Capítulo 11: Esta es tu casa.

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Black y Zamasu llegaron un poco entrada la noche, venían muy contentos pues al parecer habían acabado con la gente de toda una capital.

Cuando llegó la hora de dormir, el pi blanco me dio una manta y una almohada suya para que durmiera en el sillón de la sala.

¨Uf menos mal que no me tocó dormir con ninguno de ellos¨

Ya era más o menos la media noche y yo aún seguía mirando al techo sin poder conciliar el sueño; había muchas inquietudes en mi mente que no me dejaban dormir.. ¿Por qué de pronto tanta amabilidad? ¿Qué planean hacer conmigo? ¿Qué quiso decir ese día en el calabozo... eso de que no puede matarme? ¿Qué pasará de ahora en adelante? No entiendo nada: Mi pasado ya no existe, mi presente es confuso y mi futuro es incierto.

No lo soporté más y me levanté del sillón para encaminarme hacia la puerta que daba hacía el patio donde tomábamos té, me acerqué a los barandales para recargar mis palmas sobre ellos mirando hacia el hermoso cielo estrellado.

-La verdad es que se ve mucho más hermoso desde que ya no están esas molestas luces de las ciudades – Dije para mí misma

Miré hacia la estrella más brillante en el cielo, la que se encontraba al lado de la luna y comencé a cantar en tono bajo una canción que me tranquilizaba mucho cuando tenía problemas:

~Ki o tsukete (Ten cuidado)
Kami-sama wa miteru (Dios te observa)
Kurai yomichi wa te wo tsunaide kudasai (No te ahogues en un oscuro callejón)
Hitori de tooku ni demo itsumo mitsukedashite kureru (Aunque camines solo, él siempre te encontrará)
Shitteru koto wa zenbu oshiete kureru (Él lo sabe, cuéntale tus pecados)
Watashi ga oboetenakutemo (Díselo, aunque si no conoce tu rostro...)
Nando demo oshiete kureru (No te podrás salvar)
Demo zenbu wakatte shimattara dou sureba ii no (¿Pero que estoy haciendo si las puertas del cielo están cerradas para mí?)~

-Que canción más bella- Dijo una voz detrás de mí, era Zamasu quien estaba recargado en la puerta con los brazos cruzados- Y que hermosa voz tienes.

-¿Za- Zamasu?... ¿Qué- haces aquí tan tarde?

- Salí a tomar un poco de agua y vi que no estabas en el sillón- Se acercó hacia mí y me miró con seriedad- Me molesté un poco al pensar que pudiste haberte escapado otra vez.

- ¡Hm!.... Tendría que ser tonta para volver a salir allá afuera a exponerme otra vez a lo mismo...Prefiero mil veces tus torturas a dejar que otro infeliz como esos malditos de aller me toquen.

El Kaio Shin esbozó una pequeña sonrisa ante mi comentario y descansó sus manos sobre los barandales de igual manera que yo, mirando hacia el cielo.

-¿Ahora vez por qué los odio tanto?

-Siempre lo he sabido, por eso no me opongo a tu justicia porque eso es lo que es... es justicia, y te lo repito, si no me crees allá tú pero así es como pienso yo y si no te parece no me importa toda mi vida e recibido burlas por esa mentalidad que tengo.

-¿A sí?... pues sería interesante que me contaras más acerca de ti.

-¿Eh?... No, no creo que te interese, es una larga historia.

-Pues me gustaría escuchar esa larga historia

-A mí no... Yo... lo último que quiero es revivir mi pasado... Oye

-¿Sí?

-¿Por qué de pronto tanto interés por una simple humana?

-Te lo dije esta mañana ¿No lo recuerdas?... No sé qué sea, pero tú tienes algo especial y diferente a los demás humanos, no eres como ellos y es por eso que sigues aquí

-.... ¡Ay! No entiendo nada- Dije en un tono algo infantil

El kaio Shin rio divertido ante esta reacción mía y ambos continuamos viendo las estrellas. Unos momentos después sentí algo cálido y suave sobre mi mano; era la mano de Zamasu. Me ruboricé al sentir ese contacto y sentí como mi corazón se aceleraba.

