Alex Roberts el Guitarrista mas Grande de Todos los Tiempos

2 Que rápido corre el tiempo

Linda quedo paralizada, no sabía si esconderse o correr, quizá todo estaba perdido, se le hizo un nudo en la garganta quiso llorar y hasta gritar pero algo la sorprendió. Arthur llevaba su mano derecha hacia su bolsillo y sacaba su teléfono celular que sonaba.

-Martin tengo que atender esta llamada, ponte muy atento, ahora vuelvo.

Arthur se alejó caminando con el teléfono en el oído hasta perderse de vista, rápidamente Linda aprovecho la situación y continuo caminando con la demás tripulación, ya estando muy cerca de la puerta aduanal se dio cuenta de que Martin clavó su mirada fijamente en ella, pero por alguna razón, Martin se quedó sin mover un solo dedo, ella también lo miró y después de sostener sus miradas por varios segundos, Linda atravesó la puerta sin tener problema alguno con el encargado aduanal, que siendo tan rutinario su trabajo ni siquiera se dio cuenta de que linda no llevaba el carnet colgando como todos los demás. Partió de San Diego, ¿Con suerte?, ¿Seria el destino? Cualquiera que fuese la razón, ella llegaría a Inglaterra en pocos días.

15 Años después

Me encanta caminar por las calles de Whiteheaven y más si Wendy me acompaña cuando regreso de la escuela, ella siempre me dice que le gusta regresar por la costa para ver el inmenso mar.

-Alex, ¡Tienes que ir un día!, es tan grande, con muchos rascacielos por todos lados, hay muchas luces por todas las aceras y siempre hay música en un lugar o en otro, dice mi mama que Paul MCartney está de visita en Liverpool ahora mismo, le dije que yo lo quería conocer y me dijo que estaría abarrotado de gente, además papá tenía que regresar rápido porque al día siguiente tenía que ir a Londres.

- ¿Enserio? Yo quisiera que mama me llevara un día, pero mi abuela está enferma y dice que no podemos dejarla sola.

Liverpool… el lugar de mis sueños, allí fue donde se crearon Los Beatles, tan cerca pero tan lejos de mi alcance. Siempre le mentía a Wendy e inventaba excusas, “que mi mama no puede dejar el trabajo” o “que la abuela estaba enferma”, la realidad es que mi madre no tenía auto, lo poco que conocía de Liverpool era por pinturas que veía en las tiendas o postales que robaba de los buzones.

En el centro de Whiteheaven estaba un pequeño bar, siempre estaba abarrotado de personas para ver los juegos de futbol y beber cerveza, muy pegada a la puerta, estaba una rocola, la gente se acercaba y le ponía monedas para que comenzara a tocar los discos que tenía dentro, yo me pasaba las tardes sentado en la plaza frente al bar para lograr escuchar mi canción preferida de los Beatles “I should have known better” y la trataba de cantar.

Siempre quise aprender a tocar la guitarra pero jamás había podido conseguir una, aún recuerdo cuando llegó Elionore con su guitarra nueva a la escuela, nunca en mi vida había tenido una guitarra eléctrica ante mis ojos, sentí que mi corazón se aceleraba, ver un instrumento igual al que  Jhon Lennon utilizó para hacer música en sus grandes conciertos. Todos estábamos a su alrededor viendo detenidamente al brillante instrumento sin parpadear.

-Mi papá fue de compras a Londres y me la trajo como regalo de cumpleaños

-¡Vaya!, en verdad que es bonita, pues todos queremos escuchar cómo suena ¡anda! Toca una canción – Dijo Wendy apresurada-.

- No aun no me enseñan ninguna canción

- Creo que yo podría tocar alguna melodía- dije con voz temblorosa, aunque estaba mintiendo, creo que logre asombrar a Wendy-

- ¡No! Alex, aléjate de mi guitarra no quiero que nadie la toque –Esas fueron las palabras de Elionore-.

Me sentí impotente al no poder tenerla entre mis manos, yo sabía que había una armonía entre la guitarra y yo, presentí que aunque jamás había tocado una, al tenerla entre mis manos todo funcionaria, todo saldría de una manera espontánea sin explicación alguna, me imaginaba tocando melodías una y otra vez.

-¡Mamá!, quiero una guitarra –esas fueron mis palabras exactamente al atravesar la puerta de la cocina mientras nos preparaba la comida-.

-Ay hijo, ya te he dicho muchas veces que no tengo tanto dinero para comprártela, ya llegara la hora, aparte tenemos que ir hasta Londres y no tenemos auto, el autobús tarda mucho en llegar y yo tengo que trabajar.

- ¡Pero mama! Es que a Elionore le acaban de comprar una guitarra nueva, y ni siquiera la sabe tocar.

- Mira Alex, te prometo que la primera vez que vayamos a Liverpool te comprare una, ¿Esta bien?

- Pues no me queda de otra – dije entre dientes con mi cabeza baja

Subí a mi habitación y me tumbe en la cama, empecé a maquilar sueños al por mayor, me imaginaba subiendo a un escenario con Paul MCartney y toda la gente comenzaba a gritar de emoción, yo era el quinto Beatle y tocaba junto a Eric Clapton, la gente me pedía autógrafos, hasta que me sumergí en un profundo sueño...