La sensación no era realmente agradable, o eso fue lo que pensó Leo.
Él y Hongbin estaban en medio de una cita cuando una chica se acerco a su novio, parecían ser cercanos. Pronto, mientras veía como la chica arrastraba a su novio lejos de él aún cuando estaban teniendo una cita, Leo empezó a sentir unas grandes ganas de gritar y agarrar a Hongbin para llevarselo de allí.
Sólo quería que Hongbin le mirase a él, no era justo que esa chica se llevase toda su atención.
Con un leve sonrojo, Leo alcanzó a la pareja y tiró del borde de la camiseta de Hongbin, ganandose su atención. Le dijo que iban a llegar tarde al cine como excusa, cosa que era mentira, y, sin dejar a Hongbin reaccionar, se disculpó rápidamente ante la chica y tiró de la mano de Hongbin en dirección contraria, lejos de ella.
Hongbin, a pesar de estar confundido, no soltó su mano en ningún momento, por lo que Leo se lo agradeció mentalmente.
Entonces Hongbin lo entendió, y una gran sonrisa traviesa se plasmó en su rostro. Le preguntó a Leo si era verdad que estaba celoso y, recibiendo como respuesta sólo un fuerte sonrojo y un débil no, una pequeña carcajada se escapó de su boca, formando esos perfectos hoyuelos que a Leo tanto le encantaban.
Un beso tierno fue robado de sus labios cuando menos se lo esperaba, y cuando se giró para protestar, Leo sólo fue atacado aún más por esos labios tan suaves.