"Porque todos tenemos un tiempo e irremediablemente con cada día nuevo se nos acaba. Algunos creen que el final está muy lejos, otros lo buscan desesperadamente, pero lo cierto es que nuestro tiempo no puede apresurarse o postergarse. Cuando el final llega, es inevitable huir de él. Después de todo, nuestra existencia es pasajera."
El día de hoy ha llegado el final.
No es que yo lo haya buscado, al menos no esta vez, pero inevitablemente está aquí. Lo sé por la manera en que mi vista se nubla y siento que me falta el aire. Lentamente caigo y lo único que visualizo es a Atsushi corriendo desesperadamente a mí. Veo su rostro preocupado y lleno de tristeza, mas no me importa. Lo único que pienso en estos momentos es en ti, Chūya.
Curioso, ¿no es así? incluso en mi lecho de muerte tú eres todo en lo que puedo pensar. A mi mente vienen los viejos tiempos en donde parecíamos inseparables y digo parecíamos porque ambos sabemos que algún día tendríamos que tomar rumbos diferentes. También recuerdo nuestra tonta rivalidad, no sé cómo fue que ambos comenzamos con eso pero irónicamente a pesar de llevarnos tan mal, funcionábamos muy bien juntos. La verdad es que si me arrepiento de algo al haber dejado la Port Mafia es de no haberte llevado conmigo. Es una lástima que nunca pudimos volver a unirnos nuevamente después de aquel encuentro contra El Gremio, pero está bien así. Sé que sin importar cuanto nos molestábamos, insultábamos e incluso agredíamos, en el fondo había algo más que un simple compañerismo, ¿debería definirlo como un cariño sincero?
Poco a poco siento como mi vida se va apagando. No siento dolor, ni tristeza o miedo, pues esto es algo que yo había estado buscando desde hace tiempo y ahora tengo la dicha de encontrarme con la muerte cara a cara, aunque no es de la manera en que me lo imaginaba. No me suicidé y mucho menos lo hice con una bella mujer a mi lado, pero está bien, está bien que las cosas sean así. Chūya, ¿tú estás bien? Sé que es algo que pregunto continuamente y que no lo exteriorizo como debería pero me preocupas. Obviamente estás bien en la Mafia, eres un ejecutivo después de todo, aunque como persona no sé si realmente lo estés. Siempre has sido frágil en ese aspecto y lo sabes, te conozco mejor que nadie y puedo dar por hecho que ese mal carácter que tienes es una barrera que construiste con el paso del tiempo para evitar hacerle frente a la miserable realidad en la que vivíamos hace años. Tú y yo nos parecemos en eso, ambos huimos de alguna manera, tú con tu mal genio y yo fingiendo como si nada me importara.
Mi cuerpo finalmente se ha desplomado por completo, los párpados me pesan y estoy seguro que pronto caeré en un profundo sueño del cual no despertaré. Me permitiré ser sincero una vez más en lo que queda de mi existencia. Por favor no te pongas como loco desquiciado al saber que un mentiroso como yo nunca cumplió su promesa y se largó al otro mundo dejándote solo, perdón por eso. Ahora sí, lee con atención mis últimas palabras pues sólo deseo que tú sepas cuales fueron y espero que las atesores. Te quiero, Chūya.
Bien, este es un simple especial por April Fools' day (aunque quería escribirlo desde hace tiempo pero necesitaba una buena excusa). En la siguiente parte todo volverá a la normalidad y Dazai estará vivo. También me disculpo si llegué a hacer spoilers, y lo aclararé así que lo siguiente cada quién decide si leerlo o no.
Sí, es una referencia a la novela 55 minutes. No está tan implícito pero creo que se entiende. En fin, gracias por leer :D
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Cartas no enviadas
FanficPequeñas reflexiones de Dazai y Chūya después de que Soukoku se disolviera. Portada hecha por @clearspringwater.