Eran las seis de la tarde y sólo quedaban 10 minutos para que llegase el tren de la línea Barcelona-Madrid.La mujer, nerviosa, miró al pequeño bulto que llevaba en sus brazos. Aún no se acostumbraba a la idea de ser madre, y el echo de que aquel bebé de apenas cuatro días fuese la hija de aquellos dos se le hacía insufrible. Casi se arrepentía de haberse quedado con ella. Pero era tan hermosa, tan pequeñita y frágil... No había podido resistirse.
Entonces se acordo de la otra criatura. López y Müller...
Secretamente detestaba que no se hubiesen quedado con la niña. Pero quien esté libre de pecado, que lance la primera piedra.~~4 días antes, 28/10/2000, 2AM~~
Por fin has llegado- dijo Müller con retintín-. Llevamos esperandote 15 minutos.
López se acercó a la puertezuela del conductor del Mercedes de Genevieve y le preguntó, con un deje de nerviosismo en su, por lo general, firme voz, sobre las niñas.
Genevieve salió del interior del coche y, abriendo una de las puertas traseras, anunció:
-Aquí están. Me costó trabajo coger a las dos sin que me viesen, pero...
-Espera, ¿que? ¿Te las has quedado?- la interrumpió Müller visiblemente enfadada.- Joder, Gen. Se supone que tenías que dejarlas allí.
-No pude abandonarlas así sin más- murmuro la rubia-, no tienen la culpa de nada.
-Siguen siendo las herederas, ¿recuerdas? Tienen que desaparecer.
-¿Y ahora qué?- preguntó López, deseando largarse de allí y volver a casa para descansar después de aquel día tan largo.
-Pensé que, quizás, querríais quedaros con una.
-¡Ni hablar!- saltó Müller.- Ni de coña criaré a una de esas.
Müller no tenía el instinto maternal demasiado desarrollado.
-Está bien. Entonces...- Genevieve dudó un momento. Suspiró y continuó:- me quedo con la rubia.
-¿Y la otra qué? Llévatela también, coño. Promoción 2x1.- Escupió Múller con desdén.- Estás como una cabra.
-Puede- dijo Genevieve entre dientes.
-Nosotros nos encargaremos de la morena- afirmó López, decidido. Al ver la mirada asesina de su mujer, añadió rapidamente:- La llevaremos a un orfanato y que la den en adopción.
Genevieve frunció el ceño. ¿Adopción? No podía ni imaginarse la horrible vida que, a lo peor, aquel bebé tendría viviendo en un mugriento orfanato. Ojalá pudiera llevarse a las dos. Pero ya era bastante sacrificio quedarse con una.
-De acuerdo. Es vuestra- accedió intentando que el sentimiento de la culpa no la invadiese.
Y así, tan silenciosamente como habían llegado a su punto de encuentro, los tres se dirigieron hacia sus respectivos hogares con una responsabilidad más sobre sus hombros.
El ruido del tren al llegar a la estación despertó a Genevieve de su ensoñación y, sosteniendo con un brazo a la pequeña y la maleta en su otra mano, entró en el tren.
Rumbo hacia un futuro que no se imaginaban.

ESTÁS LEYENDO
Unexpected
AksiKristen, una chica huérfana de solo 16 años, es adoptada por una familia algo particular. Así es cómo Kris llega a Santa Columba, donde conocerá a personas como Thomas y Hélène, que se ganarán un lugar en su corazoncito. Cuando la amistad surge con...