-(Tn)...- Me llamó dulcemente

Yo me giré al escuchar su voz y terminé por quedar cara a cara con él viéndole directamente a ese par de hermosos y brillantes ojos plateados, en ese momento mis mejillas debieron parecer tomates bien maduros pues sentía como todo mi calor se me subía a las mejillas. Zamasu apretó con un poco más de fuerza mi mano, no al grado de lastimarme, y la pegó contra su pecho.

-No tienes que entender nada- Me dijo en un tono muy bajo pero cálido- Solo.... Considérate parte de nosotros... y esta cabaña considérala tu hogar... mientras trato de explicarte la verdadera razón del porque no puedo acabar con tu vida.

-¿La verdadera.... Razón? Entonces... ya sabes a qué se debe

-Así es... pero necesito pensarlo bien para poder decírtelo

-Ya no recuerdas que te dije ¨En cuanto descubras a que se debe encárgate de deshacerte de esa razón para que...¨

-Sí, sí, no te apures que no se me ha olvidado, pero temo decirte que... no puedo acabar con esa razón.... Lo siento pero así son las cosas

Ahora sí que me encontraba confundida y no paraba de preguntarme de qué diablos me estaba hablando, cómo que no podía acabar con ¨esa¨ razón, y cuál era exactamente esa razón. Suspiré resignadamente y solté su mano para retroceder un paso alejándome de él por el bien de ambos.

-Entonces... ¿Qué supones que haga durante ese tiempo.... Zamasu?

-No lo sé.... Lo que quieras hacer, como ya te dije, esta es tu casa.

-Bueno.... Está bien. ¿Te parece si a partir de mañana me dedico a ayudar con las labores domésticas? Es lo menos que puedo hacer si me voy a quedar aquí.

-Serías de gran ayuda, demo.... ¿sabes preparar té?

-¿Eh?- Al reaccionar me reí un poco al recordar que, según mis observaciones, este chico tiene una seria adicción al té- ¿Es que acaso tu no comes otra cosa además de té? Necesitas vitaminas amigo.

-Jajaja Black se la pasa diciéndome lo mismo, creo que ahora ya van a ser dos contra mí.

-Pues eso parece.... ¿Qué dices si mañana intento cocinarte algo? Lo que tú quieras, para que por lo menos comas algo que no sea té

-Pues vale, pero te advierto que tengo un paladar muy exigente.

-Entonces me esforzaré mucho para cocinarte algo, pero yo también te advierto que mi comida se convertirá en tu obsesión.

-¿Otra obsesión?

-¿Tienes alguna otra? Además del té claro.

El peli blanco se acercó a mí a paso lento, depositó una de sus manos en mi mejilla y acercó sus labios a mi oído y dijo sensualmente:

-Ya lo averiguarás... y tal vez me ayudes a saciar ¨esa¨ obsesión....o a volverme más adicto a ella.- Se retiró lentamente de mí y contempló mi rostro atónito y sonrojado- Jajaja, deberías verte, pareces una manzana madura jajaja

-¡Cállate!

-Bueno, en base a tu propuesta... ¿Me podrías preparar mañana algo de takoyaki?

-...p-por supuesto.

-Entonces volvamos a dormir porque mañana hay mucho que hacer.

Ambos regresamos al interior de la cabaña, yo me volví a recostar en el sillón de la sala mientras que él se encaminó hacia su habitación.

¨¿Qué quiso decir con ¨esa¨ obsesión?... Bueno da igual, trataré de hacer caso y concentrarme en que a partir de mañana comenzaré una nueva vida¨

CONTINUARÁ...

Eres mi juguete (Zamasu Y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora