Inked ♡Yoonmin♡ (Adaptación)

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Jimin salió de su casa, escuchando música con sus audífonos puestos caminando tranquilamente hasta llegar al parque, se sentó en el borde de la fuente y sacó un libro de su bolso y se dispuso a leer. A Jimin le encantaba salir, no es que no le gustara estar en su casa, al contrario, amaba tirarse en su cama a leer un buen libro o a escuchar música en la comodidad de su habitación, sólo que a veces se cansaba de estar encerrado y salía a dar una vuelta, volvería a su casa por la noche y ya estaría más calmado y feliz para dormir tranquilo. Jimin acomodó su beanie en su cabeza y miró las personas simplemente pasar por enfrente de sus ojos.

De fondo sonaba una canción tocada por un artista callejero, la pudo reconocer como "You're beautiful" de James Blunt.

Fue cuando vio a Yoongi, sentado en una de las mesas de afuera del café de enfrente, su sedoso cabello rubio decoraba su cabeza. Su corazón latió fuerte dentro de su pecho, el chico usaba una sudadera verde que contrastaba con su blanca piel, sin embargo no era eso lo que Jimin miraba.

Era la negra marca en su cuello, idéntica a la suya propia, revisó línea por línea buscando una imperfección, alguna diferencia. Pero no había ninguna, sin duda era la suya, sin duda ese chico era su alma gemela.

Le tomó un momento procesarlo, estaba allí, a menos de 5 metros de él, sabía que tenía que acercarse y hablarle, sin embargo algo lo detuvo.

Una mujer de cabello oscuro alborotado, ligeramente parecida al chico se sentó enfrente de él, Jimin supuso que era su madre, ella le miraba con una sonrisa pero la mirada del chico estaba perdida en otro punto, eso era visible hasta por debajo de sus gafas de sol, los ojos de Jimin se fijaron por primera vez en el delgado bastón con que el chico tanteaba el piso de vez en cuando.

Era ciego.

Si Jimin se acercaba, el chico no reconocería la marca, no reconocería que estaban destinados a ser.

El chico se puso de pie con ayuda del bastón, vio que entraba al café, probablemente al baño, se acercó a la mesa donde estaba la mujer.

—Hola... uhm... Soy Jimin.- dijo nerviosamente, la mujer lo miró confusa. —No pude evitar ver a su hijo... Bueno, la marca de su hijo... yo.... -Señaló la suya propia. —Es idéntica a la mía.

Loa ojos de la mujer se abrieron de par en par, examinando la intrincada figura para darse cuenta de que en efecto lo era.

No sabía si debía acercarme.- Jimin prosiguió. -Porque lo vi y bueno... ¿Qué podría decirle? Él no lo puede ver, probablemente pensaría que estoy jugando con él y yo... no lo sé. No sé ni quiera porqué estoy hablando con usted, yo solo...

—Tranquilo, cariño. -Sun Hee habló tranquilizadora. —Te entiendo, es difícil. Soy Sun Hee, por cierto, tal vez yo podría hablar con mi hijo y arreglar una cita para que hablen.

—S-si. Si, eso sería estupendo, genial, si, me encantaría. -Sun Hee rió ante el nerviosismo del chico.

—Dame tu número de teléfono, te avisaré cuando. -Jimin lo anotó con manos temblorosas en una servilleta. —Un gusto conocerte Jimin.