|| Secretos olvidados || ♦Castle♦

No pienses que soy yo

Ryan's POV

Me acerqué al cadáver, y me arrodillé a su lado. Le quité el pelo de la cara, y me dí cuenta de que no era Anna, sino que otra chica muy parecida a ella.

-¡No es ella!-grité y me levanté.

-No te muevas, o disparo.-dijo una voz a mi espalda. Noté como me apoyaba la pistola en la espalda.

Me di la vuelta lentamente y vi a un hombre con una cicatriz cerca del ojo derecho apuntandome con su pistola.

-Deja el arma en el suelo.-me ordenó. Hize lo que me dijo, y dejé mi pistola en el suelo.-Ahora camina lentamente para acá.-dijo con el acento ruso.

-Sabes donde está, ¿verdad?-dije caminando lentamente, sintiendo aún el amra de él en mi espalda.

-¿Hablas de la chica? Sí, se donde está. Y tranquilo, está bien. Pero yo me preocuparía más por ti. Camina.-me ordenó.

Seguí caminando lentamente, sabía que no tendría posibilidades de salir vivo si intentaba escaparme. Por lo menos tenía el dispositivo de comunicación en mi oreja, y así Espo y los demás sabrían donde estaba.

-Para-dijo el hombre y me detuve frente a una puerta.-Abre la puerta.-dijo golpeando mi espalda con el arma.

Abrí la puerta y pude ver a Anna atada a la pared con unas esposas, con la cara con golpes. A simple vista, no parecían ser graves. Se me cayó el alma a los pies: de no haber sido por mi culpa ella no estaría así.

-¡Anna!-grité e intenté correr hacia su lado, pero el hombre me agarró del brazo.

-¿A dónde te crees que vas?-dijo y me empujó hacia una esquina de la habitación.-Sientate ahí.-dijo señalando una silla que había al lado de donde estabamos.

Anna's POV

Oí la voz de Ryan y levanté la mirada. Romman estaba empujando a Ryan y le estaba mandando que se sentase en una silla. Cuan Ryan se hubo sentado en la silla, los otros hombres ataron a Ryan a la silla, y Romman se volvió a mí.

-Ahora, guapa, me vas a decir donde está la caja fuerte, o sino,-dijo apuntando a Ryan con la pistola.

-No sé de que caja me hablas.-dije con la poca voz que me quedaba.-Enserio...

-Ah, ¿no?-Romman sacó una navaja de su pantalón y le rasgó la mejilla a Ryan. Ryan se aguantó el grito.

-¡No! Por favor...El no tiene nada que ver...por favor, dejale en paz...haré todo lo que quieras.-dije, fue mi última oportunidad.

-¿Todo lo que quiera?-dijo Romman arqueando la ceja.

-S-Si...-dije susurrando.

Romman miró a sus hombres y se empezaron a reír.

-Bien, bailarás te quitarás la ropa para mí. Luego ya veremos lo que hago contigo. Pero espera...-dijo mirando a sus hombres, y luego a Ryan, quien estaba apretando los puños, y se mordía el labio.-lo harás todo delante de él, ¿vale, preciosa? Y tú,-señaló a Ryan.-vas a estar mirando todo el rato.-sonrió y escupió el suelo, cerca de Ryan.-Empieza, nena.