Eres mi juguete (Zamasu Y tú)

capítulo 37: Merged Zamasu aparece

Llegué justo a tiempo pues de alguna manera Trunks tenía sometido a Zamasu y estaba dispuesto a reducirlo a cenizas para acabar con él, fue en ese momento que llegué por detrás para enterrarle mi espada de Ki al peli azul y dejarlo caer al piso.
- Vaya, pero que mujer, yo quiero una de esas- Escuché devir a una voz detrás de mí
-¡Black!- Grité alegre al ver que no tenía ni un solo rasguño- ¿Estas bien?
- Sí, aunque he de admitir que fue un buen golpe, podría dejarme una marca
-(Tn) ¿Qué haces aquí? Te dije que te ocultaras en el bosque, este lugar es muy peligroso para ti- Me regañó el joven de piel verde
- Lo siento pero esos idiotas y Mai me encontraron, además acabo de salvarte así que de nada
- De acuerdo, de acuerdo, solo mantente lejos de la pelea
- Oigan, tortolos- Nos interrumpió Black- Son Goku y los demás llegaron
- Muy bien, entonces subamos el telón para el segundo acto- Dijo el joven Shinjin sonriendo- Y tú, hermosa- Tomó mi rostro entre sus manos y besó mis labios- No hagas que me preocupe más por ti ¿de acuerdo?
- Muy bien pero me mantendré cerca por si acaso
Me alejé del campo de batalla pues los dos sayajin y los chicos ya estaban en posición de batalla listos para comenzar, lo extraño es que antes de comenzar un anciano y un ¿niño? ¿muchacho? Parrcido a Zamasu aparecieron de la nada, pero al parecer solo fueron un pequeño retrazo pues de todos modos los contrincante s continuaron con su combate.
Yo me encontraba parada en lo alto de un edificio observando la pelea hasta que me percaté de la precencia de uno de los miembros de la resistencia, uno de los que me habían atacado en el bosque junto con Mai, el soldado se acercó a Trunks quien yacía tirado entre los escombros, no se que demonios le haya dado pero debió ser una medicina muy efectiva pues después de recibirla el peli azul se levantó como si nada hubiera pasado, ya ni siquiera tenía la herida que yo le había hecho.
Decidí bajar silenciosamente para no ser descubierta y escuchar sus planes pues si esos sayajin regresaron es porque se traen algo entre manos, y al parecer así era pues el soldado llevó a Trunks donde Mai quien también estaba ya completamente recuperada.
"Mierda, tanta puta peliadera para nada"
[…]
Decidí seguirlos para ver que se traían entre manos y terminé por llegar a un almacén cerca de lo que una vez fue la corporación capsula. Una vez que Trunks, Mai y la científica entraron al almacen, yo me acerqué para tratar de escuchar lo que decían y al asomarme por la ventana vi a la científica peli celeste trabajando en una máquina de color amarillo muy rara, si mal no recuerdo esa es la máquina en la que han estado escapando todo este tiempo.
Mai salió del almacén, al parecer para vijilar la pelea des de lo alto del demacrado edificio que se encontraba al lado, planeaba dispararle por la espalda con un rayo de energía cuando de pronto todo comenzó a temblar muy bruscamente, la peli negra cayó del edificio pero el joven guerrero logró atraparla antes de que tocara el piso, Trunks comenzó a revisar el cuerpo de la comandante para sersiorarse de que se encontrara bien y luego la estrechó entre sus brazos.
-Así que realmente son pareja ¿eh?... que interesante- Dije para mí misma
Al bajar la vista me percaté de que Trunks había dejado en el piso una extraña vasija con un amuleto de papel, al examinarlo con más detenimiento recordé que ya lo había visto antes en uno de mis libros de mitología; esa vasija servía para  sellar espíritus, demonios e incluso oponentes de batalla y una vez dentro era imposible salir de ahí.
-Malditos, con que eso tienen planeado ¿eh? Pues no mientras yo esté aquí
Corrí hacia la vasija y le quité el amuleto de papel para guardarlo en mi bolsillo y ocultarme antes de ser descubierta.
Al poco rato Zamasu llegó y descendió hasta el suelo, planeaba ir a encontrarme con él pero justo al salir de mi escondite me percaté de que la peli celeste estaba frente a él.
- Estúpida, su Ki es demasiado debil ¿Qué podría hacer en contra de un Dios?