Capitulo 26

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-""Quiero que me digas la verdad, ¿Qué sucede entre tú y Sesshomaru?"

-"..."

-"Habla Aome""

...........

-"No sé a qué te refieres"- respondió, traicionado por su propio cuerpo, quien envió señales nerviosas.

-"Aome por favor, no me salgas con que en verdad estas enamorada de ese sujeto"- sonó como una súplica, disfrazada de regaño, la vio girarse con la mirada sorprendida, incluso incrédula.

¿Ella enamorada de Sesshōmaru?

-"..No"- se sentía cansada de tantas mentiras.

Las manos de Koga sujetaron el mentón de la joven-"¿Por qué estas con él?"- indago ahora con vos dulce.

Aquellos orbes marrones temblaron -"Se lo prometí, le di mi palabra de que me casaría con él, y lo ayudaría a obtener su territorio"- Koga no necesito más palabras que esas, después de todo él también era un Lord, aunque no se consideraba como tal, prefería ser conocido como un guerrero.

Mucho antes de conocerla, también era considerado un vándalo, un asesino. Koga sabía de leyes y tradiciones, pero se negaba a permitir tal unión.

-"¡Solo te está utilizando, es un maldito!"

-"Lo sé"- y tal vez su vos se sentía pesada, una extraña sensación en el pecho, como si un peso muerte se posicionara justo ahí, impidiendo que el aire circulará tranquilamente por sus pulmones.

-"No lo hagas Aome, no te cases con él, ven conmigo prometo que te cuidare"- dejo caer una mano libre sobre las de Aome, mientras que la otra continuaba en su mejilla

-"Koga"- jadeo sorprendida, con el escozor de las lágrimas apoderándose de sus ojos.

-"No soportaría verte al lado de ese sujeto, solo te ara sufrir, Sesshōmaru odia los humanos"-la vio negar lentamente

-"Eso no es verdad, no creo que odie tanto a los humanos... de ser así, no permitiría que Rin lo acompañara y mucho menos me hubiera dejado ver a mi familia, incluso logro comportarse frente a ellos"- esto último lo dijo con una sonrisa en los labios, recordando al Sesshōmaru vestido de humano, ""Se veía muy guapo"" pensó con un tenue rubor en las mejillas, el cual aumento cuando recordó que Koga estaba frente a ella.

-"Aome"- lo escucho decir con el semblante serio-"¿Sientes algo por él? ¿Te gusta Sesshōmaru?"

-"Ah"- ella balbuceo incoherencias, apartando la mirada por instinto-"Claro que no ¿Qué te hace pensar eso?"

-"Por la forma en la que te refieres a él, la Aome que yo conozco jamás diría eso"

-"Bueno, las personas cambian ¡Pero eso no quiere decir que me guste!"- finalizo exaltada, como si le hubieran dicho la peor de las ofensas.

No estaba segura de sus propias palabras, y por alguna razón que desconocía, no le agradaba hablar de ello.

No después del beso de esta mañana, ni si quiera había pensado en como dirigirse a Sesshomaru después de eso, además de que había herido su orgullo, y se había escapado con el lobo.

Aome no quería imaginarse, pero estaba segura de que no estaría de buen humor al regresar.

Suspiro de tan solo imaginarse la cara de amargado que pondría-"Será mejor que regresemos, ya es tarde"- anuncio poniéndose de pie el joven asintió, un látigo verde apareció entre los árboles, segundos antes de que la volviera a tomar en brazos

-"Creo que ya han venido por ti"- dijo entre dientes, sabiendo que no era una opción pelar ahora, con Aome en el medio de ambos podría salir lastimada.

Sesshōmaru, hizo notar su presencia, su semblante estaba tranquilo, pero la joven miko sabía que detrás de esa frialdad, se ocultaba el enojo-"Es hora de irnos"- lo escucho decir, se apresuró para llegar a su lado.

-"Nos vemos Aome"- murmuro el joven lobo,-"¡Oye tú, no la dejare sola oíste! ¡Yo no me rendiré algún día Aome será mía!"- grito antes de que ambos se perdieran entre la espesura del bosque.

Y el impulso por descuartizar al lobo se fue tal y como vino, fueron segundos, en los que pudo imaginar una y mil formas de matar al lobo, por creer que podía arrebatarle a la miko

Le cortaría las manos, solo por atreverse a tocarla, y ella traidora sonriéndole como una tonta enamorada ¿Tan rápido se había olvidado del Hanyou?

Inuyasha ¿Cómo era posible que ese sujeto, fuera el mejor en algo? Le aria ver a esta mujer su error.

Él era su dueño, la miko le pertenecía en todo los sentidos existentes, su irritante sonrisa, aquel brillo molesto en sus ojos, incluso podía soportar que gritase.

No era extraño que fuera posesivo, para nadie, después de todo estaba en su naturaleza demoniaca, sería más extraño que no lo fuera.

Era instinto, si solo eso puro instinto. Sabía que la morena llamaba la atención de los hombres y demonios, lo supo el primer día en que la vio, porque capto la suya.

La curiosidad, era tanta que regresaba solo para observarla, a veces escondido entre las sombras, otras veces mientras luchaba contra Inuyasha... Ella no tenía por qué enterarse de eso.

Pero ahora el asunto era otro.

¿Por qué se empeñaban en tratar de llevársela?

No estaba dispuesto dársela a nadie, ni si quiera al estúpido de Inuyasha y mucho menos al lobo.

Aunque así tuviera que encerrar a la miko.

...............

Cuando llegaron al castillo, casi al anochecer, fueron recibidos por Irazue y un grupo muy peculiar que tenia de inquilinos.

-"¿Qué significa esto?"- como era de esperarse el Youkai fue el primero en reaccionar.

-"¡Muchachos!"-Aome exclamo feliz, sin esperar respuesta corrió a los brazos de su antiguo grupo.

-"¡Aome!"-gritaron Shippo, Sango, Miroku, e Inuyasha al mismo tiempo, aunque también estaban Kikyo y Koga.

-"¿No estas emocionado hijo? son los invitados de honor, se quedaran aquí hasta después de la boda"- respondió la dama mostrando una gran sonrisa.

En definitiva sintió deseos de matar a alguien, supo, que ese solo sería el comienzo, de sus dolores de cabeza.

Continuara...

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Tuya por AccidenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora