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—¿Yoongi? -dijo confundido, su corazón ya estaba latiendo mil veces por segundo.

—Si, ya sabes, tu alma gemela. -dijo bromeando el mayor. Jimin rió suavemente.

—¿Puedo preguntar cómo llamaste? -Jimin se mordió el labio. —¿Te ofendo si lo hago?

—No. -Yoongi respondió. —Le pedí a mi hermana que pasara tu número del móvil de mamá al mío, y que llamara. De hecho, está aquí al lado mío.

—Oh. Dile hola de mi parte. -Jimin sonrió.

En vez de la voz de Yoongi, la voz de una chica sonó. —Eh, así que tú eres el que piensa robar el corazón de mi hermanito.

Jimin rió. —Me atrapaste.

Después de una pequeña discusión entre Yoona y Yoongi, se volvió a escuchar la voz de Yoongi, pero antes. —Yoongi, idiota, tienes el celular al revés.

—Como sea. -dijo Yoongi finalmente, Jimin casi podía ver sus mejillas rosadas. —Me preguntaba si quieres... uh... como... ¿salir de nuevo?

Las mejillas de Jimin dolían de tanto sonreír. —Me encantaría, Yoongi.

—Bien. -respondió el rubio nervioso.
—¿Te parece en mi casa? No hay mucho que podamos hacer afuera, ya sabes...

—¿Cuándo? -fue lo único que preguntó Jimin.

—¿Mañana está bien? ¿Como a la hora del almuerzo?

—Sí, seguro. -Jimin respondió.

—Hasta entonces. -dijo Yoongi.

Jimin quería decirle que esperara, quería quedarse escuchando su voz por el auricular hasta que la vida se le acabara en ello, sin embargo, sólo respondió. —Hasta entonces.

El chico de ojos oscuros suspiró dejándose caer en su cama, al instante guardó el número de Yoongi como "Yoongi <3". En algún momento en los últimos días había estado confundiendo muchos... sentimientos.

No sabía si la manera en que se sentía hacia Yoongi tenía sólo que ver con el hecho de que estaban hechos el uno para el otro, o también con que Yoongi era la persona más hermosa que había visto en su vida, y no era sólo lindo físicamente, sino también emocionalmente. Apenas podía creer que estaba a la altura como para ser el alma gemela de Yoongi, o que tenía la suerte de estar predestinado a él.

Al día siguiente, Yoongi le pidió ayuda a Yoona para estar seguro de que se veía bien. Normalmente no le importaría, al fin y al cabo ni se puede ver, pero sentía casi una necesidad por lucir bien para Jimin.

Su hermana le dio unos skinny jeans negros junto con una delgada camisa blanca que mostraba parte de su pecho, junto con sus vans negras, y unas gafas oscuras diferentes a las que usaba diariamente, estas eran delicadas con sus facciones y más ligeras que las otras.

Cuando le dijo a su mamá de los planes del día, ella lo molestó un rato hasta que estaba avergonzado, pero luego ella misma se ofreció a cocinar, y cuando el sonido de la puerta siendo tocada retumbó en la casa, luchó por no ir tan rápido como pudo, por lo mismo, su hermana pasó corriendo por su lado y abrió primera.

—Hey, ¿Jimin? Soy Yoona. -Ella abrazó al más bajo. —Normalmente te interrogaría para saber qué quieres con mi hermanito, pero ya me caes bien, no tienes que esforzarte mucho.

Jimin la abrazó de vuelta, riendo. Yoongi sintió que el corazón se le paraba, incluso más cuando Jimin habló.

—Un placer conocerte, Yoona. -Jimin dijo suavemente.

—Si, si, ahora ve con Yoongi. Estaba tan emocionado que está listo hace tres horas.

El mencionado se sintió desfallecer. Odiaba a Yoona, la odiaba. Jimin caminó hacia Yoongi, dándole un beso en la mejilla y demorando más de lo necesario.

—¿Ah si? -dijo coqueto, Yoongi se sonrojó más de lo que ya estaba.

—Nunca le creas nada de lo que te diga. -afirmó y Jimin rió suavemente en respuesta.

Sun Hee salió de la cocina, secando sus manos en el delantal que vestía. —Hola cariño, ¿cómo has estado? -Ella lo saludó y tiró de él en un cálido abrazo.

—Bien, Sun Hee. Muchas gracias. ¿Y tu?

Se enfrascaron en una conversación sobre la universidad, el padre de Yoongi y comida. Jimin miró a Yoongi fijamente, hasta que el más alto habló.

—¿Quieres ir a mi cuarto?

Inked ♡Yoonmin♡ (Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora