Burbujas y patitos

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Después de esa primera batalla ganada Yuuri tuvo que seguir esforzándose para arrastrar a Otabek a su cama, aunque solo fue la primara semana después de eso el menor ya iba solo, ya se había rendido después de ser perseguido por "la bestia come galletas", ser atacado con una pistola de agua, ser chantajeado con pastelitos e incluso Yuuri consiguió un par de arañas para asustarlo y obligarlo a ir a dormir a su lado.

A veces la señora Katsuki leía los cuentos otras veces lo hacía Yuko, la sirvienta encargada de cuidarlos la mayor parte del tiempo y siempre al terminar hacían sonar la caja de música y daban un dulce beso a cada uno.

Y cada noche Yuuri abrazaba muy fuerte a Otabek porque tenía miedo de que este escapara a mitad de la noche, miedo que fue desapareciendo cuando el menor empezó a corresponder a los abrazos y así dormían acurrucados entre las mantas con dibujos de dinosaurios.

Con el paso de las semanas y los meses los dos se volvieron inseparables, cuando el mayor tenía que salir por las mañanas a la guardería Ota lo esperaba en el gran portón para recibirlo y después ir por galletas con Minako e ir a jugar en el jardín.

Todo era perfecto en su pequeño mundo, hasta que un día los pasteles, dulces y galletas les fueron prohibidos ya que en ese tiempo ambos se había convertido en un par de bolitas con mejillas súper apretables.

Pero no podían vivir sin sus deliciosos postres así que aprovecharon cuando Minako estaba fuera de la cocina atendiendo el comedor para entrar con cautela, solo iban a preparar galletas no debería ser tan difícil ¿verdad?

Su pequeña aventura en la cocina terminó como una batalla campal con ambos cubiertos de harina, azúcar por todo el piso, Ota con la cara llena de chocolate y con Yuuri casi provocando un incendio.

Minako casi se desmalla al ver semejante desastre, y tuvieron que ser llevados por Yuko para darles un profundo baño. En la tina dos niños jugaban alegres entre burbujas de brillantes colores y patitos de hule, no necesitaban nada más para ser felices.

Aun seguían sin poder comer postres y ahora también estaban vetados de cocina.


No fue mi intención amarte [Otabek x Yuuri]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora