"El pasado puede ser tormentoso pero siempre aprendemos de él. El presente puede parecer efímero y confuso mas es lo que nos recuerda que estamos vivos y el futuro...el futuro es el anhelo que nos mantiene con vida y nos recuerda que aún hay sorpresas que nos esperan en el camino.
El pasado representa el olvido, aquello que nos lastimó y no queremos volver a ver. El presente es un caos pues vivimos conforme la marcha y sin la seguridad de saber qué hacer. Y el futuro es nuestra esperanza, es el deseo de cambiar algo que no nos satisface.
¿Qué es lo que quieres olvidar, qué es lo que te atormenta y qué es lo que deseas cambiar?"
Después de casi un mes sin respuesta, por fin has abierto los ojos Chūya. No sabes lo feliz que me hace saber eso.
Aún tengo presente en mi memoria aquella noche en la que Akutagawa llegó corriendo desesperado a la Agencia. Nunca creí verlo pisar este lugar pero lo que más me sorprendió en aquel entonces fue el verte entre sus brazos, con la respiración débil, tus ojos cerrados sin la esperanza de abrirse y tu cuerpo completamente lastimado. El sólo pensar en eso nuevamente me produce un escalofrío que recorre todo mi ser y me recuerda el miedo que tengo a perderte.
Recuerdo también estas tres semanas en las que viví el infierno en carne propia y fui capaz de entender que realmente era un humano, pues los sentimientos devastadores que me abrumaban al saber que tu vida pendía de un hilo eran más fuertes que mi voluntad. Lo que más me afectó fue el hecho de que ni siquiera Yosano podía ayudarte, así que todo lo dejamos al tiempo y a la incertidubre al no saber cuánto tiempo más tu cuerpo podía aguantar. No podía hacer nada para ayudarte mas que esperar a que decidieras despertar por tu cuenta.
Durante ese periodo la impotencia, la ira y la frustración llegaron a cegarme, algo que nunca me había pasado. Sin pensarlo dos veces fui a donde Mori, después de todo, él era el causante de esto. Lo sé bien porque Akutagawa se encargó de contarme todo a detalle. Quería desquitarme con él, quería que sufriera al igual que tú y yo, quería que se arrepintiera por haberte herido y hecho callar durante todo este tiempo. Pero era en vano, no tendría sentido que lo hiciera porque también yo tengo parte de culpa.
Una vez que hablé con él, llegamos a un trato. Era más que obvio que para él yo seguía siendo una amenza así que la opción más sencilla era matarme, pero ambos sabíamos que ni siquiera la muerte es un problema para mí. Irónicamente ella se ha encargado de huir de mí durante todo este tiempo. La otra opción fue la más razonable, desde el punto de vista de los dos. Lo que se tenía que hacer era borrarme del mapa. Y yo acepté a cambio de que tú vivieras de la manera en la que quisieras y no tuvieras que atormentarte con nada. Mori sin dudarlo dos veces accedió y el trato se haría una vez que despertaras.
Justo ahora el trato debe de completarse, probablemente este sea mi último día en Yokohama. Después de casi un mes sin respuesta, por fin has abierto los ojos Chūya y no sabes lo feliz que me hace saber eso. Pero, ¿por qué sufres? ¿por qué te atormentas a ti mismo? Te veo llorar y mi corazón duele, no quiero que llores, ya no más, ahora todo terminó. Trato de tranquilizarte y mientras lo hago entiendo que el dolor y la culpa están invadiendo tu alma.
Está bien, todo está bien, repito una y otra vez mientras te tengo en mis brazos. Justo ahora en la forma en la que estamos abrazados me es posible escuchar tu respiración entrecortada y el agitado latir de tu corazón. Ambos me reafirman que estás vivo y tras ese alivio mi ser no soporta más y se quiebra delante de ti.
Lo lamento, de verdad lamento el haberte dejado solo nuevamente y el no haber tenido el valor para buscarte aún sabiendo que me necesitabas. Por favor perdóname una vez más, Chūya.
Trato de buscar consuelo en tus labios y es justo en su calor que me permito recobrar mis fuerzas y mi decisión se reafirma. Aunque me cueste admitirlo, necesito de ti para vivir, siempre ha sido así pero ahora he decidido dejar de ocultarlo. Permanezco a tu lado atesorando cada segundo que paso contigo y viendo que la imagen tuya que tengo enfrente de mí es verdad y no una mera ilusión de lo que he anhelado por tanto tiempo. De verdad estamos juntos.
Veo que tu delicado cuerpo comienza a rogarte que descanses y no puedo oponerme a ese hecho, aún estás herido. Con cuidado te recuesto en la cama, tratando de no causarte ningún daño al hacerlo. Tengo que irme, es hora de que cumpla con mi palabra por tu bien, pero al intentar hacerlo me detienes, es obvio que tienes miedo a que la historia se repita.
Te digo que todo estará bien y aceptas el dejarme ir mientras eres vencido por el cansancio. Espero y no malinterpretes nuevamente mis acciones, ya no voy a huir más. Justo ahora iré a hablar con el Jefe de la Agencia, tengo que despedirme de lo que llegó a convertirse en mi hogar.
Quiero empezar una nueva vida contigo, en un nuevo lugar y brindarte nuevas experiencias que borren nuestro tormentoso pasado. Pero para eso debemos irnos de aquí, de la ciudad que tanto amamos.
Prometo que mañana por la mañana ambos hablaremos y aclararemos las cosas, por lo mientras descansa y duerme con tranquilidad. Prometo que aquí estaré cuidandote de cualquier temor que quiera invadirte.
Dulces sueños, mi amor.
Bueno, primero que nada lamento el no haber actualizado el viernes y el lunes, que son los días que por lo general le dedico a este fanfic.
Y dos...sólo quiero avisar que el final está cerca. A cómo lo estimo quedan entre dos y tres capítulos. ¿Qué creen que pase?
Muchas gracias por leer y por todo el apoyo que me han dado hasta ahora. Espero y haya valido la pena el retraso.
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Cartas no enviadas
FanfictionPequeñas reflexiones de Dazai y Chūya después de que Soukoku se disolviera. Portada hecha por @clearspringwater.