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Yoongi se veía hermoso, pero eso era más que obvio, porque el de piel blanca no se había visto de otra forma desde que lo conoció, pero había algo diferente.

Estaba bellísimo, a Jimin le provocaba besarlo allí mismo.

Sus ajustados jeans se pegaban a sus piernas perfectamente, Jimin tuvo que esforzarse por no mirar sus muslos todo el tiempo. Por un momento agradeció que Yoongi no pudiera ver, porque seguro lo tomaría por un psicópata si veía como lo estaba observando.

Tenía un sweater verde cubierto por un cardigan café oscuro y botas del mismo color, y Jimin sonrió un poco al ver que el sweater de Yoongi combinaba con su chaqueta en el mismo tono de verde.

Jimin le dio un beso en la mejilla como saludo y tomó su mano para dirigirlo a un taxi, Yoongi murmuró un "Hola" con las mejillas sonrojadas. El pelirrojo le dio la dirección del lugar al conductor y el hombre asintió y empezó a manejar.

—¿A dónde iremos? -Yoongi murmuró en la parte de atrás del auto, Jimin que estaba a su lado y no había soltado su mano, le dio un apretón.

—A mi restaurante favorito en toda la ciudad. -respondió simplemente.

Charlaron en voz baja durante el camino, ambos estaban en un ambiente nervioso y de anticipación. Jimin le contaba de su día en ma universidad exagerando un poco las situaciones para hacerlo reír.

La voz del conductor fue la que les avidó que ya habían llegado. Jimin pagó y luego ambos bajaron del taxi, en calor del restaurante se sentía incluso desde afuera y tan pronto entraron el suave murmullo de la música jazz invadió sus oídos. Fueron hasta una mesa en un rincón justo al lado de una ventana que daba a las frías calles. Yoongi se sentó y Jimin justo al lado, decidiendo que quería estar lo más cerca de Yoongi posible.

La camarera se acercó a ellos y dejó un par de menús en la mesa para luego alejarse y dejar que pensaran en sus pedidos. Jimin le leyó la carta a Yoongi y él prestó atención con el atisbo de una sonrisa en sus labios.

—Creo que ordenaré lasaña a la boloñesa. -dijo el rubio y Jimin sonrió.

—Buena elección.

Jimin se encargó de pedir mientras Yoongi estaba callado a su lado. No usaba gafas porque la verdad es que así de cómodo se sentía con Jimin. Era algo inquietante la conexión que existía entre los dos jóvenes, de alguna manera se sentía como si se conocieran de siempre.

—Te traje algo. -Jimin dijo tan pronto la mesera se fue.

—¿Qué? -Yoongi preguntó confundido.

Sintió a Jimin moverse y escuchó el sonido de una cremallera, supuso que Jimin llevaba una mochila, le puso una pequeña caja plana y cuadrada.

—¿Es un CD? -preguntó Yoongi sin aliento.

Jimin sonrió. —Sí. -vio a Yoongi sentir la caja, cuando le dio vuelta a la caja vio la expresión sorprendida del chico de mirada gatuna.

—Oh por dios, Jimin.

—¿Si está bien impreso? El chico que lo hizo no parecía muy confiable, pero no sabía donde más buscar.

-"Canciones para Yoongi" -el rubio susurró sin aliento, tocando las letras en braille. Jimin había mandado a imprimir en braille para él.

—Exacto. -Jimin no podía estar sonriendo más grande. Yoongi tampoco. —Tal vez deberías escucharlo cuando yo esté allí, así puedo decirte el porqué de cada canción.

—Está bien. -Yoongi se sentía abrumado, porque Jimin era tan... especial, lo conocía de tan poco tiempo y ya podía poner esos sentimientos en él. —Gracias.

Jimin no se pudo resistir, puso su mano sobre la mejilla de Yoongi. —Con gusto, Yoonie .

Las mejillas de Yoongi se enrojecieron
ante el apodo, se inclinó ante el pelirrojo, su frente tocó su hombro e instintivamente escondió su cara en el cuello de Jimin. —No me digas así. -dijo pero Jimin sabía que sonreía.

—Como digas, Yoonie.

Yoongi negó con la cabeza y sin intención dejó un beso sobre la marca de Jimin. Un escalofrío recorrió al pelirrojo, y estuvo a punto de soltar un gemido, en vez de eso envolvió su brazo alrededor de Yoongi, acariciando si sedoso cabello.

Fueron interrumpidos por sus platos en frente de ellos. Y pongo de enderezó ante el sonido y Jimin le ayudó a localizar los cubiertos, Yoongi palpó las orillas del plato antes de empezar a comer.

—Estaba pensando -dijo Yoongi mientras esperaban por el postre. Una de las manos de Jimin estaba entre las de Yoongi y el rubio estaba distraído tocando la mano de Jimin, repasando sus nudillos, la longitud de sus dedos, la palma, acostumbrándose a a su forma, y al tacto de su mano entre la de Jimin. —En nuestra siguiente cita, deberías mostrarme tu apartamento, incluso podríamos escuchar el CD allí.

—Oh. -Jimin sonrió. —¿Así que habrá una segunda cita?

Las mejillas de Yoongi estaban rosas. —Bueno, si quieres.

Jimin puso un beso corto en la mejilla de Yoongi. —Suena bien.

Cuando salieron, el aire gélido de la noche iba en aumento, y Jimin se apresuró a conseguir un taxi, ayudó a Yoongi a entrar y luego lo hizo él mismo. Todo el asiento del taxi estaba libre, pero Yoongi se quedó en la mitad recostado contra Jimin mientras el pelirrojo le daba la dirección al conductor.

Jimin se ocupó acariciando los cabellos de Yoongi por un rato, tratando de no parecer demasiado emocionado pero Yoongi lo estaba abrazando, y escuchó al chico bostezar un poco.

Cuando el taxi se detuvo, Yoongi estaba casi dormido y Jimin pagó antes de bajarse tras de Yoongi.

—¿No necesitas el taxi para ir a tu casa? -preguntó el más alto.

—No. -Jimin sonrió. —Caminaré.

—Ten cuidado. -Yoongi dijo y Jimin lo miro feliz, con una sonrisa que hacía de sus ojos dos finas líneas.

—¿Cuándo te veré de nuevo? -Jimin preguntó.

—Puedes venir el sábado, como a las tres y vamos a tu apartamento.

—Hecho.

Yoongi se quedó en silencio, Jimin pudo haberlo hecho, haberse movido un poco hacia delante y haberlo besado, pero, en primer lugar no sabía si era lo que Yoongi quería, y en segundo, tal vez era muy pronto.

La puerta de la casa se abrió mostrando a la hermana de Yoongi, Jimin la saludó rápidamente y luego besó la mejilla de Yoongi.

—Te veré, entonces.

Inked ♡Yoonmin♡ (Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora