XXXIII. Adolescentes grises.

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Las luces se apagan, la noche se enciende, las estrellas aparecen, la magia entra por la ventana,la brisa choca contra mí cara y se me da por pensar lo terrible que sería la vida si no lo hubiese conocido ; sería el mismo dilema que siempre ,resúmenes de llanto,frio y dolor.  Que mala combinación.

Me llama por teléfono y me dice qué nos echa de menos, a pesar de que nos vimos está tarde .

Me asomó por el bordé de la ventana.

Está ahí, parado, con una sudadera gris.

Tiene en sus manos un cartel que dice :

Baja, vamos a ver dormir a la ciudad.

Bajo rápidamente. Trató la manera posible de hacer el menor ruido posible para no despertar a nadie.

Yo sólo quiero que conduzca, a cualquier sitio pero con él. Me gusta verle tan serio mientras lleva sus manos en el volante,  y yo me quedó pensativa pensando que él a sido la forma en que la vida se disculpó conmigo.

--Te amo -susurro-

Y él sonríe.

Llegamos, el viaje no pareció tan largo.

Nos sentamos y pongo mi cabeza en su hombro.

Mis dedos se deslizan por su fría y tan herida piel.

Me besa las cicatrices de mi muñeca.

Somos dos adolescentes grises, con mentes pérdidas y la mente sobre el infinito. Nos dejamos llevar como un barco sin capitán a bordo.

¿Tú me esperarías toda la vida? [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora