Capítulo 10

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  Si hacemos un dibujo en una esquina de un cuaderno, y en la siguiente página añadimos un nuevo elemento, y en la siguiente otro, y otro más, y así hasta el final; conseguiremos una secuencia que podremos hacer avanzar hacia adelante y hacia atrás. Sujetando firmemente las hojas por un extremo y dejándolas caer por el otro con suavidad, veremos que nuestro dibujo inicial cobra vida propia y nos narra una historia.

Nuestra vida también es una secuencia de episodios, y dependiendo de quien añada los nuevos elementos, así discurrirá en el tiempo. Claro, que siempre podemos intentar contarla hacia atrás.

-Muy bien, Salva se pondrá en contacto con usted en breve.- Marta tecleaba con rapidez mientras hablaba por teléfono.- Si, por supuesto, gracias.-colgó.

¡-Cling, cling, cling!- La campanilla de la puerta anunciaba que Salva había vuelto.- ¿Hola?

Marta levantó un dedo para indicar que esperase un momento. –Espera- siguió tecleando a la velocidad que dan años de experiencia- Mo-de-lo de-luxe...ya está.-levantó la vista.- ¡Hola! ¿está lloviendo?

Salva tenía el pelo aplastado y húmedo y grandes manchas de agua en los hombros.

-No, esto es cortesía de la vecina de arriba. Una mujer encantadora que riega los geranios con cubos.- Metió la mano en la chaqueta y sacó un rollo. –Menos mal que La Monda  no se ha mojado, Angelita es capaz de matarme...o peor...invitarme a comer.

-Pues eres tú quien debería invitarme a mi. Estaba rellenando un pedido.

-¿Uno bueno?- A Salva se le iluminó la cara.

-No, es una de esas alarmas de puerta que suenan cuando se abre y van a pilas. El hombre es mayor y no sabe instalarla.-Marta encogió los hombros.-Pero ya tenemos algo con qué alimentar al banco.

-Hablando de bancos. ¿te acuerdas del pagaré devuelto? He pasado a recogerlo.- Sacó un papel del bolsillo y se lo mostró a Marta.-Mira.

-Parece una campaña de recogida de firmas en apoyo a Instaladores de alarmas en quiebra.

-Es una cadena de endosos. ¿ves la firma de arriba?-Salva señaló una rubrica con un sello.-Es de la empresa que expidió el pagaré.-Siguió señalando las demás.-Ésa se lo dió a esta, y ésta a esta y ésta a este tío que me lo dió a mí. ¡es magnífico!

-Si, una obra de ingeniería.

-No, en serio, esto quiere decir que puedo intentar cobrárselo a cualquiera de los que han firmado por detrás.-Salva sonrió triunfante.-Iba a ir ahora al Registro Mercantil para ver si puedo sacar alguna dirección.

-¿vas a hacer de detective?-Marta se levantó y corrió a la puerta.-Pues voy contigo.

Se subieron al coche. –Arranca. No, espera...-Marta abrió la guantera y sacó un CD que metió en la radio.-Primero hay que hacer ambiente.

Mondando manzanasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora