capítulo 4

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Fueron pasando día tras día y al paso del tiempo Rossane se fue dando cuenta con mayor facilidad que el niño de bellos ojos avellana era un mujeriego, el les llevaba tres años de diferencia en edad y ella decidía ignorarlo eventualmente.

Él era alguien divertido, carismático y con obviamente una sonrisa hermosa y envidiable al que le gustaba molestar y hacer reír a las personas que lo rodeaban.

Subiendo las escaleras camino al salón de clases les presento a María José un niña de más o menos su estatura, de cabello rojizo y con la piel de porcelana.

Ella es mi novia - dijo en un tono divertido a lo que la niña de cabellos rojizos contesto riéndose y negando con la cabeza

Siguió pasando el tiempo, como si en algún momento este pudiera detenerse y el niño de ojos avellana y de baja estatura se volvia con mayor rapidez parte de su vida.

Molestaba, molestaba demasiado el simplemente no podía vivir sin estar molestando divertidamente a alguna persona, le quitaba los caimanes con los que se sujetaba el cabello por lo que Rossane empezaba a corretearlo por todo el patio en busca de que le devolviese lo que era de ella, llegaba un punto en el que siempre se encontraban en frente de algún maestro el cual la mayoría de veces los miraba de forma divertida y le pedía al de lindos ojos que le devolviese lo que le había quitado a la niña que lo sujetaba con todas sus fuerzas del uniforme, era divertido, realmente lo era.

Ella mientras tanto también convivía con otros chicos dos años mayores a ella y sus amigas, uno de ellos le parecía simpático, lo cierto era que solo le gustaban sus ojos por lo parecidos que resultaban con el par de ojos avellana que tanto admiraba.

Tantos días pasaron, cada vez todo se complicaba aún más, su amiga empezó a interesarse por el de ojos simpáticos, ella se dió cuenta que realmente nunca le importo, su otra amiga Ángela intentaba que ella no viera como se besaban, pero nadie se daba cuenta de que a ella ese chico no le importaba en lo absoluto.

El de lindos ojos avellana se llamaba Daniel y a ella el la seguía molestando.

Deme un beso - dijo un día en tono burlesco

No - respondió ella intentando ocultar su risa

Algún día me lo va a dar - afirmó este

Siga soñando - contra atacó ella ágilmente sonriendo .

Podria Ser (? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora