Rosa Azul

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"Durará tanto como lo cuides, y lo cuidaras tanto como lo quieras". Ese fue el primer regalo que me diste en nuestro primer mes de novios. En ese momento, no entendía muy bien a lo que te referías.

Primer mes

La rosa que me diste es hermosa y llena de vida. Siento que esta relación será algo inolvidable.

Segundo mes

Últimamente nos peleamos demasiado, por mi culpa. Hoy, al llegar a casa, la rosa había perdido uno de sus pétalos ¿Por qué? No lo comprendo...

Tercer mes

Hoy te vi abrazar a una chica. Ni siquiera te pregunté quién era; fui hasta donde estabas y te grité. La chica era tu prima. La rosa perdió tres pétalos más.

Cuarto mes

Besé a un chico hoy. No te lo dije. Dejé que la conciencia me torturara. La rosa se oscurecía con el paso del tiempo.

Quinto mes

Te culpé porque una chica se te había insinuado y no hiciste nada. Sin embargo, yo hice algo peor hace semanas, pero solo vi tu error, sin darme cuenta que yo también me había equivocado... Con la diferencia de que eso tú aun no lo sabías.

Sexto mes

Hoy al despertar, miré la rosa azul; perdón, los pétalos negros y marchitados que quedaban de esta. ¿Qué fue lo que le pasó? Al llegar a la escuela, me dijiste que necesitábamos hablar seriamente.

En receso, me llevaste a un lugar apartado de todos. Querías terminar conmigo.

"¿Por qué?". Te pregunté. Y me respondiste lo siguiente.

"La rosa está marchita, ¿No es así? La rosa era un símbolo de nuestra relación. Marchitaste la flor, ¿Qué fue lo que te dije al dártela?"

"Durará tanto como lo cuides, y lo cuidaras tanto como lo quieras". Repetí tus palabras.

"Debiste haber hecho algo muy malo como para que esa rosa se pudriera de tal manera, y no quiero saber que fue eso que hiciste".

"Yo tampoco lo sé. No sé por qué se marchito".

"Te diré por qué. No supiste cuidarla, porque no estabas segura de quererla".

Esas fueron tus últimas palabras y nunca volví a verte después de eso. Aparentemente  si fue una relación inolvidable después de todo.

Tres meses después, descubrí que estaba embarazada... Y el bebé no era precisamente tuyo. Supiste irte en el momento preciso.

Un Loco Enamorado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora