo y lo llevo a la boca de Dai... su semblante, paso de ser alegre a uno de molestia. Retiro al de cabello azúl de su pecho para decirle de forma indiferente
—¿crees que soy un inútil que no puede valerse por si solo? Detesto que seas así. Sabes, me largo de aquí...—
Acto seguido tomo su chaqueta y salio azotando la puerta detrás suyo.
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Caricias... (Yaoi)
FanfictionA veces el amor no es eso lindo que hace a las personas vivir una experiencia de felicidad. A veces, puede ser dañino, causar heridas bastante dolorosas si vienen de parte de la pareja. Este pequeño relato, contara el como un joven uke amoroso, tier...